La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar profundo repudio ante las declaraciones del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ing. Mauricio Macri, quien responsabilizó de los lamentables hechos ocurridos en el Parque Indoamericano de la Ciudad de Buenos Aires, al "avance de la inmigración ilegal".

Estas declaraciones claramente discriminatorias, lesionan gravemente el respeto de las leyes vigentes y los tratados internacionales y coadyuvan a generar un estado de violencia y estigmatización repudiables que lesionan la honra y dignidad de nuestros hermanos latinoamericanos, incitando a la violencia con total irresponsabilidad.

Señor presidente:

El pasado 9 de Diciembre, en el marco de una conferencia de prensa realizada en la sede de la Jefatura de Gobierno porteña, el Ing. Mauricio Macri responsabilizó por la toma y ocupación de predios en el Parque Indoamericano al avance de la inmigración ilegal.

Estas mismas declaraciones fueron objeto de críticas de todo el sistema político democrático argentino y la misma embajada de Bolivia ha solicitado a través de un comunicado que el Jefe de Gobierno pida disculpas públicas a la colectividad boliviana por sus dichos xenófobos y discriminatorios.

Estas manifestaciones se suman a otras de igual envergadura, vertidas por el propio Jefe de Gabinete de Ministro de la Ciudad, el Sr. Horacio Rodriguez Larreta quien aseveró que estos hechos son responsabilidad de una "una inmigración descontrolada, combinada con narcotráfico y mafia".

En el día de hoy, 10 de Diciembre donde conmemoramos en todo el mundo el día de los Derechos Humanos, como integrantes del Honorable Congreso de la Nación, es nuestro deber manifestar nuestra profunda preocupación y repudio por las opiniones de funcionarios y autoridades de un Estado de Derecho que lejos de intentar la concordia y paz entre hermanos, no hacen más que convocar al odio y al racismo más abyecto. Asimismo sus palabras resultan altamente discriminatorias, toda vez que les dice a unos vecinos que no tiene los mecanismos para resolver la situación que generan los ocupantes, de los que oculta su calidad de vecino por ser mayoritariamente inmigrantes, incitando a la violencia de la llamada "justicia por mano propia".

Es responsabilidad del gobernante apuntalar la pacificación en circunstancias de conflicto, si no se es capaz de lograrlo, al menos debería utilizar palabras pacificadoras en lugar de echar leña al fuego, con comentarios discriminatorios, xenófobos y descalificatorios de seres humanos que en su mayoría son trabajadores, personas de bien que viven en la exclusión más absoluta. Sino de qué otra forma se entiende la férrea voluntad de resistir por la apropiación de un pedazo de tierra fiscal a costa de las terribles consecuencias que ello puede acarrear, no sólo desde el punto legal, sino poniendo en riesgo sus vidas.

Tres muertos son más que suficientes, no queremos más, y menos una guerra entre vecinos, entre pobres, entre trabajadores, entre personas.

Por este motivo solicitamos la aprobación del presente