La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Artículo 1.- Reformase el artículo 61 del Reglamento de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, que quedará redactado de la siguiente manera: "COMISIONES PERMANENTES. Las Comisiones Permanentes de asesoramiento de la Cámara serán las siguientes:...........Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva..................".

Artículo. 2.- Sustitúyese el artículo 67 del Reglamento de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, que quedará redactado de la siguiente forma:

Art. 67. Compete a la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, dictaminar sobre todo asunto o proyecto vinculado a la investigación científica, al desarrollo tecnológico y a la innovación productiva, así como también en lo relativo a sus diversas aplicaciones.

Señor presidente:

Innovar etimológicamente viene del término latín innovare, que significa cambiar o alterar las cosas introduciendo novedades.

En su oportunidad la Real Academia de Española define la palabra innovación como "creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado".

También podemos ver a la innovación como el proceso de integración de la tecnología existente y los inventos para crear o mejorar un producto, un proceso o un sistema.

Asimismo hemos visto que el concepto ha evolucionado en el tiempo, ampliándose desde inicialmente la innovación en productos, incorporándose luego a los servicios, hasta llegar a la inclusión de las innovaciones en procesos y en las estructuras organizativas.

Además como lo han observado y expuesto distintos autores en diversos trabajos de investigación, se produjo un cambio de paradigma en la historia, habiendo un punto de inflexión entre los años '70 y '80 del siglo XX. Hasta ese momento la innovación únicamente era concebida desde un enfoque lineal, el cual suponía que con la sola inversión en investigación y desarrollo era suficiente para que las innovaciones sean óptimas para la sociedad. Se consideraba que alcanzaba con esas inversiones para que las innovaciones se produzcan y luego se adopten, la difusión se concebía prácticamente como automática.

Ahora bien con respecto a la "innovación productiva", consideramos adecuada la definición que la presenta como "un nuevo conocimiento tecnológico, diferente de la invención que es la creación de alguna idea científica teórica o concepto que pueda conducir a la innovación cuando se aplica el proceso de producción"

A su vez entendemos que la innovación está indisolublemente asociada con el desarrollo local. Por esto es importante en todos sus aspectos, pero principalmente la innovación lo es en la organización. A diferencia de la forma tradicional de buscar el desarrollo de una comunidad, en la que los lineamientos, la manera y la metodología surgen desde el exterior de la comunidad, el desarrollo local parte de las necesidades locales, de los recursos locales y de la decisión de los agentes locales. Por eso es sumamente importante la manera en que éstos se agrupen y organicen, y es primordial que sean innovadores en ese proceso para que puedan buscar la manera más eficiente de fomentar las capacidades de los individuos y del lugar en el que habitan, aumentando las libertades fundamentales que ellos poseen y retroalimentándolas positivamente.

El anclaje valioso de este concepto lo encontramos,- siguiendo al reconocido especialista en Desarrollo Local, Francisco Albuquerque-, en que "la innovación depende esencialmente de las vinculaciones que se logran concretar entre el sector de conocimiento y los actores locales que están a cargo del sector productivo y empresarial y de los servicios públicos en cada ámbito territorial. El enfoque de los sistemas locales de innovación muestran que la innovación es esencialmente un hecho territorial, igual que lo es la política de empleo, la formación de recursos humanos, la promoción económica o la política medioambiental".

En función de la organización política-institucional del país, la federalización de la ciencia, la tecnología y la innovación permite una transferencia equilibrada de sus aplicaciones en todo el territorio nacional.

En definitiva la innovación hay que verla también como factor de dinamización del desarrollo territorial que permite la inclusión social y la sostenibilidad de ese desarrollo.

Por otra, cabe señalar que el Poder Ejecutivo Nacional ha impulsado en los últimos nueve años políticas públicas en materia de innovación con un fuerte acento en lo productivo, tendiente al fortalecimiento de un modelo que genere mayor inclusión social y mejore la competitividad de la Argentina.

En este orden de cosas, el diseño institucional de un Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en el marco de la ley 25.467, se reforzó y comenzó a articularse con la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que se creó a fines del 2007, por decisión del Poder Ejecutivo Nacional que propició la ley 26.338 modificatoria de la ley de Ministerios.

Cabe destacar que este Ministerio con las competencias que se le han asignado es el primero de Latinoamérica que contempló la Innovación Productiva asociada a la Ciencia y la Tecnología.

De esta manera el Ministerio tiene la posibilidad de llevar adelante las políticas de innovación no sólo como instrumento para favorecer la competitividad empresarial sino también como herramienta para definir las directrices para que el Sistema Nacional de Ciencia, tecnología e Innovación provea soluciones a los problemas sociales prioritarios del país

Así, la denominación de Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, es un término acorde con el contexto actual y en sintonía con las políticas públicas que en la materia se vienen sosteniendo en los últimos años en el país.

Por todo lo expuesto, solicitamos la aprobación del presente proyecto.