El Senado y Cámara de Diputados...

ARTÍCULO 1.- Sustitúyese el texto del Art. 2 de la Ley 25.641 referido a la alícuota que sobre las importaciones deberá ser asignado al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), por el siguiente:

"Incorpórase como inciso a) del artículo 16 del decreto-ley 21.680 de fecha 4 de diciembre de 1956, ratificado por Ley 14.467 y sus modificaciones, el siguiente:

a) La asignación del equivalente a cero coma siete porcentual (0,7%) del valor total CIF de las importaciones. Estos fondos serán detraídos de los gravámenes, derechos y tasas percibidos por la Administración Nacional de Aduanas, debiendo ser depositados por ésta diariamente a la orden del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en el Banco de la Nación Argentina."

ARTÍCULO 2.- De forma.

Señor presidente:

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha sido, desde su creación, una herramienta fundamental para el desarrollo de nuestras producciones agropecuarias. Ha tenido diversos vaivenes en sus presupuestos en los últimos 20 años, hecho que ha traído serios inconvenientes a la hora de contar con una herramienta eficiente y útil, acorde a los avances que en la materia vienen produciéndose en este sector tan dinámico de nuestra economía. En el año 2002 y gracias a un Proyecto presentado por el Diputado nacional Héctor Romero, finalmente se le restituyó la autonomía de sus recursos, herramienta con la cual fue creado y le había sido quitada.

La alícuota que allí se estableció fue del 0,5% de las importaciones, con lo cual este organismo comenzó a transitar nuevamente un sendero de crecimiento por el hecho de poder cubrir sus necesidades en forma adecuada.

Hoy vemos con gran expectativa que nuestro país puede constituirse en un importante proveedor de alimentos en un mundo que los demanda cada día más y este puede ser un factor que nos arroje definitivamente hacia un camino de crecimiento y grandeza con el que siempre soñamos, que alguna vez vivimos y que, desafortunadamente, por culpa de políticas que no comprendieron que esta veta puede ser la auténtica salida para los argentinos, hemos perdido importantes oportunidades.

Debemos por lo tanto afinar la punta del lápiz y proveer a un organismo estratégico como en INTA de recursos para que acompañe desde su rol planificador e investigativo el fuerte crecimiento de nuestras exportaciones agropecuarias.

Por ello considero muy importante el aumento de la alícuota que debemos asignar, levándola del 0.5 al 0,7%, a fin de dotar al INTA de recursos acordes a los tiempos venideros.

Por ello, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Ley.