PROYECTO DE TP
Expediente 8964-D-2014
Sumario: CORONEL JUAN FRANCISCO BORGES, PRECURSOR DE LA AUTONOMIA DE LA PROVINCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO. ASCIENDASE POST-MORTEM, AL GRADO DE GENERAL DE BRIGADA DEL EJERCITO ARGENTINO.
Fecha: 12/11/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 164
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1°: Asciéndase post-mortem,
al grado de General de Brigada del Ejército Argentino, al Cnel. Juan Francisco
Borges, precursor de la Autonomía de Santiago del Estero.
Artículo 2°: Comuníquese al Poder
Ejecutivo
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Juan Francisco Borges, es y será
siempre recordado como el precursor de la Autonomía provincial. Nacido en
Santiago del Estero el 24 de junio de 1776, logró ingresar a la carrera militar y en
1783 ascendió al grado de capitán de infantería de los ejércitos reales y luego
habiendo sido enviado a España alcanza el grado de Teniente Coronel.
Durante su permanencia en España
conoció a otro futuro revolucionario argentino, el salteño José Moldes quien al
regresar a nuestro país, inició conspiraciones independentistas en su provincia, las
cuales Borges apoyó.
En 1810, y no obstante saber que
Borges formaba parte de los "independentistas", el gobernador de la Intendencia
de Salta del Tucumán lo designó comandante de armas de Santiago del Estero en
reemplazo de José Cumulat.
Cuando se produce la Revolución de
Mayo, esta noticia llegó a Santiago del Estero dieciséis días después, el 10 de junio
de 1810. Borges, entusiasta, adhirió en forma inmediata a ella, plegándose al
movimiento revolucionario. Y junto con Lorenzo Lugones y José Cumulat
presionaron al Cabildo local para que reconociera la autoridad de la Primera Junta.
Cuando Santiago de Liniers y los
jefes de la resistencia en Córdoba quisieron huir hacia el Norte, Borges les cortó la
retirada. Durante ese mismo año Borges es ascendido al grado de Teniente
Coronel y se le encomienda la formación de un regimiento de Patricios
santiagueños, que se incorpora al Ejército del Norte.
El 2 de julio de 1810 se convocó al
pueblo para elegir un diputado a la Junta Grande, y en esa elección fue elegido
Juan J. Lami. Borges enfrentó al Cabildo sosteniendo que hubo fraude e impugnó
la misma; hizo llegar la impugnación a la Junta de Buenos Aires, la que declaró la
nulidad de lo actuado y ordenó una nueva elección. En 1811 fue elegido Pedro F.
de Uriarte.
Ese reclamo de Borges constituye el
primero sobre la representatividad de los cuerpos colegiados que se conoce en la
historia de la Revolución.
Estando en Jujuy se produjo un
incidente o cuestión de orden moral, en el que Borges fue acusado por un faltante
de fardos de bayetones (telas), o de contrabando, pues iban entre el equipaje del
ejército. La denuncia consistía en que Borges habría retirado esos bultos y los
habría vendido por su cuenta. Así lo declaró el Gral. Ortiz de Ocampo, tras lo cual
Juan José Castelli despidió a Borges del ejército el 28 de noviembre en Potosí,
retornando el coronel humillado a Santiago del Estero. Posteriormente Borges
demandó a Ortiz de Ocampo por daños y perjuicios, y después de un largo
proceso, el general fue condenado a pagar a Borges una indemnización de $
1.680.-
En 1812 fue elegido miembro del
Cabildo y en 1814 fue castigado por desobedecer al poder central. Para entonces
ya se avizoraban movimientos autonómicos en todas las provincias argentinas.
Tanto es así que cuando llegó la noticia de la caída de Alvear el 26 de abril de
1815, ella fue recibida con gran júbilo en la provincia de Santiago del Estero. Así,
se fue generando un movimiento local de oposición al gobernador de Tucumán,
Bernabé Aráoz, especialmente por las medidas tomadas contra el Teniente
Gobernador Pedro D. Isnardi y su ayudante Lorenzo Goncebat.
Isnardi fue destituido por disentir con
el gobernador Aráoz y escribió una carta al Director Supremo, Ignacio Álvarez
Thomas, poniendo en su conocimiento la situación de penuria económica y el
carácter arbitrario de la política del gobierno tucumano. Álvarez Thomas se
desentendió del problema derivando su resolución al futuro Congreso a celebrarse
en Tucumán. Borges también le dirigió una carta a Álvarez Thomas, reclamando la
separación de su provincia de la del Tucumán.
Ocurrió entonces el primer
movimiento revolucionario, el 4 de septiembre de 1815 en horas de la noche. El
Teniente Cnel. Juan F. Borges, que contaba con el apoyo de la milicia provincial y
de buena parte del pueblo, destituyó al Teniente Gobernador Tomás Juan de
Taboada, tomó prisionero al Cnel. Ortiz de Ocampo, reunió al pueblo, y éste -entre
vítores y aplausos- eligió a Borges como nuevo teniente gobernador provisorio,
hasta que se convocara formalmente al pueblo.
El gobernador de Tucumán, Aráoz,
reaccionó inmediatamente y cuatro días después envió una fuerza de cincuenta
hombres dirigida por el comandante Juan F. Lobo, las que se enfrentaron con las
fuerzas de Borges, quien fue herido, destituido y apresado siendo conducido a
Tucumán, de donde logra escapar y huir rumbo a Salta. Desde allí se comunicó
con el Gral. Rondeau y le informó los sucesos acaecidos. Se asiló en Salta, bajo la
protección del gobernador Güemes. Participó en los levantamientos que
desembocaron en la autonomía salteña, y firmó el tratado por el que el Director
Supremo Gral. José Rondeau reconocía la autoridad de Güemes.
No hay dudas de que el salteño
Güemes apoyó y propició la separación de Santiago de Tucumán, atento la tirantez
de relaciones que existía entre él y Aráoz. Güemes debía luchar y defender solo las
fronteras del Norte contra los ejércitos realistas, ya que Aráoz no le daba ningún
apoyo. De allí que pensara que si Santiago se independizaba de Tucumán, podría
quizás colaborar con hombres y recursos. Ahogado en sangre ese movimiento
separatista en Santiago, la provincia recobró temporalmente la calma. En ese
interin renunció el Teniente Gobernador Tomás J. de Taboada aduciendo razones
de salud. El 28 de agosto, Belgrano propuso al Congreso la designación del Sgto.
Mayor Gabino Ibáñez como Teniente Gobernador. Este asumió el 30 de agosto e
informó a Belgrano del estado de convulsión política que reinaba en la provincia. El
general inmediatamente pasó esa comunicación al Congreso, que la trató en
reunión secreta.
Borges regresó de Salta y sublevó
nuevamente al pueblo de Santiago del Estero, llegando a reunir un número
considerable de seguidores. Preparó una segunda revolución separatista, que
estalló el 10 de diciembre de 1816. En ella apresó y destituyó al Teniente
Gobernador Ibáñez, a quien envió preso a Loreto, tras lo cual se hizo proclamar
nuevamente Teniente Gobernador.
Bernabé Aráoz, designado más
adelante "presidente de la República del Tucumán, soberana e independiente", le
informó maliciosamente al Gral. Manuel Belgrano que Borges se había levantado
en contra del Ejército de la Patria; que de acuerdo con el oriental Artigas no iba a
obedecer al Congreso; que no pagarían las contribuciones y que fomentarían las
montoneras. Creyendo Belgrano que Borges se levantaba contra él y su ejército, y
que su movimiento tenía relación con los realistas del Alto Perú, impartió la orden
al Cnel. Bustos (con su Regimiento 2), al Cnel. José M. Paz (escuadrón de
dragones), y al Mayor Aráoz de La Madrid, para que persiguieran y detuvieran a
Borges.
Conociendo Borges las intenciones
de sus perseguidores, y ante una evidente inferioridad numérica, se retira hacia
Loreto adonde pudo reunir unos 500 hombres. El 27 de diciembre Aráoz de La
Madrid localizó a Borges y lo derrotó en Pitambalá, dejando muchos muertos y
prisioneros. Borges fue perseguido y se refugió en casa de los Taboada en
Guaype, pero éstos lo entregaron a La Madrid.
El Congreso de Tucumán había
decretado el 1 de agosto de 1816 "el fin de la revolución, el principio del orden, el
reconocimiento y obediencia a la autoridad", disponiendo que quienes promovieran
la discordia entre los pueblos serían reputados enemigos, y castigados con todo el
rigor de las penas hasta de la muerte, o expatriación, según la gravedad del
crimen".
En la sesión del Congreso de
Tucumán, del 1º de enero de 1817, se conoció un comunicado enviado por el Gral.
Belgrano en el que se informa que "la legión re-establecedora del orden enviada a
Santiago del Estero bajo el mando de Aráoz de La Madrid, derrotó completamente
al insurgente Borges y su grupo de hombres y que el mencionado fue fusilado sin
juicio ni defensa el 1º de enero de 1817.
Cabe destacar que el comandante
de milicias que traicionó a Borges, y de quien le habían asegurado que era su
pariente, para ir a esconderse a su estancia, era nada menos que Leandro
Taboada, padre de Antonino, Manuel, Felipe y Gaspar.
El tiempo y los hechos demostraron
a Belgrano que se había equivocado, que el movimiento de Borges perseguía
únicamente la autonomía provincial.
Borges pagó con su vida los
intentos separatistas de Santiago del Estero. Santiago perdió con él al precursor y
apóstol de la revolución en el interior. Pudo ser un héroe de mayores proporciones,
pero su trágica muerte malogró su brillante carrera y privó a Santiago de un líder,
al que Ricardo Rojas lo definió como caballero cruzado, iniciado en las logias de
España y defensor de la República.
Juan F. Borges fue sin lugar a dudas
el mentor o precursor de la Autonomía de nuestra provincia. Él fue quien trajo
desde Europa a nuestra provincia las ideas revolucionarias, el portador de los
acontecimientos que allí se estaban produciendo, fue él quien comenzó a preparar
el ambiente para el cambio, y el primer santiagueño en responder al llamado de
los próceres de mayo.
Estudiando detenidamente los
pormenores de su vida, encontramos en él a un líder nato, y tras analizar las
características que configuran a este tipo de gente, llegamos a la conclusión de
que Borges poseyó todas las características de liderazgo.
En efecto, en oportunidad de los
sucesos de Mayo, él fue el primero, el que estuvo al frente de un grupo de
personas de ideas progresistas, algunos con formación universitaria, para
convencer a las milicias y a los sectores populares, a las clases bajas, a los indios,
a los mulatos, los esclavos, todo con el objeto de lograr un pronunciamiento de
apoyo. Viajó a pueblos de interior dando a conocer los objetivos. Fue el
revolucionario, el que buscaba el cambio.
Se aprecia en su vida que desde
pequeño, y al lado de su padre, se había preparado para dirigir. Luchó contra los
indios en La Paz, viajó a Europa, estuvo en España seis años conociendo cómo era
el sistema de gobierno, qué pretendía la realeza, aprendió los principios
revolucionarios, se contactó con gente, visitó otras naciones para ampliar sus
conocimientos, ejerció el comercio, cometió errores y aprendió de ellos, adquirió
experiencia. Se fijó metas, tuvo una visión -los derechos de su tierra- y supo
hacerla realidad, marcó las pautas, asumió la responsabilidad, persistió, fue
determinado.
Por su temperamento, era tenaz,
trabajó intensamente, puso empuje, espíritu de lucha, tesón, hombre de acción,
sufrió cárceles, humillaciones y destituciones, trató de superar las dificultades,
puso compromiso con el cambio, la gente adivinaba ese compromiso y lo seguía.
Su actitud produjo resultados, nunca se rindió y se impuso a la adversidad.
Tenía ascendencia sobre sus amigos
y seguidores por temperamento inquieto y fuerte, su palabra áspera y a veces
violenta. Sin ser noble de nacimiento, alcanzó un privilegio real, lo que le permitió
destacarse entre los pobladores de nuestra provincia. El Santiago de entonces
carecía de líderes que lo guiaran por la senda de progreso.
Salió a buscar la oportunidad,
experimentó, corrió riesgos, cayó y se levantó, se imaginó un futuro, reunió a
otros que como él tenían una visión común, dio el ejemplo.
Cuando las noticias del movimiento
de mayo de 1810, Borges se dirigió a la Junta Provisional Gubernativa
comunicándole que ponía al servicio de ésta, sin reserva alguna, su persona y sus
bienes. Luego armó y equipó un batallón proveyendo a los soldados, de su propio
peculio, de 300 uniformes. Se calcula que invirtió unos $ 5.000.- en ese
equipamiento. Todo ello provocó un reconocimiento y consideración especial por
parte del Gral. Francisco A. Ortiz de Ocampo, jefe del Ejército del Norte.
Borges no se calló, apenas regresó
a Santiago chocó contra el "establishment" (los cabildantes locales, Ortiz de
Ocampo, Castelli, Rivadavia, Rondeau, Posadas, Aráoz, etc.).
Su consigna era que Santiago del
Estero debía elegir sus propios gobernantes y a sus representantes, sin injerencia
del poder central ni de ninguna otra provincia. A Borges lo venció una traición.
Agregaba Andrés A. Figueroa que
"la autonomía, el ideal de Borges en aras de la cual rindiera su vida después de
prodigar su fortuna y su brazo en obsequio de la Patria, llegaba después de cuatro
años de desaparecido el patriota. Sin la desaparición de Borges, cuya popularidad
era grande y cuyo patriotismo era conocido por todos sus paisanos, Ibarra no se
hubiera constituido en el señor feudal". Fuente: libro "Historia de Santiago del
Estero" (Bi-Centenario 1810/2010), Latingráfica, Buenos Aires, 2011, del Dr.
Antonio V. Castiglione
Consecuentemente y teniendo a la
vista el mérito para conceder a esta figura, el ascenso post mortem en el grado
que aquí pretendemos, solicitamos de nuestros pares la aprobación del presente
proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
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JUAREZ, MANUEL HUMBERTO | SANTIAGO DEL ESTERO | FRENTE CIVICO POR SANTIAGO |
ABDALA DE MATARAZZO, NORMA AMANDA | SANTIAGO DEL ESTERO | FRENTE CIVICO POR SANTIAGO |
PASTORIZA, MIRTA AMELIANA | SANTIAGO DEL ESTERO | FRENTE CIVICO POR SANTIAGO |
OLIVA, CRISTIAN RODOLFO | SANTIAGO DEL ESTERO | FRENTE CIVICO POR SANTIAGO |
RUIZ, AIDA DELIA | SANTIAGO DEL ESTERO | FRENTE CIVICO POR SANTIAGO |
NAVARRO, GRACIELA | SANTIAGO DEL ESTERO | FRENTE CIVICO POR SANTIAGO |
HERRERA, JOSE ALBERTO | SANTIAGO DEL ESTERO | FRENTE CIVICO POR SANTIAGO |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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DEFENSA NACIONAL (Primera Competencia) |