PROYECTO DE TP
Expediente 8224-D-2014
Sumario: CASA DE JORGE LUIS BORGES SITA EN LA CIUDAD DE ADROGUE, PARTIDO DE ALMIRANTE BROWN, PROVINCIA DE BUENOS AIRES. SE LA DECLARA LUGAR HISTORICO NACIONAL.
Fecha: 21/10/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 149
El Senado y Cámara de Diputados...
CASA DE JORGE LUIS
BORGES EN ADROGUÉ
Artículo 1° Se declara Lugar Histórico
Nacional a la casa donde viviera el escritor Jorge Luis Borges, sita en la calle Diagonal
Brown N° 301, de la ciudad de Adrogué, Partido de Almirante Brown, Provincia de
Buenos Aires.
Artículo 2° Comuníquese a las autoridades
nacionales, de la Provincia de Buenos Aires, de la Municipalidad de Almirante Brown.-
Artículo 3° De forma.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto de ley tiene como
objeto declarar lugar histórico nacional a la casa donde viviera el escritor Jorge Luis
Borges en la ciudad de Adrogué, Provincia de Buenos Aires.
"La eterna memoria de vivir en una casa"
En esta casa el querido escritor disfrutó
momentos de gran felicidad; a lo largo de su vida siempre tuvo presente aquellos
recuerdos.
En muchas ocasiones Jorge Luis Borges se
refirió a sus días en Adrogué; en sus propias palabras, así lo recordaba:
"En cualquier parte del
mundo en que me encuentre cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogué.
Adrogué era eso: un largo laberinto tranquilo de calles arboladas, de verjas y de
quintas; un laberinto de vastas noches quietas que mis padres gustaban recorrer.
Quintas en las que uno adivinaba la vida detrás de las quintas. De algún modo yo
siempre estuve aquí, siempre estoy aquí. Los lugares se llevan, los lugares están en
uno. Sigo entre los eucaliptos y en el laberinto, el lugar en que uno puede perderse.
Supongo que uno también puede perderse en el Paraíso. Estatuas de tan mal gusto y
tan cursis que ya resultaban lindas, una falsa ruina, una cancha de tenis. Y luego, en
ese mismo hotel "Las Delicias", un gran salón de espejos. Sin duda me miré en aquellos
espejos infinitos. Muchos argumentos, muchas escenas, muchos poemas que he
imaginado, nacieron en Adrogué o se sitúan en ella. Siempre que hablo de jardines,
siempre que hablo de árboles, estoy en Adrogué; he pensado en esta ciudad, no es
necesario que la nombre". (1981)
"Durante los años de mi
infancia pasábamos los veranos en Adrogué, a unos quince o veinte quilómetros al sur
de Buenos Aires. Allí teníamos residencia propia: una vasta construcción de una planta,
con terrenos, dos cabañas, un molino de viento y un peludo ovejero marrón. Adrogué
era entonces un remoto y apacible laberinto de casas de veraneo rodeadas por verjas
de hierro, con parques y calles que irradiaban de las muchas plazas. Impregnado por el
ubicuo aroma de los eucaliptos". (1983)
ADROGUÉ
NADIE EN LA noche indescifrable
tema
Que yo me pierda entre las negras flores
Del parque, donde tejen su sistema
Propicio a los nostálgicos amores
O al ocio de las tardes, la secreta
Ave que siempre un mismo canto afina,
El agua circular y la glorieta,
La vaga estatua y la dudosa ruina.
Hueca en la hueca sombra, la cochera
Marca (lo sé) los trémulos confines
De este mundo de polvo y de jazmines,
Grato a Verlaine y grato a Julio Herrera.
Su olor medicinal dan a la sombra
Los eucaliptos: ese olor antiguo
Que, más allá del tiempo y del ambiguo
Lenguaje, el tiempo de las quintas nombra.
Mi paso busca y halla el esperado
Umbral. Su oscuro borde la azotea
Define y en el patio ajedrezado
La canilla periódica gotea.
Duermen del otro lado de las puertas
Aquellos que por obra de los sueños
Son en la sombra visionaria dueños
Del vasto ayer y de las cosas muertas.
Cada objeto conozco de este viejo
Edificio: las láminas de mica
Sobre esa piedra gris que se duplica
Continuamente en el borroso espejo
Y la cabeza de león que muerde
Una argolla y los vidrios de colores
Que revelan al niño los primores
De un mundo rojo y de otro mundo verde.
Más allá del azar y de la muerte
Duran, y cada cual tiene su historia,
Pero todo esto ocurre en esa suerte
De cuarta dimensión, que es la memoria.
En ella y sólo en ella están ahora
Los patios y jardines. El pasado
Los guarda en ese círculo vedado
Que a un tiempo abarca el véspero y la aurora.
¿Cómo pude perder aquel preciso
Orden de humildes y queridas cosas,
Inaccesibles hoy como las rosas
Que dio al primer Adán el Paraíso?
El antiguo estupor de la elegía
Me abruma cuando pienso en esa casa
Y no comprendo cómo el tiempo pasa,
Yo, que soy tiempo y sangre y agonía.
"Caramba, son lindos
estos versos, aunque sean mios"
Se autodefine y nos envuelve. Casi sin
opción empezamos a ser los personajes de una historia que nos captura, su nombre:
Jorge Luis Borges.
Borges es el mejor crítico de su obra y de
su persona. Todo parece dicho sobre Borges y Borges lo ha dicho todo. Él mismo es la
Literatura y la Literatura se encuentra a sí misma en él.
Escribir constituye un destino, una forma
de vivir y de pensar el mundo, con sus formas innumerables. El mundo es ¨El Aleph¨, su
cosmovisión fundada en el conocimiento que es memoria, y en la imaginación que es
poesía.
" ...vi el populoso mar, vi el alba y la
tarde, vi las muchedumbres de América, vi una quinta de Adrogué..." ¨El Aleph¨
Argentino, Sudamericano (como le
gustaba decir), universal (como afirmaban). Basta mirar su obra: Bs. As. amada,
retenida, reconstruida en su memoria una y otra vez con el orgullo de las vidas de sus
antepasados. Un hombre de las orillas del Plata y a la vez una estrella asomando en el
cielo del mundo, hurgando en cosmogonías, mitologías de todas partes, calígrafos
chinos, enciclopedias británicas...
Sedujo con su expresión precisa,
prefería la sentencia escueta, casi lapidaria, en el sentido de trabajarla, moldearla como
un material duro y maleable a la vez. Introduce lo inesperado. Conmueve con su
negación de la negación, y así, sus textos continúan siempre abiertos porque esos
caminos, esas dudas, esas búsquedas no terminarán nunca. El desenlace es lo que
estimula a seguir andando. (Aclaración: como Kafka, diferencia con los existencialistas.
Al fin, también la filosofía es una arbitrariedad del lenguaje...) Sigamos
Presintiendo el final, dijo: "...suelo sentir
que soy tierra, tierra cansada. Sigo, sin embargo, escribiendo. ¿Qué otra suerte me
queda, qué otra hermosa suerte me queda? ¨
Borges, Borges... Borges y la escritura,
Borges y los símbolos, Borges y el tiempo circular, Borges y la política, Borges y el
laberinto, Borges y los espejos, Borges y los tigres, Borges y el otro Borges, Borges
enigma y clave... Pero ante todo, sería reparador, pensar en el Borges que añoró un
patio, alguna sombra, el cobijo del barrio de su infancia, y no pensar en Borges como
en un lujo extravagante.
Escribe y escribir es un juego
trascendente. Es el arte de escribir y de reflejar el misterio que el universo fluctuante y
la condición humana siguen teniendo para los hombres de todos los pueblos. Misterio
que intentó, también, descifrar, desde un sueño en Adrogué, desde su ¨laberinto de
calles arboladas¨
Pasamos a través de bosques, de flores,
de atardeceres y símbolos que nos observan y nos toca descifrarlos.
Borges, que admitía ser el otro, sintió el
pánico del primitivo, percibió confusamente, no sólo la realidad de ser, sino lo que hace
ser la realidad. La aventura fundamental del hombre sobre la tierra ha sido vencer ese
pánico. Proyectar lo infinito en lo finito, oponer el ansia de inmortalidad a la inevitable y
contundente presencia de la muerte.
Borges vence el pánico y el lenguaje
viste las cosas.
Reitera las refutaciones sobre el tiempo
irreversible y lineal en sus narraciones admirables. Contador y tejedor de historias,
fabulador empedernido, sueña y descubre, se sosiega y se desnuda. Despliega lo
sobrenatural pero como otra faceta más del vivir humano. (maestro de Cortázar).
Borges es la gran metáfora de la
Literatura, capaz de actuar como intermediaria entre el más acá y el más allá.
La vida es un Laberinto, vivimos, intuye,
apresados en un laberinto de infinitas complicaciones, en la famosa alegoría, como en
la vida nos enfrentamos con encrucijadas, incontables extravíos, bifurcaciones.
Volvió a caminar por las calles de
Adrogué de la mano de su "Ariadna", su madre, que incansablemente le iba llenando
cada rincón con palabras.
Porque el tiempo es circular, el tiempo
está tejido por nosotros mismos, es un acto continuo de creación. Volvemos al mismo
lugar una y otra vez, o mejor dicho, siempre estuvimos ahí: ¨somos el minucioso
presente¨
Buscó lo absoluto, (como lo buscan los
hombres), anheló la eternidad en un instante y la Literatura fue lo más cercano, lo más
parecido a ese absoluto soñado. No le alcanzó, porque el tiempo de la Literatura es
sucesivo y lineal; la visión simultánea, tal vez sea, la multiplicación infinita de los
espejos. Pero la Literatura lo salvó. Fue su credo. ¨ La biblioteca perdurará: iluminada,
infinita, perfectamente inmóvil, cargada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible,
secreta.¨
¨He conmemorado con versos esta
ciudad que me ciñe y estos arrabales que se desangran¨
¨He nombrado los sitios donde se
desparrama la ternura y estoy solo y conmigo¨
Adrogue también es innumerable. Es cariño
de árboles, dulzura larga de horas de ¨siesta¨, patios eternos de parras olorosas,
querencia de ponientes o crepúsculos (palabra favorita). Ciudad y país a la vez.
Que a esta casa, se pueda, desde
cualquier parte del mundo, venir a visitarlo.
Reveladoramente lingüística, su última
interrogación:
"¿En qué idioma voy a morir? Creo que en
castellano. Pero quién sabe. Es muy importante el idioma en el cual muere un hombre.
Hay algo que se parece a la muerte, los sueños. Yo siempre sueño en castellano¨.
Breve reseña biográfica:
Jorge Luis Borges nació en Buenos
Aires el 24 de agosto de 1899. Por influencia de su abuela inglesa, fue alfabetizado en
inglés y en español.
En 1914, viajó con su familia a Europa
y se instaló en Ginebra, donde cursó el bachillerato. Pasó en 1919 a España y allí entró en
contacto con el movimiento ultraísta.
En 1921, regresó a Buenos Aires y fundó con otros importantes escritores la revista Proa.
En 1923, publicó su primer libro de
poemas, Fervor de Buenos Aires. Desde esa época, se enferma de los ojos, sufre sucesivas
operaciones de cataratas y pierde casi por
completo la vista en 1955. Tiempos después se referiría a su ceguera como "un lento
crepúsculo que ya dura más de medio siglo".
Desde su primer libro hasta la
publicación de sus Obras Completas (1974), trascurrieron cincuenta años de creación
literaria durante
los cuales Borges superó su enfermedad
escribiendo o dictando libros de poemas, cuentos y ensayos, admirados hoy en todo el
mundo.
Recibió importantes distinciones de
diversas universidades y gobiernos extranjeros y numerosos premios, entre ellos el
Premio Cervantes en 1980.
Su obra fue traducida a más de
veinticinco idiomas y llevada al cine y a la televisión. Prólogos, antologías, traducciones,
cursos y charlas dan testimonio de la labor infatigable de ese gran escritor, que cambió la
prosa en castellano, como lo han reconocido sin excepción sus contemporáneos.
Borges falleció en Ginebra el 14 de
junio de 1986.
Breve reseña de su Obra Lliteraria
Poesía:
Fervor de Buenos Aires (1923)
Fundación mítica de Buenos Aires
Luna de enfrente (1925)
Cuaderno San Martín (1929)
Poemas (1923-1943)
El hacedor (1960)
Para las seis cuerdas (1967)
El otro, el mismo (1969)
Elogio de la sombra (1969)
El oro de los tigres (1972)
La rosa profunda (1975)
Obra poética (1923-1976)
La moneda de hierro (1976)
Historia de la noche (1976)
La cifra (1981)
Los conjurados (1985)
Cuentos:
El jardín de senderos que se
bifurcan (1941)
Ficciones (1944)
El Aleph (1949)
La muerte y la brújula (1951)
El informe Brodie (1970)
El libro de arena (1975)
Ensayos:
Inquisiciones (1925)
El tamaño de mi esperanza (1926)
El idioma de los argentinos (1928)
Evaristo Carriego (1930)
Discusión (1932)
Historia de la eternidad (1936)
Aspectos de la poesía gauchesca (1950)
Otras inquisiciones (1952)
El congreso (1971)
Libro de sueños (1976)
Otros sin clasificar:
Historia universal de la infamia
(1935)
El libro de los seres imaginarios
(1968)
Atlas (1985)
En colaboración con Adolfo Bioy
Casares:
Seis problemas para don Isidro
Parodi (1942)
Un modelo para la muerte (1946)
Dos fantasías memorables (1946)
Los orilleros (1955). Guión
cinematográfico
El paraíso de los creyentes (1955). Guión
cinematográfico
Nuevos cuentos de Bustos Domecq
(1977)
Por los motivos expuestos solicito a los
Señores Diputados acompañen con su voto este Proyecto de Ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
GIUSTOZZI, RUBEN DARIO | BUENOS AIRES | FRENTE RENOVADOR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CULTURA (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | SOLICITUD DEL AUTOR DE RETIRO DEL PROYECTO | RETIRADO |