La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su repudio por la falta de respuesta de las autoridades del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ante el pedido de reapertura del servicio de zooterapia dependiente del Ministerio de Salud de la Ciudad, ubicado en el Parque del Bicentenario (ex Roca), ocurrido en octubre de 2010, efectuado por los padres de los más de cuatrocientos niños y niñas discapacitados que realizaban tratamientos en dicho predio.

Señor presidente:

En el Parque del Bicentenario (ex Parque Roca), ubicado en la Avenida de los Pueblos Originarios 3490 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, funcionaba desde 1993 un programa de terapia no convencional para niños y niñas con discapacidades dependiente del Ministerio de Salud porteño. Hacia octubre de 2010, alrededor de 500 niños y niñas realizaban tratamiento de zooterapia en forma gratuita y con alentadores resultados. La terapia se llevaba a cabo mediante 30 perros entrenados y cuatro terapeutas, con el objetivo de mejorar su calidad de vida, asistirlos, contribuir a su rehabilitación, etc. Estaba orientado hacia niños y niñas derivados en general de hospitales públicos, o simplemente para aquellos que por iniciativa de sus padres eran llevados hasta allí en busca de ayuda.

Los perros (golden retriever, terranova, pastor de los pirineos, labradores, etc) eran entrenados especialmente para esta tarea, que incluía hasta bebes de pocos meses de edad. Además cabe destacar que por ser un parque verde en un ambiente tranquilo y relajado, los pacientes disfrutaban del aire libre, así como de las instalaciones preparadas especialmente para trabajar en su terapia. Caniles para los perros, sala de espera para padres, baño adaptado, plaza de juegos y hasta un servicio de transporte para facilitar el acceso de muchos niños y niñas a la terapia.

Cabe destacar que luego del cierre intempestivo, las autoridades no dieron una explicación satisfactoria a los padres, ni tampoco ofrecieron una derivación hacia otro servicio. Simplemente sostuvieron que en breve se volvería a abrir, aunque el predio ya lleva cerrado más de dos años, con lo que eso significa para un niño o una niña en tratamiento. Las especulaciones acerca del motivo del fin del servicio fueron variando en estos dos años, lo cierto es que una vez que el Ministerio de Salud porteño quitó a su coordinadora, la Licenciada Elsa Szwarcman, que además era quien cuidaba a los animales que acompañaban al terapista en la atención a los y las pacientes, en un predio ya desmantelado, el programa perdió el rumbo. La Defensora Adjunta del Pueblo Graciela Muñiz, realizó inmediatamente un recurso de amparo en la justicia y reveló la voluntad del Gobierno porteño de "desvirtuar el uso del espacio público con fines empresariales", ante la presentación en el Boletín Oficial de la Ciudad de una cesión, por cinco años, a la Federación de Autotransporte y Carga de un espacio en el parque, que linda con el lugar en donde funcionaba el servicio de zooterapia (1) .

Al poco tiempo de ocurrido estos acontecimientos, la Jueza Elena Liberatori, del Juzgado 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario, ordenó a través de una medida cautelar la inmediata reapertura del Servicio de Zooterapia del Parque Roca e instó al ministro de Salud, a que el tribunal informe acerca del cumplimiento de la medida dispuesta. La argumentación del amparo se basaba en que el cierre del servicio resultaba lesivo de los derechos y garantías de los niños y niñas que allí eran atendidos (2) .

Dos años han pasado y cientos de niños y niñas siguen sin respuesta, pero en los últimos días un acontecimiento dió lugar a que las sospechas más sombrías de los padres se hicieran realidad, ya que el 11 de diciembre pasado en la Audiencia Pública por el Proyecto del Centro de Transferencia de Cargas Sur en el Parque Roca, el gobierno de la CGBA, dijo que las tierras del parque estaban ociosas, aún cuando sin contar el servicio de zooterapia, un parque verde, no es ocioso para una comunidad que lo usa con fines deportivos y recreativos.

Más allá de los indicios de que detrás del cierre del servicio se está gestando un gran negocio inmobiliario, cientos de niños y niñas con discapacidades motoras, neurológicas, sensitivas y sensoriales quedaron sin tratamiento. Cientos de niños y niñas de escuelas públicas periféricas, menores en custodia del Servicio Penitenciario, personas con problemas de adicción en recuperación y pacientes oncológicos terminales, quedaron hace más de dos años sin tratamiento y sin respuestas.

No vamos a insistir acá en las bondades de la zooterapia, solo diremos que no es una terapia alternativa, sino un tratamiento científicamente aprobado por sus resultados. De hecho la misma Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA), incorporó un enfoque transdisciplinario al dictado de Terapia Asistida con Animales, tratamiento con zooterapia destinado a niños con necesidades educativas especiales. Actualmente funciona un servicio de zooterapia, dependiente del área de Salud Mental del Hospital del Niños Dr. Pedro Elizalde, que podemos afirmar es la única institución pública dentro de la ciudad que ofrece esta alternativa de tratamiento, aunque es muy reducido el universo de casos que tratan, debido a lo acotado de sus posibilidades y sus recursos. Lo mismo podemos decir del Hospital Tobar García y del Moyano, pero está destinado a otro tipo de pacientes y a otro tipo de discapacidades. En síntesis, hace dos años que dejó de funcionar la única alternativa gratuita de zooterapia para cientos de niños y niñas con discapacidad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todos los pacientes quedaron sin derivación, ya que no existe otro lugar en la Ciudad de Buenos Aires que pueda abordar patologías múltiples mediante la utilización de perros de terapia debidamente certificados. En su lugar, proponen al Centro de Día, que rara vez está abierto, y donde no hay cabida para los niños del Servicio de Zooterapia porque es sólo para patologías mentales, de 4 a 18 años.

Muchos derechos han sido manifiestamente vulnerados, derechos amparados en la Constitución Nacional, en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en leyes nacionales como la Nº. 22.431, la Nº 24.901, pero fundamentalmente la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada mediante la Resolución de la Naciones Unidas del 13 de diciembre de 2006 y que forma parte de nuestra legislación interna desde el 21 de mayo de 2008, a través de la Ley Nº 26.378 que aprueba la Convención y su protocolo facultativo.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.