La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su beneplácito por la integración de la "Red Argentina de Reservas Naturales Privadas", presentada el 2 de junio de 2014 en la Ciudad de Buenos Aires en el marco del proyecto "Fortalecimiento de la Conservación en Tierras Privadas en la Argentina", ejecutado por la Fundación Vida Silvestre Argentina con financiamiento del Fondo para las Américas. Las acciones comprometidas hacia la protección de la biodiversidad y el patrimonio cultural en reservas privadas voluntarias de la República Argentina complementan los esfuerzos nacionales y provinciales para compatibilizar el desarrollo económico productivo con el cuidado de los recursos naturales y culturales de la Nación.

Señor presidente:

La iniciativa de constituir una Red Argentina de Reservas Naturales Privadas se concretó el pasado 2 de junio de 2014, en la Ciudad de Buenos Aires. Dicha Red, resulta de una acción promovida por diversas organizaciones de la sociedad civil del país.

Las Reservas Naturales Privadas se originan en la decisión de los propietarios de tierras privadas por proteger los recursos naturales y culturales ubicados en fundos, complementando la protección que las áreas protegidas generan en los distintos niveles del Estado. En ese marco, los propietarios de reservas naturales privadas custodian un patrimonio natural y cultural que generan beneficios a toda una sociedad. Así, la conservación privada es una herramienta que aporta a la superficie protegida por el Estado y a una estrategia regional de desarrollo sustentable, aunando esfuerzos para la conservación de la biodiversidad, las riquezas culturales y el funcionamiento de los ecosistemas.

Se reconocen diversos propósitos principales hacia los cuales se apunta con los mecanismos de conservación privada, como lo son las reservas naturales privadas se encuentran:

Propiciar la conectividad de ecosistemas, favoreciendo los flujos y movimientos de especies;

Crear zonas de amortiguación de las áreas protegidas públicas, ampliando el área en conservación y generando una cultura de conservación en las áreas próximas;

Proteger objetos claves para la conservación como ecosistemas estratégicos y vulnerables, y especies endémicas y/o amenazadas de extinción;

En la mayoría de los casos, se realizan en estas reservas actividades productivas sustentables como el turismo, pero también complementan sus actividades de conservación con emprendimientos ganaderos y explotaciones forestales, entre otros. Además se realizan acciones de educación ambiental e investigación científica.

Así, la conservación privada es una herramienta que aporta a la superficie protegida por el Estado y a una estrategia regional de desarrollo sustentable, aunando esfuerzos para la conservación de la biodiversidad, las riquezas culturales y el funcionamiento de los ecosistemas.

Doce provincias de la República Argentina disponen de la figura de reservas privadas en su legislación y escasas otorgan incentivos financieros para su implementación y promoción. Dentro de 21 de las 23 provincias del país existen más de 170 reservas naturales privadas que totalizan 700.000 hectáreas. Se denota asi el interesante potencial de esta herramienta para la conservación del patrimonio natural y cultural para que en el futuro sean reconocidas y auspiciadas por las administraciones provinciales y la Nación. En ese sentido, se rescata que la integración de las reservas privadas al Sistema Federal de Áreas Protegidas facilitaría la articulación de acciones conjuntas en el territorio y el fortalecimiento de la conservación de la biodiversidad así como el desarrollo sustentable.

En la actualidad, la Red incluye a 55 reservas naturales privadas y 17 organizaciones de la sociedad civil. Más de la mitad de las reservas incorporadas cuentan con reconocimiento jurídico por parte de las provincias en las que se ubican o trabajan en convenio con organizaciones no gubernamentales. Entre las reservas se encuentran las siguientes:

Delta Terra, El Destino, El Morejón, La Amanda, Paititi y Sierras Grandes (en la provincia de Buenos Aires); El Cachapé (en la provincia de Chaco); Bosque Petrificado Florentino Ameguino, La Esperanza y San Pablo de Valdés (Chubut); Cerro Blanco, Espinillo Bravo, Las Dos Hermanas y Los Barrancos (en la provincia de Córdoba); Cambá Trapo, Guazú Cuaré y San Antonio (en la provincia de Corrientes); Don Sebastián, El Ceibo, La Aurora del Palmar, La Florida, Laguna del Yacaré y Senderos del Monte (Entre Ríos); Eco Portal de Piedra, Granja Villamonte, Loma Chata y Puesto de las Tarukas (Jujuy); Santa Lucía (La Pampa); Tierras Blancas y Villavicencio (Mendoza); Akaguapy, Aponapó, Camboatá, Don Otto, El Paraíso, Itaovi, Karadya, La Coral, Osununú, Puerto Bemberg, Rincón Nazarí, Urugua-í, Yacutoro, Yaguaroundí, Yasi Yateré, Yateí e Yvytú (ubicadas en la provincia de Misiones); Del Huaico (Salta); Don Carmelo (San Juan); Don Félix y Sacha Juan, El Corralito, Piedra del Agua y Valle Escondido (San Luis); Monte Loayza y Cañadón del

Duraznillo (Santa Cruz) y Federico Wildermuth (en la provincia de Santa Fe).

Las diversas organizaciones de la sociedad civil que apoyan la red son:

Asociación Aves Argentinas, Asociación Conservación Argentina, Asociación Conservación Patagónica, Asociación Protágonos, Fundación BioRED, Fundación CEBio, Fundación Ecologista Verde, Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Fundación Hábitat & Desarrollo, Fundación Huellas para un Futuro, Fundación Naturaleza para el Futuro, Fundación Patagonia Natural, Fundación Proyungas, Fundación Temaikèn, Fundación Vida Silvestre Argentina, Fundación Yuchán y The Nature Conservancy.

En razón de los esfuerzos sinérgicos que promueve esta red para la conservación de la biodiversidad en la República Argentina promoviendo su armonización con las actividades productivas sustentables en nuestro país, solicito a mis pares la aprobación de este Proyecto de Declaración.