Su seria preocupación por la situación de grave crisis que atraviesan los trabajadores de la firma SANCOR COOPERATIVAS UNIDAS LIMITADA, y solicita al Poder Ejecutivo Nacional que arbitre todos los medios a su alcance para resguardar las fuentes laborales de la totalidad de trabajadores que integran la empresa, como así también a las ciudades y pueblos en que se encuentran instaladas sus plantas de producción.-

Señor presidente:

La crisis, anticipada hace algunos años, de la industria láctea argentina ha ingresado en una peligrosa pendiente crítica. Son muchos los acumulados factores que han traído a esta situación y la fuerte caída de la producción lechera en el país. Como muestra significativa hemos de señalar, que algunas empresas líderes –a través de comunicados oficiales- se encuentran en niveles tan bajos de productividad, que nos anotician que el nivel de actividad de todo el sector en general – del que se proveen- es tan bajo, que son muchas las plantas de sus empresas que no están en condiciones de procesar la cantidad “mínima” de leche para ser sustentable operativamente. Esta situación no solo alcanza a SANCOR, se puede observar ya con nitidez en otras empresas emblemáticas del sector lácteo. La crisis del sector sumado a la falta de apoyo gubernamental hicieron que cerraran varias plantas. La fábrica de quesos Chateubriand en Carmen, la empresa láctea La Serenísima en la ciudad de Rufino y la planta de Magnasco que está ubicada en el distrito Santa Isabel aunque por proximidad se encuentra a pocos kilómetros de María Teresa.

La empresa líder nacional, no es excepción; y resultó seriamente afectada, por decisiones sectoriales – políticas erráticas, y cortoplazistas para el sector-, a las que deben sumarse decisiones empresariales propias que los han afectado particularmente –privilegiar políticas de crecimiento con socios comerciales venezolanos - que la han puesto al borde de la desaparición. En ese contexto la cooperativa cerró su balance el año pasado, con pérdidas del orden de los $ 2.421.000.000, una cifra muy superior a la registrada durante los ciclos 2014 ($ 447.000.000) y 2015 ($ 263.000.000), que ya habían sido críticos. Además, tiene librados cheques sin fondos a proveedores por $ 280.000.000; a ello se suma que la compañía secó la producción en algunas de sus plantas.

Para poder comprender la trascendencia social que tiene los problemas que afectan a esta empresa, se debe señalar que la cooperativa tiene plantas industriales en todo el territorio nacional (16), Se ubican en Buenos Aires: Chivilcoy, Coronel Charlone y Arenaza; en Córdoba: Brinkmann, Morteros, Balnearia, Devoto, Coronel Moldes, La Carlota y Pozo de Molle, y en Santa Fe: Sunchales, San Guillermo, Depósito de maduración de quesos Gálvez, Centeno , y Ceres. Muchas de ellas, ya han dejado de producir. Y para acentuar su trascendencia social de esta crisis, decimos por ejemplo que la decisión de dejar de producir muzzarella (en la planta de Centeno, Provincia de Santa Fé) paralizó a todo el pueblo de 3.200 habitantes. El golpe sobre la situación de las localidades cordobesas, santafesinas y bonaerenses donde están emplazadas las plantas de SanCor es similar al que se produjo en Centeno.Cinco plantas ya han sido virtualmente cerradas (Coronel Charlone, en Buenos Aires; Brinkmann, Coronel Moldes y Pozo de Molle, en Córdoba; Centeno en Santa Fé ) Estas cinco plantas paralizadas y virtualmente cerradas , están señaladas para el cierre definitivo. Pero además figura en la lista personal previendo un ajuste empresarial, empleados de las otras 12 plantas, ya sea en tareas de administración, actividad comercial y logística. Los despidos alcanzarían a 29 localidades del país.

La empresa SANCOR presentó hace unos días al gobierno nacional, un plan de reestructuración que contempla el cierre de las cuatro plantas cuya actividad ya fue suspendida, y mil despidos a partir de abril en la totalidad de la firma. Los despidos alcanzarían a cuatro mil trabajadores. La propuesta se llevó a cabo en la cartera laboral, de la que estuvieron presentes y tomaron conocimiento de la propuesta el Ministro de Trabajo Triaca; el Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile; el asesor del Ministerio de Producción, Ignacio Werner; el titular de Sancor, Gustavo Ariel Ferraro, y los representantes de ATILRA. La decisión empresaria no solo afecta a los trabajadores directamente vinculados a la empresa, sino que repercute con otras tantas restricciones a los sectores complementarios en la actividad que desarrolla la empresa láctea.

A esta preocupante situación se suma el retraso en el pago de haberes a los empleados directos de SANCOR, y el reciente conflicto producido en el mes de marzo entre el Sindicato de Camioneros y las empresas transportistas tercerizadas de la compañía, quienes adeudaban los salarios correspondientes al mes de febrero del corriente, y que luego de las legítimas medidas de acción directa llevadas a cabo por la organización gremial, pudo normalizarse con la intervención de SANCOR en su carácter de responsable solidario. Sin embargo, lejos de darse una solución clara y definitiva a la problemática existente, los trabajadores continúan siendo víctimas de un desesperante grado de incertidumbre al ver en serio riesgo sus salarios y fuentes de trabajo.

La gravedad de los hechos que se expresan y argumentan este pedido, la necesidad de preservar los puestos de trabajo e impedir el desastre social y económico de numerosas ciudades y pueblos de nuestra República, nos impulsan a presentar esta iniciativa.-