El Senado y Cámara de Diputados...

ARTÍCULO 1°: Incorpórese como materia ordinaria al plan de estudios de la enseñanza media del Sistema Nacional de Educación las religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islamismo bajo la asignatura “Religiones Comparadas”.

ARTÍCULO 2°: El Ministerio de Educación y Deportes de la Nación junto al Consejo Federal de Educación y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto definirán los contenidos y los docentes a cargo del dictado de la materia “Religiones Comparadas”.

ARTÍCULO 3°: Invítese a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la presente ley.

ARTÍCULO 4°: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

Con el más absoluto convencimiento de que ninguna educación puede ser integral y completa si no va acompañado de conocimientos religiosos es que presentamos esta iniciativa, que tiene por objeto llevar a las aulas de todo el país, fundamentalmente la enseñanza de las tres religiones monoteístas abrahámicas existentes: el judaísmo, el catolicismo y el islamismo. Las religiones abrahámicas son las fes monoteístas que reconocen una tradición espiritual identificada con Abraham.

Este proyecto está acorde al derecho constitucional de enseñar y aprender en forma igualitaria y equitativa y principalmente no se contrapone con el derecho a la libertad de culto sostenida en el artículo 14 de nuestra Carta Magna.

Consideramos que en la últimas décadas hemos propiciado la neutralidad en beneficio de la ignorancia y el laicismo en beneficio del ateísmo en una nación como la Argentina cuya Constitución Nacional es TEOCÉNTRICA, que invoca en su Preámbulo la protección de “Dios, fuente de toda razón y justicia”, y es por ello que las nuevas generaciones deberían tener el conocimiento que los aproxime al principio de dicha racionalidad y justicia en la búsqueda de una patria más grande, más libre, más soberana y más educada.

La globalización, el avance hacia el ecumenismo y la universalidad, hace imperioso que los jóvenes amplíen sus conocimientos que redundará en aumentar las fronteras del pensamiento y los educandos se convertirán en ciudadanos del mundo, abanderados de la tolerancia religiosa.

El conocimiento es la mejor herramienta para evitar distorsiones dogmáticas o seculares que desvíen el fundamento amoroso y fraterno de las religiones abrahámicas sobre cualquier conducta desamorada y violenta de un DIOS que no se conoce.

Es por todo lo expuesto, que solicito a mis pares el acompañamiento en el presente proyecto de ley.