La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo a los fines de solicitarle que, por intermedio del funcionario que corresponda del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, brinde información precisa y detallada respecto de los siguientes puntos:

1. Por qué motivo y sin aviso previo, el Servicio Penitenciario Federal procedió a suspender todas las actividades universitarias del Centro Universitario Devoto (CUD), que se desarrollan dentro del Programa UBA XXII, durante dos días.

2. Por qué razón el Servicio Penitenciario desalojó a los estudiantes y coordinadores internos residentes de dicho CUD.

3. Por qué motivo dicho Servicio Penitenciario, interrumpió el servicio eléctrico de las computadoras de la Facultad de Ciencias Exactas en el CUD, para luego trasladar el equipamiento informático de manera inconsulta a un aula acondicionada especialmente con rejas y candados fuera del espacio universitario.

4. Por qué motivo el Servicio Penitenciario alteró el lugar físico donde se desarrollan distintas actividades extracurriculares, cursos y talleres organizados por las unidades académicas y distintas expresiones estudiantiles de la Universidad, transformando la Sala de Profesores del CUD en un espacio con rejas y sin destino definido.

5. Por qué motivo se impidió, a la fecha de presentación del presente, el ingreso al penal de docentes y estudiantes "hasta nueva orden de la superioridad".

6. Por qué motivo se incumple la Resolución ministerial 1527/09 que establece las condiciones para acceder o permanecer a las carreras que la UBA ofrece en el marco del convenio oportunamente suscripto con el Servicio Penitenciario Federal.

7. Razón por la cual se han verificado irregularidades tales como el faltante de una computadora, y traslados de estudiantes a otras unidades y de los pabellones de estudiantes a pabellones comunes.

8. Si a la fecha de presentación del presente Proyecto de Resolución, un grupo de estudiantes del CUD se encontraba realizando una huelga de hambre en protesta por las medidas adoptadas arbitrariamente por el Servicio Penitenciario Federal.

Señor presidente:

El presente proyecto de Resolución, tiene por objeto dirigirse al Poder Ejecutivo a los fines de solicitarle que, por intermedio del funcionario que corresponda del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, brinde información precisa y detallada respecto de los puntos enunciados.

El Programa UBA XXII es un proyecto que nació en el año 1985, en la cárcel de Devoto, y que consiste en brindar un ámbito de educación universitaria a aquellos presos que deseen ejercer su derecho a estudiar, modificando de esa manera su propio proyecto de vida.

Es así como en el año 1986, la U.B.A. suscribió un convenio con el Servicio Penitenciario Federal, mediante el cual se implementó este programa de educación universitaria en las cárceles, con la intención de que fuera más allá de facilitar la inscripción de los detenidos en la universidad o de hacerles llegar material de estudio, es decir, como un espacio universitario que funcionara directamente dentro de las cárceles, como si fuera una extensión física de la universidad.

Tal cual consta en la página web de la U.B.A., "Las reglas del CUD son las de la universidad, estamos dentro de una cárcel pero ese es un lugar de autogestión, de autodisciplina. El CUD no está sometido al control de la administración penitenciara. No hay guardias y está bajo responsabilidad única de la universidad y de los detenidos- estudiantes, como resultado de un convenio firmado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Servicio Penitenciario Federal y la UBA. Es imposible distinguir entre los detenidos y quienes vienen del exterior. Las relaciones son las habituales entre estudiantes y profesores."

A su vez, "Para asegurar que el convenio sea respetado y evitar la intrusión de fuerzas policiales una decena de estudiantes, elegidos por una asamblea de detenidos-estudiantes, ocupan los lugares día y noche. Se encargan del mantenimiento, de la coordinación de las carreras y del desarrollo de las actividades. Custodios de su autonomía, tienen un dormitorio, una cocina y las llaves de los lugares. Los responsables vigilan escrupulosamente el respeto a las reglas de seguridad. Por otra parte, la asociación de los estudiantes de la cárcel se encarga de las demandas de transferencia de detenidos de otros establecimientos que deseen acceder al centro. Existe también un espacio de asesoría jurídica, donde los alumnos recibidos en la cárcel socializan su conocimiento brindando atención al resto de la población que necesita asesoramiento legal. En la actualidad el CUD tiene aproximadamente mil quinientos metros cuadrados, doce aulas, una de computación, un salón de actos, sala de profesores, cocina y una biblioteca que, en este momento, cuenta con más cinco mil volúmenes. Los alumnos concurren a clase desde las nueve de la mañana hasta aproximadamente las siete de la tarde. Al finalizar las clases los internos deben reintegrarse a sus respectivos pabellones, salvo unos doce alumnos que viven en el CUD y trabajan en el mantenimiento del Centro. Hay dos dormitorios, en los cuales pueden vivir los alumnos que tengan buenas notas, estén avanzados en las carreras y demuestren buena conducta para el personal del Servicio Penitenciario."

Si bien el Programa UBA XXII tuvo su origen en la Cárcel de devoto, la U.B.A. informa que rápidamente se extendió hacia otros penales, funcionando en la actualidad en la Unidad 2 de Devoto (para hombres adultos); en la Unidad 3 de Ezeiza (cárcel de mujeres); en la Unidad 31, también en Ezeiza (para madres con hijos), y en Marcos Paz, donde fue trasladada la población perteneciente a uno de los centros de UBA XXII que funcionaba en la hoy desactivada Unidad 16 de Caseros (para Jóvenes Adultos).

A través del Programa, los detenidos cuentan con la posibilidad de cursar el C.B.C. (modalidad presencial o a distancia), y participan del mismo, las facultades de Derecho, Ciencias Sociales, Psicología, Ciencias Económicas y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (a través de un programa ad hoc, que dicta cursos de computación). El Centro Cultural Rector Ricardo Rojas, por su parte, también dicta diversos cursos.

Ninguna duda cabe respecto de la vital importancia que reviste el Programa UBA XXII, como una concreta expresión del precepto constitucional que establece que "... Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas..." (artículo 18 C.N.), evitando que los penales de nuestro país sean únicamente "fomentadores de la reincidencia" pero, sobre todo, por su extraordinario poder para generar inclusión, alejar a los detenidos de la marginalidad en la que en la mayoría de los casos se encuentran, contribuyendo enormemente a que ellos mismos se redefinan, a través de las herramientas que la educación universitaria les brinda, como seres humanos capaces de emerger y de modificar positivamente aquellas condiciones o situaciones de su vida en las que se hallaban antes de estar presos, permitiéndoles desarrollar un camino diferente al que se les presentaba como irremediable y definitivo.

Tal como ha sido denunciado en varios portales de internet, "el 23 de septiembre de 2010, el Centro Universitario Devoto (CUD) fue allanado con orden judicial, sin ningún tipo de notificación a la UBA. El allanamiento lo realizó el cuerpo de requisa del SPF, personal militarizado, provisto de armas largas, escudos y cascos. Un docente de la Carrera de Sociología fue desalojado de manera brusca junto con los estudiantes y el resto de los internos que había en el lugar. A partir de este hecho y pretextando "razones de seguridad", de manera unilateral, sin poner a consideración ni dar aviso a la UBA, el SPF procedió a tomar una serie de medidas" sobre las cuales se solicita el presente pedido de informes y que consistieron, entre otras, en la suspensión de las actividades del CUD durante 48 horas; el desalojo de estudiantes y coordinadores internos residentes; el traslado y cambio de alojamiento de estudiantes-detenidos; el impedimento de ingreso al penal de docentes y estudiantes "hasta nueva orden de la superioridad"; la modificación del espacio físico del CUD; el traslado a otro sector de la cárcel el lugar físico donde se desarrollan distintas actividades extracurriculares (Cursos de Computación, la Asesoría Jurídica, la Asesoría Social, el Proyecto Ave Fénix y otras actividades cursos y talleres), organizados por las distintas unidades académicas y coordinados por estudiantes, docentes y detenidos, agrediendo los principios de autonomía universitaria y autogestión que regulan la vida académica en este Centro desde hace veinticinco años.

Este hecho ha sido, además, denunciado por las autoridades de la U.B.A., a través del Director del Programa UBA XXII y de los coordinadores de las unidades académicas participantes, mediante un comunicado que puede leerse en el portal web www.online-911.com "La UBA repudia al SPF por desacreditar su labor en cárceles."

No caben dudas de que los hechos acontecidos y someramente descriptos en los párrafos anteriores, constituyen un grave y arbitrario ataque contra los derechos constitucionalmente reconocidos no sólo a quienes se encuentran detenidos y sometidos a procesos penales o cumpliendo sentencias judiciales en nuestras cárceles, sino a todos y cada uno de los habitantes de nuestro país, como son el derecho a estudiar y a desarrollarse como ser humano. Más aún cuando desde el Servicio Penitenciario Federal y desde el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, no se brindaron aún ningún tipo de explicación y razón para tan severas medidas que atentan, directamente, contra el normal y habitual desarrollo de la actividad que, desde hace 25 años, se viene desarrollando de manera ininterrumpida y con excelentes resultados, en el CUD.

Por lo expuesto, Señor Presidente, es que solicito a los demás Diputados de la Nación, me acompañen en la aprobación del presente proyecto de resolución.