PROYECTO DE TP
Expediente 8100-D-2013
Sumario: DECLARAR DE INTERES DE LA H. CAMARA LOS LIBROS "LA OBESIDAD DESCONOCIDA: MITOS, VERDADES Y FANTASIAS SOBRE ESTA UNIVERSAL EPIDEMIA" Y "LA VERDADERA OBESIDAD: OTRA PARTE DE LA HISTORIA", AMBOS DE LA AUTORIA DEL DOCTOR RUBEN MERCIEL.
Fecha: 05/02/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 192
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
De interés parlamentario los libros "La
obesidad desconocida: mitos, verdades y fantasías sobre esta universal epidemia"
y "La verdadera obesidad: otra parte de la historia", ambos de la autoría del doctor
Rubén Merciel.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Hasta hace sólo cincuenta años, la
obesidad no era casi tenida en cuenta; Tanto es así que la Organización Mundial
de la Salud, recién la incorpora como patología médica a mediados de la década
del setenta.
A modo de respuesta
otra vez tardía, en mayo de 2004 la 57ª Asamblea Anual de la misma Organización
Mundial de la Salud, calificó a la obesidad como La Epidemia del Siglo XXI,
alentando a realizar los más ingentes esfuerzos para combatirla dado que ninguno
de los siete mil quinientos millones de habitantes actuales del planeta estaría libre
de padecerla.
Poner toda la energía en combatir
acertadamente la obesidad tiene que ser uno de los objetivos primarios de la salud
pública por ser la más compleja de las enfermedades humanas y su aptitud
discapacitante enorme. La obesidad no mata por sí misma, pero está presente en
todas las patologías que sí matan.
Como en un inmenso
iceberg, lo que se ve es la mínima expresión de lo que existe. La obesidad
profusamente explicada y conocida, es solo la parte visible del "iceberg nutricional";
Por debajo de ella existe una verdadera obesidad, la obesidad desconocida, un
proceso que sin llegar a ser una verdadera enfermedad, se convirtió en algo tan
perversamente inmanejable.
Si no hubiese demasiadas aristas
desconocidas en la obesidad su progresión no sería tan alarmante y el mundo no
correría detrás de su idealizada corrección.
Cuando la medicina busca por un lado
la píldora- casi mágica - que la corrija definitivamente, y paralelamente se contenta
con perfeccionar las técnicas quirúrgicas que logren paliar sus catastróficas y
monstruosas consecuencias, algo falla, algo omitimos o peor aún, mucho no
entendimos, mucho desconocemos.
No entendimos, ni escuchamos, los
mensajes de la naturaleza animal, ama y señora de la alimentación y sus
conductas.
No entendimos que somos 80%
cerebro animal, instintivo y primitivo; Querer poner un freno humano a las
compulsiones alimentarias casi nunca resulta.
No entendimos que la obesidad se
previene desde antes de nacer; Si se pierde la oportunidad, solo se pueden
conseguir "parches" y "remiendos" metabólicos.
No entendimos que la obesidad se
universaliza a pasos agigantados por el propio cambio humano, y no por sus genes
deteriorados.
No entendimos que obesidad y
diabetes son el "costo" metabólico que tuvo que pagar el ser humano para dejar
su hábitat natural y poblar y crecientemente urbanizar el mundo.
No entendimos, ni aprovechamos, las
enseñanzas que nuestra propia historia evolutiva nos muestra a lo largo de dos mil
siglos de vida.
No entendimos los claros ejemplos
que nos ofrece el estudio de nuestra historia como individuos socialmente
organizados.
Tanto es lo que no entendimos y
desconocemos que seguimos intentando solucionar tibiamente la obesidad cuando
ésta ya mostró sus crueles y nefastas consecuencias. Gimnasias reductoras; dietas
rigurosas; ayunos controlados, regulación de gastos metabólicos, son signos de una
reacción tardía e ineficaz.
El desafío científico de
ir contra lo cotidiano, pero a favor de lo estrictamente científico, es lo que ha
llevado al Dr. Rubén Merciel a escribir los libros "La obesidad desconocida; Mitos,
verdades y fantasías sobre esta universal epidemia" y "La verdadera obesidad...
Otra parte de la historia. En rigor, son trabajos de naturaleza solidaria y de
profunda vocación social. El Dr. Merciel se apasiona para que la sociedad
comprenda que se encuentra ante un mal gravísimo que cobra niveles más agudos
precisamente por toda la incomprensión que lo rodea.
En ambos libros, queda referido
claramente el concepto que ubica todo lo relacionado con el control y tratamiento
de la obesidad humana en las antípodas de lo clásico y habitual, pero en sintonía
con el rigor científico que surge de la interpretación de la fisiología (ciencia que
estudia el funcionamiento orgánico normal), la fisiopatología (ciencia que estudia el
funcionamiento orgánico en condiciones de enfermedad) y la psicopatología (ciencia
que estudia la relación de los procesos anímicos con los trastornos de la salud).
Todos los conceptos que se vuelcan
en estas dos obras no son meros descubrimientos de último momento; Son el fruto
de ahondar en los últimos ciento cincuenta años de investigaciones y avances
científicos y entender acabadamente lo que nos refiere la fisiología, y no solamente
lo que transmite la dietología de turno.
Desde los conceptos de Liebig y
Crales y Lewis en 1852 y 1859 respectivamente; pasando por autores de la talla de
Houssay, Guyton, Smith, Thier y muchos otros, lo único que he hecho es refrescar
una verdad nutricional dormida y olvidada.
Estos autores clarificaron los
conceptos metabólicos del peso hace cinco, seis, o siete décadas; Estos mismos
conceptos son "cosa juzgada", pues todo lo que trasciende el tiempo toma valor de
ineludible verdad.
No confundir lo certificado con lo
supuesto, y no tomar lo probable como certero, son los pilares para hacer de la
obesidad algo menos oscura y misteriosa.
Algún día será necesario tener la
audacia profesional de replantearse el camino a seguir; Aun cuando este camino
contradiga gran parte de lo escrito hasta ahora.
La falla crucial en la errónea
interpretación de la génesis y tratamiento de la obesidad se basa en asumir que el
hombre y la agricultura nacieron juntos, siendo este error el punto de partida que
lleva a todos los demás equívocos alimentarios pues el hombre transitó el mundo
durante milenios y milenios sin la mencionada agricultura a su lado.
El ser humano es un habitante
original de la sabana africana y por ello está preparado para un tipo de
alimentación en particular con mucha proteína y baja ingesta de azúcares.
La medicina, al tratar de interpretar la
alimentación humana y colocarle los correspondientes parámetros de normalidad,
solo evaluó la historia del hombre socialmente organizado: Es decir los últimos seis
mil años.
Pero si contabilizamos que nacimos como
especie hace doscientos mil años, seis mil de ellos son apenas el 3% del total y,
mal puede tener valor estadístico o científico el 3% de algo.
La ciencia tomó como válido que el
hombre consume un 50% de carbohidratos en forma de cereales (trigo, maíz,
arroz) ¡desde siempre!, pero ese "desde siempre" abarca tan solo los últimos seis
mil años. Antes de eso consumió por espacio de dos mil siglos un 50 a 70% de
proteínas ¡y no de carbohidratos!
Un alto consumo de carbohidratos
(azúcares alimentarios) provenientes de los cereales no es normal, ¡solo es
habitual!
La alimentación hiper-proteica del
humano original no es caprichosa, es la consecuencia de vivir en un hábitat como
la sabana africana donde lo que hay a disponibilidad son animales.
¿Cómo se puede respaldar tal teoría?;
Pues desde el hecho irrefutable que los humanos tenemos un páncreas pequeño y
no preparado para tolerar una ingesta exagerada de azúcares.
Exponerse, como se hizo, a una ingesta
alta de azúcares generó las dos epidemias metabólicas del hombre: Obesidad y
diabetes, procesos de salud que son el costo de poblar el mundo y el castigo por
transgredir las inamovibles reglas de la madre naturaleza.
Convertir a un consumidor de
proteínas, caminador por excelencia y habitante de climas tropicales en un
sedentario devorador de carbohidratos fue el mayor desastre en la manipulación
del medio ambiente que generó el inquieto Homo Sapiens.
Por ello, la obesidad no puede ser
tratada con una banal reducción de calorías; Debe ser interpretada desde lo
animal, lo ancestral, lo cultural, lo social y hasta lo emocional del hombre que es lo
que trata de hacer Merciel a lo largo de los dos libros, avalados por treinta y siete
años de trabajo dedicados al tratamiento de la obesidad y los trastornos de las
conductas alimentarias.
El fundamento de solicitar a la
Honorable Cámara de Diputados de la Nación la moción de respaldar ambos libros
como obras de interés parlamentario se basa no solamente en promover la
educación alimentaria y el adecuado control de una patología universal como la
obesidad, sino de crear una conciencia clara para que cambie el discurso que
universalmente se promueve desde los diferentes ámbitos, tanto científicos como
de comunicación. Es, en suma, una contribución al equilibrio a partir de otra
mirada. No significa apartar los carbohidratos de nuestra dieta, sino de darles la
dimensión adecuada.
"La obesidad
desconocida; Mitos, verdades y fantasías sobre esta universal epidemia" desglosa
los fundamentos de la posición científica luego de haberse estudiado la evolución
del hombre y la alimentación desde el punto de vista plenamente antropológico y
no desde la simple interpretación de una enfermedad por exceso de grasa corporal
como se minimiza en la actualidad a la obesidad.
En lugar de partir desde la conclusión
simplista que todo lo que se recibe como información es válida y certera, el autor
opta por ir hasta el comienzo del problema con una visión cuestionadora, libre de
prejuicios. Incita al debate, a la controversia científica, en suma a encontrar
mejores caminos, más amplios y abarcativos.
No plantearnos la duda puede ser
nefasto; Si Copérnico y Galileo no se hubiesen planteado la duda, el universo
estaría todavía girando alrededor de la tierra como lo pregonaron por mil
quinientos años los seguidores de Ptolomeo y Aristóteles.
Con respecto al
segundo libro: "La verdadera obesidad... Otra parte de la historia", el mismo es la
continuidad práctica del anterior porque de nada sirve fundamentar un diagnóstico
del problema si no se da una clara y concisa formula de solucionar ese
problema.
Con respecto a este último libro la
importancia mayúscula del pedido de respaldo se da por ser "EL LIBRO" de la
Fundación Alimentaria Sueños y Utopías que es una entidad sin fines de lucro y el
total de las regalías originadas de su venta son donadas a los fines solidario-
educativos de dicha entidad.
Si cada vez se hacen mayores
esfuerzos para vencer la obesidad, y cada vez hay más obesos en el mundo quiere
decir que lo que se hace está mal encarado.
Si una sociedad vacuna a todos sus
miembros y éstos igual se enferman quiere decir que la vacuna no es efectiva;
Pues bien este sería, en ejemplo, el mismo caso de la obesidad.
Para que no seamos simples
espectadores de la mayor discapacidad que puede enfrentar la raza humana pido
el respaldo a esta Declaración que contribuirá para llamar positivamente la
atención y abrir un benéfico debate.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CULTURA (Primera Competencia) |