El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo1° - Institúyese el año 2015 como "Año de la donación de sangre", en conmemoración al centenario de la primer transfusión exitosa de sangre citrada del mundo, realizada por el médico argentino Luis Agote.

Artículo 2° - Invítese a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a esta iniciativa.

Artículo 3° - El Ministerio de Salud de la Nación incluirá en todas sus comunicaciones oficiales durante el año 2015 la leyenda "Año de la donación de sangre".

Artículo 4° - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

El 9 de noviembre de 1914, el médico argentino Luis Agote realizó la primer transfusión de sangre citrada del mundo. Hasta entonces, las transfusiones se realizaban de manera directa. Fue el médico argentino quien, hace cien años, desarrolló el método de conservación de sangre humana para su uso diferido. Desde siempre los especialistas sanitarios se preocuparon por proveer de este recurso a los enfermos. De hecho, las primeras transfusiones, datan de mediados del 1600. Con procedimientos de diferentes tipos, que hasta incluso implicaban la presencia de animales, nunca llegaron a ser eficaces. Recién en el Siglo XIX se implementó la transfusión de sangre directa entre personas. El procedimiento se desarrollaba conectando una arteria del dador con una vena del receptor, a través de una intervención quirúrgica que requería cuidados intensivos. Esto debía hacerse así porque a los pocos minutos de extraerse, la sangre empezaba a coagularse. El Dr. Luis Agote fue el médico, profesor e investigador argentino que fundó el Instituto Modelo de Clínica Médica del Hospital Rawson de la Ciudad de Buenos Aires en 1911. Fue además legislador provincial en Buenos Aires y dos veces Diputado Nacional. En el Hospital Rawson, el Dr. Agote llevó a cabo un exhaustivo programa de investigación y enseñanza profesional. Preocupado por el problema de las hemorragias en pacientes hemofílicos y con la colaboración del laboratorista Lucio Imaz, encaró el problema de la conservación prolongada de la sangre. Luego de algunos intentos fallidos (como la utilización de recipientes especiales o el mantenimiento de la sangre a una temperatura constante), Luis Agote, se abocó a encontrar la manera de evitar la coagulación de la sangre. Tras numerosas pruebas de laboratorio in vitro y con animales, descubrió que el citrato de sodio evitaba la formación de coágulos. Y que además esta sustancia era tolerada y eliminada por el organismo sin causar problemas posteriores.

Cuando una lesión afecta la integridad de las paredes de los vasos sanguíneos, se ponen en marcha una serie de mecanismos que limita la pérdida de sangre. Estos mecanismos llamados de hemostasia comprenden la vasoconstricción local del vaso, el depósito y agregación de plaquetas y la coagulación de la sangre.

La coagulación es una defensa del organismo para taponar las heridas y minimizar las hemorragias. Hoy se sabe que un coágulo está casi totalmente formado por plaquetas, eritrocitos sujetos por una red de filamentos de fibrina. La fibrina no existe normalmente en la sangre, sino que se crea a partir de la proteína plasmática fibrinógeno por la acción de la enzima trombina. La trombina, a su vez, no está naturalmente presente en la sangre, se genera a partir de una sustancia precursora, la protrombina, en un proceso en que intervienen las plaquetas, algunas sales de calcio y sustancias producidas por los tejidos lesionados. Como los coágulos no se generan si falta cualquiera de estos elementos, la adición de citrato de sodio (que elimina de la sangre los iones de calcio) evita su formación. Y este fue el hallazgo del médico argentino. La primera prueba en personas se realizó el 9 de noviembre de 1914 en el Instituto Modelo de Clínica Médica. Fueron testigos del procedimiento el Rector de la Universidad de Buenos Aires, Epifanio Uballes, el decano de la Facultad de Medicina, Luis Güemes, el Director General de la Asistencia Pública, Baldomero Sommer, y el intendente municipal, Enrique Palacio. También estuvieron presentes numerosos académicos, profesores y médicos. El procedimiento consistió en transfundir 300 cm3 de sangre a un enfermo que había sufrido grandes pérdidas. El recurso había sido donado con anterioridad por un empleado del Instituto y conservado por la adición de citrato de sodio. El éxito del operativo quedó demostrado tres días después cuando el paciente, ya restablecido, fue dado de alta. De esta manera, el Dr. Luis Agote brindó un gran aporte a la medicina mundial, que a partir de entonces empezó a contar con un método de transfusión de sangre simple, inocuo y fácil de ejecutar por un profesional idóneo. Cambió la historia de la humanidad, posibilitando una serie interminable de avances en la medicina. Sin haber percibido dinero alguno por su descubrimiento, ya que consideraba su aporte como patrimonio de la humanidad.

La sangre es un tejido renovable del cuerpo humano, que se va produciendo durante toda la vida. Ante determinadas situaciones, como una hemorragia o infección, la médula ósea puede aumentar su producción en función de las necesidades. Sin embargo, este recurso no puede ser almacenado indefinidamente, porque caduca: las plaquetas se tienen que utilizar antes de cinco días, los glóbulos rojos antes de 42 días y el plasma antes de un año.

En nuestro país, la Ley 22.990 regula las actividades relacionadas con la sangre, sus componentes, derivados y subproductos. Su artículo 13, establece

"A los efectos del cumplimiento de las disposiciones de la presente ley, la autoridad de aplicación y las autoridades jurisdiccionales fomentarán y apoyarán la donación de sangre humana mediante una constante labor de educación sanitaria sobre la población, a la vez que, deberán difundir en forma pública y periódica a través de los medios de comunicación masiva a su alcance, los procedimientos a seguir por la misma para subvenir a sus necesidades de sangre humana, componentes y derivados.

Igualmente promoverán la formación y desarrollo de asociaciones de donantes.

Alentará la actitud de los donantes propiciando el reconocimiento de su acción, a través de actos que así lo testimonien."

La legislación vigente establece además que cuando una persona decide realizarse la extracción del recurso lo hace como un acto de disposición voluntaria, solidaria o altruista. Y que para garantizar el mantenimiento constante de reservas, debe inducirse a los receptores a reponer la sangre recibida mediante el aporte voluntario.

Asimismo, es menester destacar que ingresar al Servicio de Salud del Sistema Transfusional, implica un control general del estado de salud del donante. Por lo que si en dicho control se detecta alguna situación que requiera atención o cuidado, el donante recibirá la orientación correspondiente.

No obstante la Ley 22.990 estipula "ARTÍCULO 78. - La autoridad de aplicación establecerá un sistema de registros, información, estadística y catastro de carácter uniforme y de aplicación en el territorio nacional, siendo responsable de su cumplimiento, supervisión y control la respectiva autoridad jurisdiccional.

La autoridad de aplicación será responsable de llevar la centralización superior de datos del sistema."

Y a pesar que el Estado Nacional, por intermedio del Ministerio de Salud de la Nación a través del Plan Nacional de sangre, ha aumentado el porcentaje de donantes voluntarios, los datos oficiales son insuficientes. Sin embargo, quienes están inmiscuidos en la actividad, pueden informarnos que en Argentina existen aproximadamente un millón de donantes voluntarios. El dato a tener en cuenta es que, si consideramos el último censo, el número ideal de donantes es 3 millones serian el número ideal.

Ahora bien, tomaremos como referencia la información publicada por la Organización Mundial de la Salud, cuyos resultados de la encuesta sobre la seguridad de la sangre 2007 (1) , arroja los siguientes datos:

- El 65% de las donaciones de sangre se hacen en los países desarrollados, que representan el 25% de la población mundial.

- Las tasas de donación son inferiores al 1% de la población (el mínimo necesario para atender las necesidades básicas de un país) en 73 países, (71 de los cuales son países en desarrollo o en transición).

- En 42 países los donantes voluntarios no remunerados aportaron menos del 25% de las donaciones.

- En 2007, 31 países seguían obteniendo donaciones remuneradas, totalizando más de un millón de donaciones.

- Hubieron 41 países en los que no se realizaron en toda la sangre donada pruebas de detección de una o más de las siguientes infecciones transmisibles por transfusión: VIH, hepatitis B y C, y sífilis.

El sistema que predomina en nuestro país consiste en la donación ante la solicitud por falta o necesidad (donación de reposición). A pesar que está demostrado que la donación de sangre más segura es la que aportan aquellos individuos que deciden voluntaria y habitualmente donar su sangre (donante voluntario). Cabe destacar además, que del estudio publicado por la OMS se desprende que en algunos países donde fracasa la donación voluntaria, aparecen los donantes remunerados.

Si cada ciudadano asistiera a un banco de sangre cada 4 o 6 meses, se podrían atender los requerimientos de los pacientes de todos los hospitales de Argentina. A pesar de ello, los especialistas observan que muchas veces la falta de información, e incluso algunas creencias equivocadas, son factores que influyen para que muchos posibles donantes no quieran asistir con el recurso.

Por ese motivo, es necesario reforzar la política de seguridad sanguínea, entendida como una política de Estado. Hasta lograr cambiar el sistema de donación predominante, el modelo de reposición, y transformarlo en un modelo de donación voluntaria habitual. Como antecedente, mencionaremos la normativa sancionada en septiembre de 2004 por el que se declara el 9 de noviembre de cada año Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre.

El objetivo de esta iniciativa es aumentar la concientización sobre la importancia de donar sangre voluntariamente. Declarar el año 2015 como año de la sangre, contribuiría a la difusión, permitiría desmitificar y educar a la población acerca de la donación.

El 9 de noviembre de 2014, se cumplen 100 años de este importantísimo hallazgo que realizó el Dr. Luis Agote. Consideramos que este centenario es una oportunidad especial para promover de manera articulada el sistema de donación de sangre voluntaria. Así como demostrar el valor y los beneficios que conllevan para todo el sistema de salud.

Por todo los motivos expuestos, y entendiendo la relevancia del hallazgo científico del Dr. Luis Agote para la salud mundial, es que solicito a mis pares que me acompañen en este proyecto de Ley.