De interés parlamentario, la celebración el 12 de noviembre del presente año, de los 75 años de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad y otros Servicios Públicos Limitada (FACE).

Señor presidente:

Siendo una actividad muy importante, el movimiento cooperativo se desarrolló tardíamente en la Argentina. Aunque hubo algunos ensayos tardíos hasta el año 1926, y se dictaron algunas normas como la ley de la Provincia de Buenos Aires del 4 de julio de 1922, una ordenanza de la ciudad de Buenos Aires del 30 de junio de 1921, solo con el dictado de la ley 11.388 comenzaría una nueva etapa para que se comenzara a consolidar el movimiento cooperativo.

En el año 1928, había 78 cooperativas urbanas, y 143 cooperativas rurales, que desarrollaban su actividad, mientras se iba tomando conciencia de la importancia de la cooperación entre aquellos que estaban unidos por un interés común.

Hace 75 años el incipiente movimiento cooperativo de electricidad, disperso en el territorio nacional, se unió en la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas, la que fue fundada el 12 de noviembre de 1939, fortaleciendo así su accionar en todo el país, como una entidad cooperativa de segundo grado, con representación nacional, que nuclea a 240 cooperativas de 15 provincias.

Las cooperativas de provisión de energía eléctrica constituyeron en las primeras décadas del siglo pasado, una clara respuesta frente a los pools y grandes empresas que explotaban el servicio con elevados índices de rentabilidad en ciudades grandes y medianas, y fueron la alternativa para la existencia de la prestación eléctrica en pequeñas poblaciones y áreas rurales.

FACE respaldó a las primeras cooperativas, impulsó la creación de decenas de nuevas entidades en todo el país, dio múltiples ejemplos de integración cooperativa y se adaptó a los distintos escenarios a lo largo de su historia. En tiempos de autoritarismo dictatorial, las cooperativas fueron un reservorio democrático ya que, mientras las autoridades nacionales, provinciales y locales eran designadas de facto, las entidades solidarias realizaban sus asambleas y elecciones según lo indica la doctrina y su principio fundamental: "un hombre, un voto".

Con la paulatina incorporación de prestaciones adicionales a los servicios eléctricos -telefonía, agua, gas, salud, educación, comunicación, vivienda, seguridad, servicios sociales, entre otros rubros- las cooperativas se consolidaron como estructuras imprescindibles, de gestión democrática, para que las comunidades del interior del país desarrollen su vida económica, social y cultural con las mismas posibilidades que en las grandes ciudades.

En la actualidad, el movimiento cooperativo representa, en materia de distribución eléctrica, el 17% de los usuarios del país, con más de 2 millones de conexiones, cubriendo un universo de alrededor de 7 millones de personas.

Estos tiempos que corren y aquellos que se avecinan proponen una permanente actualización tecnológica. Tres serán los factores que sustentarán nuestro futuro: desarrollo tecnológico, incorporación de jóvenes en la gestión cooperativa y expansión de los servicios.

FACE celebra su 75º aniversario bajo el lema "75 años en defensa de los principios y la acción cooperativa, iluminando un futuro inclusivo, solidario y federal".