La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De interés parlamentario al Congreso Internacional de Violencia Filio-Parental y Violencia de Género que se desarrollará entre el 4 y 5 de Abril de 2013 en la ciudad de Casilda, provincia de Santa Fe, organizado por el Rotary Club Montes de Oca y el Club Rotario de Casilda.

Señor presidente:

La Organización Mundial de la Salud define la violencia como "toda acción u omisión intencional que, dirigida a una persona, tiende a causarle daño físico, psicológico, sexual o económico". Por tanto, hay diversos tipos de violencia (física, psicológica, negligencia, abuso sexual, maltrato económico, vandalismo, etc.).

La conducta violenta es un componente significativo del modo en que los seres humanos hemos organizado nuestra sociedad. La familia, al ser una estructura fundamental en la organización social, no escapa a esta realidad.

La violencia intrafamiliar es un fenómeno muy complejo, multifacético y extendido: violencia conyugal, maltrato infantil, abuso sexual intrafamiliar, maltrato a personas ancianas y a discapacitados. Múltiples situaciones, cuyo abordaje es de vital importancia, pero que más allá de su enorme gravedad, a nivel clínico - profesional, hoy están bastante definidas y encuadradas.

Pero a esta enumeración hay que añadir los casos de un nuevo fenómeno: La violencia filio-parental. Este nuevo tipo de violencia es la ejercida por niños/as, jóvenes o adolescentes en apariencia "normalizados/as" hacia sus progenitores -especialmente hacia sus madres-, cuyas agresiones no están relacionadas con patologías graves, abuso de tóxicos o retraso mental, es decir, no se realizan en un estado de disminución de la conciencia producido por una intoxicación, un trastorno del curso o contenido del pensamiento o un síndrome orgánico. Con el término violencia filio-parental hacemos referencia a aquellas conductas agresivas físicas (golpes, patadas, empujones), acompañadas o no de agresiones psicológicas (amenazas verbales, insultos, ruptura de objetos apreciados por los progenitores), realizadas de manera repetida hacia uno o ambos progenitores, o quienes funcionan como tales.

Este modelo violento emerge como si de un fenómeno nuevo se tratase, y tanto los profesionales, como los recursos o la sociedad en general comienzan a prestar atención a un problema que en el pasado se concebía como uno más de los que acompañaban a patologías medianamente graves. En realidad, este no se trata de un proceso extraño: lo mismo ocurrió con los otros tipos de violencia intrafamiliar. Tanto el maltrato infantil como el conyugal son situaciones ancladas, desde hace muchos años, en el seno de la familia y sólo su definición como inadecuadas, dañinas, y el esfuerzo por sacarlas a la luz y profundizar sobre sus características modificó la visión fragmentada que se tenía del problema, favoreciendo la emergencia social de un problema oculto.

La ocurrencia de este tipo de violencia afecta a todos los miembros de la familia. Habitualmente, los hijos e hijas son señalados mediante etiquetas clínicas que relegan las dimensiones sociales y familiares de este fenómeno. Pero es fundamental no perder de vista que existen ciertos patrones familiares comunes que pueden favorecer la aparición o el mantenimiento de la conducta violenta, como por ejemplo: dificultades de los padres para establecer normas y hacer que se cumplan, excesiva aproximación o distancia de los hijos, inconsistencia y desacuerdo en torno a la educación, criticismo y discusiones en la pareja parental, etc. En consecuencia, el abordaje de este grave problema no puede limitarse al aislamiento del agresor y al tratamiento individual de su conducta, sino que debe necesariamente dirigirse a los diversos niveles que generan o mantienen esta problemática: familiar, individual, psicosocial.

Por eso la importancia de informar y formar a todas aquellas personas que forman parte del entramado social que cotidianamente pueda cruzarse con estos tipos de fenómenos, sobre todo en lo que hace a la Violencia Filio Parental cuyo abordaje a nivel general en Argentina es muy escaso.

El Congreso tratará de trabajar sobre el conocimiento prioritario de dos tipos de Violencia: Violencia conyugal y prioritariamente en este nuevo tipo de violencia (Violencia Filio Parental), para tratar de conocer mejor las características del problema en nuestro entorno y tratar de desarrollar la labor profesional para que los mismos puedan dar una respuesta adecuada a una problemática creciente que se halla sin suficientes desarrollos teórico-prácticos.

OBJETIVOS GENERALES

El objetivo general del futuro Congreso consistirá en lograr un acercamiento a la problemática de la violencia, para desarrollar un mayor conocimiento sobre estos fenómenos, como así también otorgar a los profesionales intervinientes, algunas herramientas que les permitan brindar una intervención más eficaz, fomentando una mejora en las relaciones familiares.

OBJETIVOS PARTICULARES

Dentro de ese contexto general el Congreso estará destinado a lograr:

 Especificar las causas y características de ambos fenómenos (Violencia de género y VFP).

 Potenciar el cuestionamiento de los prejuicios y los estereotipos que favorecen este tipo de fenómenos.

 Desarrollar el conocimiento de síntomas y/o conductas ocultas, que nos permitan inferir la presencia de este tipo de violencia.

 Promover el conocimiento personal de todos los actores en esta lucha.

 Organizar y coordinar las tareas relacionadas a la lucha contra la Violencia Familiar.

 Lograr establecer sobre la mesa el debate sobre estos temas, proponiendo metas y líneas de acción en todos los niveles.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.