La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su profundo repudio a los sucesivos hechos de persecución por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) con respecto a los Productores Citrícolas de la Provincia de Misiones, durante el año 2016.

En particular, al accionar llevado a cabo por el mencionado organismo en compañía de la Gendarmería Nacional Argentina contra la Citrícola María Magdalena de la localidad de Colonia Delicia Misiones oportunidad en la que excediéndose en lo establecido por una orden judicial procedieron a la destrucción de plantas de cítricos por estar supuestamente infectadas por la enfermedad HLB, produciendo un grave daño contra la propiedad y poniendo en riesgo las fuentes laborales de más de cincuenta familias de la zona.

Los hechos a los que se hacen mención ocurrieron entre el 14 y 15 de Noviembre.

Señor presidente:

Es de Público conocimiento que durante los últimos meses y como consecuencia de las políticas económicas implementadas por el Gobierno Nacional, las economías regionales están siendo fuertemente golpeadas principalmente por la recesión económica y la apertura de las importaciones.

La situación en provincias con zona de frontera es aún más grave debido a las asimetrías de precios existentes entre nuestro país y los limítrofes.

Los productores citrícolas de la Provincia de Misiones no están exentos de esta compleja realidad que a medida que pasa el tiempo y se acentúa la crisis los está obligando a ir abandonando poco a poco y cada vez mas esta actividad agropecuaria.

El HLB es una enfermedad de las plantas de citrus que se encuentra presente en algunas regiones de nuestro país incluida la provincia de Misiones.

Existe una Ley Nacional N° 26.888 la cual establece los procedimientos para su erradicación, como así también el órgano que ejerce el poder de policía, en este caso el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Con respecto al caso motivo del presente proyecto de Resolución, la gravedad del mismo radica en la forma en que fue realizado el procedimiento llevado a cabo por el organismo mencionado precedentemente.

Si bien existió una orden judicial que ordenaba destruir plantas que se encuentren en un vivero perteneciente a la empresa Citrícola María Magdalena y por tal motivo el Senasa se hizo presente en el predio de la mencionada empresa en compañía de la Gendarmería Nacional Argentina y una máquina tipo retro-excavadora, la gravedad surge de que al momento de ingresar a dicho lugar comenzaron a destruir no aquellas plantas que eran objeto de la orden judicial sino todas aquellas que se encontraban plantadas en los campos de cultivo sin razón alguna y excediéndose en lo establecido por el juez federal.

Fueron los mismos trabajadores rurales quienes impidieron que el perjuicio fuera aun peor, colocándose por delante de las máquinas evitando así que continúen con la destrucción.

No estamos en contra de que se aplique la ley, que se tomen los recaudos y se realicen las acciones para erradicar estas enfermedades, pero los procedimientos deben realizarse ante casos comprobados y no ante simples sospechas de presencia de la enfermedad.

Menos aun de la forma en que procedió este organismo nacional haciendo uso de la fuerza y destruyendo al azar plantas sanas causando un gran perjuicio a esta empresa que emplea a más de cincuenta familias de la zona.

Se están poniendo en riesgo con un accionar arbitrario y mal intencionado a decenas de puestos de trabajo y el sustento de centenares de personas que ven peligro inminente en quedar expuestos al desamparo y la incertidumbre en sus futuros y el de sus familias.

No es la primera vez que esta empresa y otras de la región sufren persecuciones por parte del Senasa que pretendía destruir 17 mil plantas pertenecientes a esta citrícola, infundadamente y con una animosidad manifiesta.

No podemos permitir que acciones de este tipo sigan perjudicando a un sector tan golpeado como lo son los productores citrícolas en la Provincia de Misiones ante el accionar malicioso de un organismo como el Senasa y las inacciones del Ministerio de Agroindustria de la Nación.

Esta Cámara de Diputados de la nación debe pronunciarse a favor de repudiar estas prácticas por parte de organismos nacionales y funcionarios públicos que inequívocamente pretenden con estas acciones erradicar no una enfermedad sino a los pequeños productores de nuestras economías regionales.