La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De interes de esta Honorable Camara las tareas desempeñadas por la Sociedad Damas de Beneficencia en el Hogar para Ancianos de la ciudad de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires.

Señor presidente:

La Sociedad Damas de Beneficencia de la Ciudad de Tres Arroyos fue creada en el año 1918, y desde el año 1921 tiene a su cargo la administración del Hogar de Ancianos de dicha ciudad.

El Hogar de Ancianos se sitúa en una casa amplia, construida a principios de siglo pasado, la cual se encuentra ubicada entre las calles Derqui y Olivero-Duggan de dicha ciudad bonaerense.

Actualmente alberga a 65 personas, brindándoles alojamiento, alimentación, actividades recreativas y asistencia de enfermería. Cada una de las personas que vive en dicha institución recibe un trato personalizado, tendiente a satisfacer todas las necesidades físicas y psíquicas de las que son pasibles.

Las tareas desempeñadas por las Damas de Beneficencia son invalorables. Dedican gran parte de su tiempo en atender las diferentes necesidades que se van generando, otorgando a los adultos mayores todo el amor y la contención que merecen.

Más de noventa años de trabajo ininterrumpido demuestran el compromiso asumido por las integrantes de dicha sociedad. Su presidente, María Esther Di Croce de Rojas, fue distinguida por el partido acción comunal Treserroyense por su labor desarrollada en favor de la comunidad

Esta labor amerita un mayor reconocimiento si se tiene en consideración que las dificultades con las que se encuentran a la hora de llevar adelante el hogar son innumerables. Cada día les resulta más difícil, ya que los ingresos provenientes principalmente de un aporte de los adultos mayores y de las donaciones de la comunidad no llegan a solventar los gastos que demandan los sueldos del personal (doce empleados), los alimentos y las reparaciones del antiguo edificio.

La Sociedad de Damas de Beneficencia desarrolla la difícil pero gratificante tarea de brindar a los ancianos un lugar digno donde vivir, y ello merece a las claras el reconocimiento por parte las instituciones de nuestro país.

Estamos en presencia de una institución de reconocida trayectoria, la cual tiene un propósito excelso: brindarle contención y amor a los adultos mayores que lo necesiten.

Constituye nuestro deber como representantes del pueblo adoptar las medidas que estén a nuestro alcance para reconocer la labor desempeñada por aquellas personas que con compromiso y humildad llevan adelante una tarea que solo tiene como finalidad ayudar a los habitantes de nuestra sociedad.

Por los motivos expuestos es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.