La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su repudio al viaje que realizarán a las Islas Malvinas los legisladores de la República Oriental del Uruguay Fitzgerald Cantero (Partido Colorado), Jaime Trobo y Daniel Mañana (ambos del Partido Nacional) y Daniel Radío (Partido Independiente) por invitación del Reino Unido de la Gran Bretaña y expresar la consternación que le causa al pueblo argentino esta inopinada actitud.

Señor presidente:

En enero de 1833 Gran Bretaña invadió a nuestro país ocupando de forma violenta nuestras Islas Malvinas. Desde ese día los argentinos nos hemos propuesto que las islas regresen a la soberanía nacional Esta causa, que cala en lo más hondo del sentimiento nacional, sólo terminara el día en que el pabellón ingles sea arriado y la bandera azul y blanca flamee en todo el archipiélago.

Claro está que el Reino Unido, nos tiene acostumbrados a maniobras políticas que solo buscan provocar, desanimar y hacer desistir a nuestro pueblo de su objetivo. No nos sorprende el ingenio - en rigor, añeja astucia - ingles en estas cuestiones. Su habilidad en este tipo de artilugios es conocida a nivel mundial y mucho mas por nuestro país. Sin embargo no podemos quedarnos callados y consentir una "invitación" como la realizada a legisladores uruguayos. Tampoco debemos dejar de tomar nota que muchos de ellos han aceptado esta invitación y realizarán el viaje. Esa postura es difícil de entender. Más allá de la coyuntura que puedan estar atravesando las relaciones diplomáticas entre la República Argentina y la República Oriental del Uruguay, este tipo de actitudes por parte de los parlamentarios orientales no se condice con la historia que une a nuestros pueblos. Este viaje es un agravio y una provocación a nuestro país y merece nuestro más enérgico repudio y además, interpretando el sentir del pueblo argentino, expresamos la consternación que nos suscita.

Es evidente que en la actitud de los legisladores uruguayos de la oposición privan dos motivaciones: complicarle el gobierno al titular del Poder Ejecutivo oriental y cierta histórica tendencia anglófila que desgraciadamente persiste desde el génesis del país rioplatense hermano.

Llama poderosamente la atención que entre los viajeros se encuentren legisladores del partido Blanco o Nacionalista que tiene una imborrable raigambre federal y rioplatense. Esta conducta echa por la borda la bicentenaria historia de esa fuerza política.

No se trata que con este proyecto de declaración vituperar a nuestros colegas uruguayos, sino realizar un llamado de atención, que un miembro pleno del Mercosur y un país hermano como lo es la República Oriental del Uruguay, quien conociendo a la perfección la realidad geopolítica del Atlántico Sur y la historia de las invasiones inglesas al Río de la Plata - Montevideo fue la primera en sufrir esa invasión -, envíe no sólo a un grupo de diputados, sino que lo realiza a modo de visita multipartidario, claro mensaje de consenso político.

El día 7 de febrero varios medios de comunicación nacionales se hicieron eco de un viaje que realizarán legisladores pertenecientes a distintos partidos de la República Oriental del Uruguay a las Islas Malvinas.

Según se informa la gira coincidirá con la que realizará la semana del 10 al 14 de febrero de 2014 el ministro de Estado del Foreign Office y el Commonwealth, Hugo Swire.

Cabe recordar que Hugo Swire es un ferviente representante de la falsaria estrategia imperialista, que entre otras declaraciones aquí se citan sucintamente, del medio de prensa MercoPress:

"Esta es una época verdaderamente histórica para las Islas Falkland. El año pasado, el pueblo de las Falkland apareció en primera plana de los diarios de todo el mundo, e imágenes de la emisión de votos en el histórico referéndum de marzo recorrieron el globo. Se registró un nivel de asistencia a las urnas impensable para los políticos de otras democracias del mundo, y el resultado fue una clara manifestación del deseo de ustedes de seguir siendo un Territorio de Ultramar del Reino Unido. Dicho resultado transmitió al mundo el contundente mensaje de que el pueblo de las Islas Falkland existe, que tiene voz y que se lo debe escuchar".

"Es una pena que el Gobierno Argentino siga desoyendo este mensaje y que intente negarles el derecho humano fundamental de determinar su propio futuro. Es indignante que profiera amenazas contra quienes participan de emprendimientos económicos legítimos o trate de perjudicar a quienes buscan relaciones de comercio y prosperidad mutua con los vecinos de las Falkland. Una nación de cuarenta millones de habitantes que ejerce presión sobre una comunidad de tres mil personas en el siglo XXI no es una imagen muy edificante".

"Pero existe otro camino. Tanto el Gobierno de las Islas Falkland como nosotros mismos dijimos que queremos sentarnos con el Gobierno Argentino a hablar de una serie de temas concretos relativos al Atlántico Sur, entre ellos recursos naturales, comunicaciones y medidas de fomento de confianza. Creemos que tenemos mucho de que hablar, y que sería beneficiosa para todas las partes, y para la región, una mayor cooperación entre nosotros. Pero estas reuniones no pueden, no deben y no van a excluir al Gobierno de las Islas Falkland, el cual debe participar de cualquier conversación que afecte su futuro. La Argentina debería aprovechar esta oportunidad en lugar de despreciarla".

"Por eso quiero ser claro e inequívoco: si el Gobierno Argentino cree que una retórica hostil y amenazas a los medios de subsistencia del pueblo de las Islas van a forzar al Reino Unido a negociar la soberanía de las Falkland, por encima de las personas que las habitan, está profundamente equivocado. El Gobierno Británico cumplirá con la responsabilidad que le impone la Carta de la ONU de respetar el derecho de ustedes a la libre determinación. La Argentina puede seguir optando por desoír la opinión de los Isleños, pero es una política destinada al fracaso".

"Porque, a pesar del ruido que se genera del otro lado de las aguas, el futuro de las Falkland se ve cada vez más promisorio. Las Islas tienen una economía floreciente basada en la pesca, la agricultura y el turismo. Tienen un considerable superávit presupuestario y un índice de desempleo envidiablemente bajo. Y están invirtiendo con creciente éxito en la educación de sus jóvenes para dotarlos de las habilidades necesarias en un mundo cada vez más complejo e interconectado".

"Sumado a todo esto, ustedes se hallan actualmente a las puertas de un gran cambio, dado que la producción de petróleo está cada vez más cerca de convertirse en realidad". "No estoy diciendo que no haya considerables desafíos por delante. Sí los hay, y estos acontecimientos deberán ser manejados cuidadosamente. Habrá que tomar algunas decisiones difíciles. Pero frente a todo esto, seguiremos, por supuesto, estando junto a ustedes".

"Si el 2012 apuntó a recordar el pasado, en muchos aspectos el 2013 se orientó a definir una visión de futuro: una visión optimista, centrada en la próxima generación. El 2014 traerá desafíos que vendrán junto con importantes decisiones que tomarán acerca de su futuro desarrollo económico. Pero las Islas se encuentran en excelente situación y creo que ustedes sus habitantes pueden encarar los años venideros con entusiasmo y confianza. Me complace saber que muy pronto podré comprobarlo por mí mismo y visitar en persona estas Islas verdaderamente únicas".

Señor presidente, claramente estas declaraciones no dejan lugar a duda de la estrategia británica: imperialismo arcaico. La Argentina tiene muy claro que el argumento de autodeterminación de los habitantes de Malvinas, es nulo, de nulidad absoluta, por cuanto nace de una usurpación y desplazamiento de los habitantes nativos argentinos.

Visiblemente, las declaraciones patentizan la creciente actividad petrolera, mineral, de comunicaciones, agricultura y ganadería que intentan llevar a cabo, sino que también invitan a nuestros hermanos vecinos a participar en ellas. Les incitan y excitan ofreciéndoles negocios.

Tácticas deleznables de un imperialismo que debe ser de una vez por todas dejado atrás por la sociedad humana o global.

Por lo expuesto solicito la aprobación del presente.