El Senado y Cámara de Diputados...

CREACION DE LA COMISION BICAMERAL PERMANENTE DE CONTROL Y COORDINACION EN LA LUCHA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO.

Artículo 1- Créase en el ámbito del Honorable Congreso de la Nación, la Comisión Bicameral Permanente de Control y Coordinación en la lucha contra el crimen organizado.

Artículo 2- Son funciones de la Comisión Bicameral Permanente:

a) Efectuar y diagramar políticas de seguridad que atañen al combate del crimen organizado, velando por su observancia y cumplimiento.

b) Recabar y requerir informes de organismos públicos o privados, nacionales o internacionales involucrados en la temática.

c) Recibir denuncias y pruebas sobre hechos plausibles determinados, debiendo darse cuenta de ello al Ministerio Público Fiscal.

d) Formular las correspondientes denuncias penales que se estimen procedentes, aportando las pruebas colectadas. Así como recepcionar copias certificadas de causas judiciales o administrativas vinculadas con el objeto de la comisión.

e) Elaborar un informe anual sobre la situación de la criminalidad organizada en el Territorio Nacional y una Evaluación Periódica de la situación imperante.

f) Impulsar la coordinación y cooperación con los organismos internacionales consagrados a la materia.

g) Difundir las informaciones estadísticas relacionadas.

Artículo 3- La Comisión estará conformada por doce (12) diputados y doce (12) senadores, designadas/os por ambas Cámaras a instancia de los Bloques Legislativos, respetando la representación partidaria de cada órgano.

Artículo 4- La Comisión elegirá a su Presidente, Vicepresidente y Secretario por mayoría de votos y asimismo dictará su propio reglamento interno. El cual será aprobado por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de la Comisión.

Artículo 5- Comuníquese al Poder Ejecutivo

Señor presidente:

Señor Presidente, ante el arrollador avance de las actividades delictivas y acometidas criminales con base en la República Argentina. Entiendo que debe procurar integrarse ciertos aspectos; tanto de las acciones tendientes a la prevención, desactivación y represión de los grupos delictuales involucrados. Como así también componer la legislación vigente con nuevos y dinámicos estándares legislativos.

Es entonces que propongo crear La Comisión Bicameral Permanente de Control y Coordinación en la lucha contra el crimen organizado. Siendo sus prioridades, la lucha contra el Narcotráfico y narcoterrorismo, la Corrupción, Comercio, Trata y Explotación de Personas, Tráfico de armas, Fraudes y Falsificaciones.

Nuestro país viene sufriendo en los últimos años una delincuencia que en algunos casos tiene conexiones cosmopolitas. Las redes criminales internacionales operan en nuestro territorio y se sirven de las vulnerabilidades sociopolíticas de la Nación. Estas asociaciones ilícitas, dedicadas a perpetrar de manera constante y permanente actos que son catalogados como delitos, presentan una estructura jerárquica, una división de tareas, grados de especialización y ciertas reglas que rigen el comportamiento de la estructura delictiva y son impuestas de manera coactiva. Poseen además; una capacidad inusitada para defender de manera enérgica, su perpetuación, ante amenazas ya sea desde grupos criminales rivales o del poder punitivo del Estado. Por medio de la utilización de una feroz violencia y/ o, con la compra de voluntades de funcionarios públicos.

La inacción del Gobierno Nacional, la corrupción y la existencia de amplios sectores de la sociedad sin acceso a la economía formal, representan brechas en la cohesión social y política, que el crimen organizado aprovecha.

La relación entre actividades terroristas e individuos vinculados a otras actividades delincuenciales es un hecho objetivo incontestable. Los grupos violentos se sirven del crimen organizado para su financiación, mediante la comisión de hechos delictivos graves como el tráfico de drogas, el ciberdelito, asesinatos por encargo, secuestros, fraudes y robos , siendo en la actualidad un fenómeno universal, sirviéndose de redes de espionaje extranjero o local, de grupos de inteligencia y vigilancia, para ejecutar las más perversas atrocidades

De tal magnitud es esta amenaza a la seguridad hemisférica, que tras los acuerdos logrados por los jefes de Estado presentes en la VI Cumbre de las Américas, este organismo sudamericano expresó que evaluará "...alternativas que permitan una acción coordinada para hacer frente común a los distintos fenómenos de delincuencia que afectan la región".

Con la participación de 27 ministros de Defensa, Interior, Justicia y Relaciones Exteriores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay, Surinam y Venezuela; la UNASUR se aggiorna así, a la cuestión. La cual es promovida por los organismos internacionales y estados americanos, en torno a la grave situación que vive el continente, por cuenta de la delincuencia organizada transnacional.

La complejidad y gravedad que representa para todos los países del mundo, las acciones del crimen organizado sea este, local o foráneo; particularmente en lo relativo al narcotráfico, lavado de activos, tráfico de armas, tráfico de precursores químicos, trata de personas, entre otros. Se ve reflejada cruda y sangrientamente en México, donde el terror del narcotráfico ha dejado más de 50.000 muertos en los cinco años de gobierno de Felipe Calderón y ha convertido a Centroamérica en la zona más violenta del mundo, según reporte de la UNODC en el Estudio Global de Homicidios, 2011.

En mi modesta opinión, la criminalidad organizada asociada al narcotráfico es la mayor amenaza a la seguridad, integridad y ligazón social que tiene nuestro País y la América Latina toda. Agentes patógenos que si no se los disuelve decididamente, van camino a obtener la capacidad de desestabilizar las democracias en no pocas naciones Sudamericanas.

En la Argentina los ataques terroristas a la Embajada de Israel, el 17 de marzo de 1992, y la AMIA en 1994, han dejado profundas heridas abiertas que aún hoy no cierran. Dejando en evidencia la impotencia de los gobiernos de turno.

Es así, que con el fin de frenar el avance del crimen organizado y aunar esfuerzos en su desarticulación traigo a debate la creación de la Comisión Bicameral Permanente de Control y Coordinación en la lucha contra el crimen organizado. La misma es proyectada con el único objetivo de ostentar una herramienta de poder real que pueda plantarse frente a este flagelo. No obstante abarcar diferentes aristas, como ser intercambiar información con organismos Nacionales e Internacionales, impulsar la cooperación con otros países. Elaborar informes y recomendaciones de las medidas necesarias respecto a la estrategia y evaluación de la amenaza. Recolectar y evaluar pruebas. Debe necesariamente embestir contra la economía del crimen organizado, luchando contra sus actividades económicas e incautando sus activos. Sin dejar de lado el compromiso de reforzar las capacidades operativas de las fuerzas de seguridad, incrementar su especialización y sus recursos materiales y humanos, desarrollar programas enérgicos, que incluyan equipos conjuntos de investigación como medios indispensables en la respuesta operativa al crimen sistematizado.

Todo ello, dotará a la Comisión de armas concretas que mediante la promoción de leyes eficaces en la identificación de propietarios, empresas y fondos vinculados a actividades ilícitas. Vigorizará sus capacidades institucionales, promoviendo reformas legislativas que logren batallar y detener al crimen organizado a través de penas más fuertes, mayor fiscalización y el desarrollo de políticas que promuevan la cooperación interinstitucional.

Por lo expuesto, solicito a mis pares considerar los motivos expuestos y apoyen el presente proyecto de ley.