PROYECTO DE TP
Expediente 8898-D-2014
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS CONDICIONES EXIGIDAS DE REFORMA DE LEGISLACION NACIONAL POR PARTE DE LA EMPRESA MULTINACIONAL "CHEVRON CORPORATION" PARA CELEBRAR ACUERDOS CON YPF S.A. ATINENTES A LA EXPLOTACION DE LA RESERVA HIDROCARBURIFERA DE VACA MUERTA, PROVINCIA DEL NEUQUEN.
Fecha: 11/11/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 163
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo
Nacional en los términos del art. 100 inciso 11 de la C.N. para que por
intermedio de la Jefatura de Gabinete de Ministros, Ministerio de
Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto, y de los organismos competentes en la
materia, informen a esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación,
sobre los siguientes puntos, vinculados a las condiciones exigidas de
reforma de legislación nacional por parte de la empresa multinacional
"ChevronCorporation" para celebrar acuerdos con YPF S.A. atinentes a la
explotación de la reserva hidrocarburífera de Vaca Muerta y otras
cuestiones conexas.
1.- Remitir con carácter de
urgente la totalidad de la documentación suscripta por con la empresa
Chevron por el Estado Nacional y/o la empresa Yacimientos Petrolíferos
Fiscales S.A., incluyendo aquellos que por cualquier circunstancia se
hubieren calificado como "confidenciales", "estrictamente confidenciales"
y/o "estrictamente confidenciales y secretos". Adjuntar copia fiel en los
idiomas en que se hubieren redactado: "Carta Acuerdo", "Garantía",
"Términos y Condiciones del Proyecto de Inversión para Exploración"
y"Acuerdo de Inversión para Proyecto".
2.- Identificar a los
funcionarios del gobierno y de la empresa YPF SA que negociaron los
acuerdos con la empresa Chevron y precisar si poseían instrucciones
expresas para aceptar condicionamientos de futuras reformas de la
legislación soberana de la Nación y en particular para conceder que
Chevron pudiese requerir eventualmente la realización de modificaciones a
la legislación existente o la promulgación de nuevas leyes dentro del marco
regulatorio federal y provincial neuquino.
3.- Establecer con fehaciencia y
rigor los extremos de los acuerdos bilaterales en cuanto atiempo y
características para las concesiones, los topes máximos a las regalías que
podrían cobrarle las provincias y estabilidad tributaria absoluta para la
petrolera norteamericana y sus subsidiarias.
4.- Indicar si Chevron exigió
una garantía de que podrá enviar dividendos al exterior, así como fijar la
jurisdicción extranjera para dirimir cualquier disputa con YPF S.A., en la
que el Estado argentino controla el 51 por ciento, pero es por ley una
sociedad anónima.
5.- Señalar si el acuerdo
estableció una serie de garantías amplias que debía asumir la petrolera
argentina ante posibles reclamos de terceros, especificando puntualmente
en qué consisten y como aplican cada una de las aludidas garantías.
6.- Certificar si a cambio de las
reformas legislativas que planteó Chevron, la petrolera norteamericana se
comprometió a invertir US$ 1240 millones en la formación Vaca Muerta, y
se acordó desarrollar un posible programa adicional de exploración en
otros 26 pozos por US$ 360 millones.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El gigante petrolero
norteamericano Chevron - al que alguna vez el presidente Obana le
recomendase a la presidenta argentina como eventual inversor -condicionó
la firma del acuerdo con YPF para invertir en el yacimiento Vaca Muerta a
la reforma de leyes federales y provinciales, y a la aprobación de nuevas
normas. Y esas modificaciones debían resultar de su "entera satisfacción"
para que comenzara a traer capitales a la Argentina, según consta en
documentos que firmaron las petroleras cuyas copias obtuvo el diario La
Nación.
Los planteos de Chevron
resultaron efectivos: las "condiciones suspensivas" o "precedentes" que
delineó en las negociaciones con YPF terminaron incorporadas en un
decreto y en una ley neuquina, en un decreto presidencial y en la flamante
ley de hidrocarburos que aprobó este Congreso con el objetivo de alcanzar
la soberanía energética. Pero fuentes de la empresa señalaron que las
normativas no generan derechos exclusivos para Chevron, sino que crean
el marco necesario para estas y futuras inversiones en exploración
petrolera.
Las condiciones de Chevron,
vertidas en documentos identificados como "estrictamente confidenciales",
se centran en el tiempo y las características para las concesiones, los topes
máximos a las regalías que podrían cobrarle las provincias y una
estabilidad tributaria absoluta para la petrolera y sus subsidiarias.
Chevron también exigió una
garantía de que podrá enviar dividendos al exterior, así como fijar la
jurisdicción extranjera para dirimir cualquier disputa con YPF, en la que el
Estado argentino controla el 51 por ciento, pero es por ley una sociedad
anónima.
Además, el acuerdo estableció
una serie de garantías amplias que debía asumir la petrolera argentina
ante posibles reclamos de terceros.
Los términos de la negociación
surgen de tres documentos, redactados en inglés y categorizados
"estrictamente confidenciales", que ambas petroleras firmaron a mediados
de 2013 y cuyas copias obtuvo el periódico fundado por el general
Bartolomé Mitre. Son los identificados como "Carta Acuerdo", "Garantía" y
"Términos y Condiciones del Proyecto de Inversión para Exploración". Un
cuarto documento, el más sensible y relevante de todos -"Acuerdo de
Inversión para Proyecto"- continúa bajo llave.
Altos ejecutivos de YPF
admitieron la autenticidad de esos documentos. Pero la interpretación
oficial desde la petrolera sobre todo el proceso de negociación, acuerdo y
operación con el gigante norteamericano es distinta: "Chevron no tiene
ninguna garantía: corre el ciento por ciento del riesgo petrolero y reclama
las condiciones habituales de la inversión petrolera en el mundo".
Consultados los voceros de Chevron indicaron desde Estados Unidos que
no harían comentarios.
Ante una presentación judicial
de colegas legisladores de la oposición que pretendían conocer el detalle de
esos documentos, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, defendió
repetidas veces su carácter confidencial. En agosto de 2013 afirmó que no
había "cláusulas secretas" en el acuerdo con Chevron, sino "condiciones de
confidencialidad y privacidad destinadas a proteger las inversiones de dos
empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York".
En rigor, esas mismas
cláusulas de confidencialidad son comunes en los contratos de otras
petroleras públicas o mixtas de la región, como Petrobras o Pemex. Por
eso, desde YPF reafirmaron el principio de confidencialidad ante la
solicitud de los periodistas para acceder al "Acuerdo de Proyecto de
Inversión".
A cambio de las reformas
legislativas que planteó Chevron, la petrolera norteamericana se
comprometió a invertir US$ 1240 millones en la formación Vaca Muerta, la
mayor reserva de hidrocarburos del país y considerada una de las más
relevantes del planeta. Y acordó desarrollar un posible programa adicional
de exploración en otros 26 pozos por US$ 360 millones.
Muchas de las condiciones que
había delineado Chevron en los documentos del 16 de abril de 2013 se
plasmaron primero en el decreto 1208/13 y luego en la ley 2687 de la
provincia de Neuquén; después en el decreto 292/2013 -que creó el
Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos-
, que firmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y, por último,
terminaron en la ley 27.007 de hidrocarburos, que el Congreso aprobó el
30 de octubre.
Conocida como la "ley
Galuccio" porque el presidente de YPF se convirtió en su impulsor más
férreo, la norma se defendió desde el oficialismo como una herramienta
clave para que la Argentina alcance su "soberanía energética".
El propio Galuccio confirmó la
existencia de las condiciones planteadas por Chevron en un comunicado
que envió a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Pero las calificó de
"determinadas condiciones precedentes" -con una traducción literal del
documento en inglés- y sólo detalló una: que Neuquén debía otorgar una
nueva concesión sobre el área "con un plazo de explotación de 35
años".
Entre otras, esas "condiciones
suspensivas" o "precedentes" eran:
"El plazo para la o las
concesiones y la cesión del título sobre los activos a Cofel [por
ChevronOverseasFinance II (Exploration) Limited] se regirán por términos
y condiciones que resultan aceptables para Cofel [Chevron], lo que, entre
otras cosas, puede requerir la realización de modificaciones a la legislación
existente o la promulgación de nuevas leyes dentro del marco regulatorio
federal y provincial".
"Las concesiones deberán
otorgarse por un plazo mínimo de 35 años con una autorización asociada
para ceder, en totalidad o en parte, una o varias concesiones a
terceros".
"La tasa de regalías total por la
explotación de recursos hidrocarburíferos no convencionales en el marco
de las concesiones no superará el 12%".
"Dicha tasa máxima del 12%
incluirá, sin carácter taxativo, regalías, impuestos a la producción,
impuestos sobre beneficios extraordinarios o pagos basados en el flujo de
caja neto".
"Las leyes federales,
provinciales y municipales deberán ser eficaces para ofrecer estabilidad
impositiva y en las regalías".
"Cofel [Chevron] deberá poder
en todo momento remitir dividendos a sus accionistas extranjeros libres de
todo gravamen (incluidos impuestos)".
"Deberá conferirse el derecho a
exportar la producción de petróleo y gas de yacimientos no convencionales
de conformidad con términos y condiciones aceptables, como así también
el derecho a mantener en el exterior un porcentaje aceptable de los fondos
provenientes de esas exportaciones".
La vinculación entre esas y
otras cláusulas de la negociación y las reformas normativas es evidente. El
10 de abril de 2013, Galuccio anunció la inversión conjunta en Vaca
Muerta; un día después la Presidenta firmó el decreto 292/13, que se
publicó el 15 en el Boletín Oficial, y al día siguiente YPF y Chevron
rubricaron el "Acuerdo de Proyecto de Inversión", por un área de concesión
de 360 hectáreas, de las 30.000 de Vaca Muerta.
Así, tanto el decreto
presidencial como la nueva ley petrolera aparecen como dos instrumentos
jurídicos creados desde el Gobierno "a medida" de las condiciones
delineadas por Chevron durante las negociaciones que comenzaron a
tomar forma a fines de 2012, según surge de los propios documentos que
obtuvo el matutino porteño La Nación.
"Durante los últimos siete
meses, nuestros equipos han realizado progresos significativos para
alcanzar un entendimiento mutuo en relación con el Proyecto de
Exploración de Vaca Muerta y Cacheuta", indicaron los negociadores en
uno de esos documentos.
En rigor, la negociación había
comenzado antes y para agosto de 2012 habían sellado un primer
"memorando de entendimiento" (Fuente: Hugo Alconada Mon, Francisco
Olivera, diario La Nación).
La confirmación de las
condiciones requeridas por Chevron para una tarea realmente importante,
como es la explotación de los recursos de Vaca Muerta, no alcanzan para
soslayar que se enmarcan en actos rayanos en la felonía y traición a la
Patria y nos coloca, lamentablemente en épocas pretéritas como las
nefastas negociaciones de Manuel José García con Lord Strangford y
posteriormente como Ministro Plenipotenciario ante el Imperio del Brasil,
firmó el 24 de mayo de 1827 una "Convención Preliminar de Paz" que
incluía la renuncia de las Provincias Unidas a la soberanía sobre la
Provincia Oriental, que venía siendo ocupada por la fuerza durante diez
años; o del vicepresidente Julio Argentino Roca (h) en el Pacto Roca-
Runciman, cuando declaró el 10 de febrero de 1940: "La geografía política
no siempre logra en nuestros tiempos imponer sus límites territoriales a la
actividad de la economía de las naciones. Así ha podido decir un publicista
de celosa personalidad que la Argentina, por su interdependencia
recíproca es, desde el punto de vista económico, una parte integrante del
Imperio Británico".
Este Congreso no puede
consentir tales actos y exige conocer todas las cláusulas, incluyo aquellas
que se han "confidencializado" o teñido de secretismo, para no
desencantar a los aplaudidores del modelo "nacional y popular" o en un
rapto de vergüenza o cobardía al producir una insolente afección de los
intereses patrios y de la propia soberanía de la República Argentina.
Es evidente e irrefutable que el
país debe asegurar un marco legal y macroeconómico seguro y estable.
Empero, ello no se obtiene con normativas de privilegio ni con
contrataciones especiales y secretas, sino con una normalidad y
confiabilidad general, tanto para inversores vernáculos como foráneos. El
caso de Chevron, lejos de consolidar un escenario de confianza, suscita
más incertidumbre. Es sumamente inquietante para el presente y porvenir
argentino que para obtener una inversión de us$ 1.400 millones debamos
ceder la jurisdicción, comprometer mutaciones de las leyes y dar diversas
garantías especiales. Ello contrasta con los us$ 2.000 millones que
pagamos de más por el cupón atado al crecimiento del PBI que se abonó
por un aumento del producto interno que no había sido tal, sino
desfigurados por estadísticas adulteradas.
Pido por consiguiente el
acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente pedido de
informes.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
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