La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de los organismos correspondientes, informe:

1) Si tras lo ocurrido en la granja de la Empresa Nuestra Huella S.A., el Ministerio de Trabajo ha realizado las inspecciones pertinentes respecto del trabajo infantil.

2) En caso afirmativo responda:

a) Cuántas denuncias se recibieron desde el 2004 a la fecha.

b) Cuántas inspecciones se realizaron desde el 2004 a la fecha.

c) Remita copia de las mismas (incisos a y b)

d) Indique la cantidad de niños y niñas menores de 18 años que se detectaron trabajando, detallando en tal sentido edad, condiciones laborales y condiciones de salubridad.

e) Indique en detalle si se detectaron menores de 18 años expuestos a la manipulación de agrotóxicos, y/o animales, y/o su sangre, y/o insectos.

f) Informe cuáles son las medidas tomadas por el Ministerio de Trabajo y qué rol desempeña la CONAETI (Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil) en tal sentido.

Señor presidente:

La situación de menores trabajando representa, generalmente, trabajo en negro, pero también la existencia de un afán lucrativo por parte de empresarios inescrupulosos que tienden a optimizar sus ganancias, abusando del estado de vulnerabilidad de familias enteras. Es pues, a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad a quienes se les exigen niveles de productividad que sólo pueden ser alcanzados con la dedicación entera del grupo familiar. Esa exigencia convierte al trabajo en servidumbre y a la familia en esclava de sus necesidades.

El modelo de desarrollo vigente, requiere de tan altos niveles de productividad por parte del empresariado, sin control estatal, que sólo puede sostenerse con el uso de agrotóxicos y del trabajo esclavo. Tal es así, que en el mundo entero las cifras que indican la existencia de niños y niñas trabajando, aumenta día a día.

La explotación infantil es consecuencia directa de la falta de asunción de responsabilidades mínimas por parte de sectores empresariales que desarrollan actividades temporarias o estacionales: el denominado trabajador golondrina es explotado y el aumento en la carga de productividad es lo que ocasiona niveles de servidumbre propios de otro siglo. La ausencia de controles estatales garantizan la impunidad de este accionar desde cierto sector privado.

El trabajo infantil trae aparejado la deserción escolar, la falta de un desarrollo íntegro de las aptitudes de los menores y el sometimiento de los mismos, generalmente, a condiciones de trabajo esclavos que se vuelven insalubres, tanto a nivel físico como psíquico. El caso del niño Ezequiel Ferreira, fallecido hace alrededor de un mes a causa de un cáncer producido por su trabajo en la empresa avícola Nuestra Huella S.A., es un claro ejemplo de las consecuencias fatales que trae consigo la falta del control e inspecciones, en granjas como las de la empresa en cuestión, por parte de los organismos estatales a cargo.

Por último, es importante destacar que son los niños y niñas nacidas en hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza los que tienen mayores riesgos de incorporarse tempranamente al mercado laboral en negro. Son las principales víctimas de un modelo que excluye para vender y los obliga a trabajar para poder comer.

Por todo lo expuesto solicitamos la aprobación del presente Proyecto de Resolución.