La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su repudio e indignación ante la vandálica destrucción de la parroquia Nuestra Señora de Fátima de la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires, acaecida el día 1 de noviembre de 2014, que incluyó destrozos de bienes, vitrales, imágenes sagradas, libros y elementos litúrgicos del culto, incendio de bancos y confesionarios. Asimismo, expresar la honda preocupación de la Cámara de Diputados de la Nación ante la reiteración de hechos vandálicos.

Señor presidente:

Según reportó la prensa local olavarriense, el incidente se produjo en alrededor de las 5 de la mañana del sábado 1 de noviembre, cuando los agresores ingresaron a la Iglesia por la parte trasera a través un patio lindero. Desde allí accedieron a un cuarto donde se guardan los elementos para la misa, que fueron destrozados. Luego pasaron al templo, donde rompieron todo lo que se cruzó en su camino. Y finalmente, apilaron los bancos, los incendiaron y salieron por el frente, sin llevarse nada. Los bomberos tuvieron que trabajar arduamente para apagar las llamas.

"No llegamos con el mensaje a la gente que hizo este daño", afirmó el obispo diocesano de Azul monseñor Hugo Salaberry S.J. al arribar a la parroquia, donde también se hicieron presentes el intendente José Eseverri, varios concejales y funcionarios, y la fiscal Susana Alonso.

Luego de recorrer el edificio y frente a un grupo de vecinos, el prelado indicó: "A veces es mejor que no haya nadie, que no esté el sacerdote, porque si hacen un daño de este tipo y viene una persona, le puede pasar algo a la persona. Pero si hacemos una relectura o una suposición, puede ser que sí, que haya sido el hecho de que la parroquia esté sola anime un poco más a la gente a ingresar".

Sobre la investigación, dijo que conversó con la fiscal, aclaró que no vio inscripciones en el interior y advirtió: "Se van a ver las cámaras de seguridad, de todas maneras hay huellas de sangre, como prueba es mayor".

Sin desmedro de ello, desvinculó la agresión de un conflicto que vive el colegio parroquial. "Una cosa es que los padres defiendan con fervor lo que piensan, y otra cosa es un caso como este que sería de tipo delictivo amenazante", comentó.

"Lamentablemente un hecho así en iglesias es bastante común. Quizás no ha sido acá en Olavarría. Pero en la diócesis, sí. Es muy de esta época, más común de lo que uno cree. Lo lamento seriamente. Impresiona mucho", concluyó el obispo (Fuente: Infobae).

Aunque se barajó la posibilidad de suspender eventos previstos para esta semana, se anticipó que se celebrará Misa y que "todo seguirá como estaba previsto".

Un ataque contra un templo de cualquier religión es un hecho repudiable. En este caso, la destrucción de la parroquia olavarriense implica un salvaje atentado a la libertad de cultos, a la integridad del templo católico, su altar e imágenes sagradas y la afectación de los elementos litúrgicos destinados a la celebración de la Santa Misa.

Es hondamente inquietante que acaezcan hechos vandálicos y violentos como este que reudiamos. Podría estar hablándonos de una desocialización que debemos atender en sus síntomas, pero muchísimo más en sus causas.

Pido el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar la presente resolución.