Solicitar que Poder Ejecutivo informe:

1. El detalle de las joyas que presuntamente habría recibido como regalo protocolar durante su visita a Chile y Ecuador (esta última, para asistir a la Cumbre de la CELAC), a fines del mes de enero pxmo. ppdo.;

2. La forma en que fueron transportados esos valores en su vuelo de regreso a Buenos Aires (continente – equipaje, caja de seguridad – y modalidad – “carga valorada” o equipaje declarado, o equipaje registrado o no registrado –), remitiendo copia protocolizada del manifiesto de carga, recibo o documento equivalente de la entrega a la transportadora aérea y su posterior retiro por parte del funcionario autorizado a ese fin;

3. Copia protocolizada de la declaración ante la Administración Nacional de Aduanas de los efectos antes citados;

4. Copia protocolizada de la registración de los obsequios a fin de cumplir con lo dispuesto en el CAPITULO VI, “Régimen de obsequios a funcionarios públicos” de la Ley 25.188 y normativa complementaria.

Señor presidente:

Informaciones periodísticas diversas dieron cuenta de un presunto incidente y cuasi extravío de parte del equipaje de la Vpte. Michetti en su viaje a la cumbre de la CELAC en Quito en la madrugada del pasado viernes 29 de enero; el incidente no merecería atención del Congreso, a no ser en razón de que trascendió que el equipaje extraviado y recuperado (aparentemente fue confundido por una pasajera con el propio y retirado de la cinta, por lo cual debió desplegarse un operativo de localización de la pasajera a tal fin) contenía obsequios protocolares (joyas) obsequiados a la Vicepresidente Michetti por el gobierno y autoridades de la hermana República de Chile y por “jóvenes de la O.N.U.”, y documentos de la CELAC.

Según el propio relato del equipo de prensa de la Vicepresidencia de la Nación, “no se controló la cinta ni el scaner (sic) como se debería haber hecho. Esa guarda no cumplió con su labor de funcionaria pública”. La Vpdte. de la Nación tampoco cumplió con el suyo, bastante más elemental: adoptar las previsiones apropiadas para preservar la seguridad de los efectos y declararlos debidamente al ingresar al país ya que no se trataban de efectos de uso personal de la Sra. Vpdte., sino de objetos propiedad del Estado argentino de cuyo transporte y custodia debió desempeñar con rigor y efectividad, sin pretender descargar sobre funcionarios operativos el control de la introducción de los valores que era su deber declarar.

Según la gacetilla de prensa distribuida por prensa de la Vicepresidencia de la Nación :

“Eran dos valijas, No 7.

No se increpó a ningún pasajero ya que NO había pasajeros. NO se maltrato a ningún pasajero. En primer lugar (sector de cintas no había pasajeros) y en el centro de control (quedaba fuera del alcance de pasajeros), fui trasladada en un vehículo hasta dicho lu-gar”.

De esas declaraciones se desprende que se habrían cometido varias irregularidades que pusieron en riesgo el patrimonio público, a saber:

No fueron transportados en equipaje adecuado, ni identificados y declarados como “valores”: simplemente se los envió a la bodega, como una valija cualquiera;

Por esa razón se produjo el extravío, ya que aparentemente una de las valijas fue confundida con una, personal, por otra pasajera y retirada de la cinta. Si la VicePdte decidió no custodiar personalmente los valores (colocándolos en su equipaje de mano, que podía ingresar a la cabina del avión), debió individualizarlo como “equipaje declarado” y no simplemente como “equipaje registrado”, de acuerdo a la normativa vigente para el transporte aéreo . Se trató de una omisión negligente que puso en riesgo el patrimonio público que debió custodiar;

No parece razonable ni válida la excusación pretendiendo volcar la responsabilidad sobre el funcionario aduanero: como 2° autoridad máxima del país, la VicePdte estaba OBLIGADA a declarar los valores, y no lo hizo;

Es FALSO que no se haya confeccionado un acta relativa al suceso: si bien pudo no habérsela confeccionado en el momento, habida cuenta de que se solicitó la intervención del “sector de control” y se utilizaron las cámaras de seguridad para individualizar y localizar a la pasajera que se llevó la valija faltante, sería totalmente anómalo que no se haya dejado constancia de los sucesos en los libros de “parte diario” o “novedades” de aquellas dependencias;

Por último, es absolutamente imposible verificar si el contenido declarado en la gacetilla de prensa de Vicepresidencia es exacto, o no, ya que no hay como corroborarlo y sería de muy mal gusto consultar al respecto a las autoridades del país y organización obsequiantes.

En razón de las omisiones, el comportamiento negligente y el desconocimiento flagrante de las normas aplicables a los obsequios de cortesía diplomática y el régimen de regalos a funcionarios públicos demostrado por la Sra. VicePdte. de la Nación y su comitiva, corresponde – como mínimo – que se aclaren las circunstancias y, eventualmente, se deslinden responsabilidades, de corresponder.

Por todo lo expuesto, Señor Presidente, se solicita la pronta aprobación de este Pedido de Informes.