PROYECTO DE TP
Expediente 7851-D-2014
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSOS TEMAS RELACIONADOS A LA EVOLUCION DE LA INVERSION PUBLICA EN INFRAESTRUCTURA.
Fecha: 07/10/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 140
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo para que a traves
de los organismos que corresponda se sirva informar acerca de la evolución de la inversión
publica en infraestructura:
1.- ¿SE ha realizado un relevamiento a los
efectos de conocer cuáles son las prioridades que se deben tener en cuenta para impulsar
un plan de inversión pública? En caso afirmativo indique resultados. En caso negativo
explique los motivos.
2.- Asimismo ¿Que parámetro se establece
para determinar los sectores que tienen infraestructura insuficiente y buscando la solución
más económica para atender ese déficit?
3.- ¿De qué manera se realiza el seguimiento
de cada uno de los proyecto de inversión pública y en que plazos?
4.- ¿Se realizan sanciones por parte de la
Autoridad señalada por la de Aplicacion ante el incumplimiento de los mismos? En caso
afirmativo, indique cuales y en caso negativo, explique los motivos.
5.-¿Se ha realizado un relevamiento a los
efectos de saber en los últimos años si se han formulado nuevos planes y proyectos para
el territorio argentino tanto desde niveles provinciales, nacionales y supranacionales? En
caso afirmativo, indique resultados y explicite por provincia. En caso negativo, explique los
motivos.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
LA EVOLUCION DE LA INVERSION PUBLICA
EN INFRAESTRUCTURA
Cuáles son las prioridades que se deben tener
en cuenta para impulsar un plan de inversión pública. Cómo se determinan los sectores
que tienen infraestructura insuficiente y la solución más económica para atender ese
déficit.
La realización de un plan de inversión pública
se construye en base a dos conceptos: i) la noción de "brecha de infraestructura" y ii) la
formulación y evaluación de cada proyecto. Por el primero se definen los sectores que
tienen una prestación de servicios de infraestructura insuficiente o "faltante" frente al
requerimiento del crecimiento de la economía. Por el segundo se determina la solución
más económica de acuerdo con las condiciones tecnológicas y de recursos disponibles para
cada proyecto en particular, una vez definidos los sectores con "brecha". En este artículo
nos referiremos al primer punto.
La determinación de la brecha parece ser una
tarea sencilla. Sin embargo, la planificación de la obra pública no puede realizarse sin
considerar la intervención en la dinámica productiva susceptible de diversas
interpretaciones que requiere un sustento teórico que la haga comprensible. Las vertientes
teóricas que suelen abonar la definición de brecha de infraestructura provienen de los
distintos enfoques en los que la teoría económica se debate. En este punto nos referiremos
a dos enfoques, que podríamos denominar, siguiendo a Jauretche, el adoptante y el
adaptante. Cuando se adopta un enfoque teórico se asumen sus características como lo
racional fundante. Cuando se adapta hay una revisión de la teoría que permite
aprehenderla y aprenderla reconociendo su carácter histórico. Así es posible para un país
generar su propio pensamiento y forma de resolver sin "volver a inventar la rueda".
La tensión entre adaptar y adoptar está
presente en las distintas formas que se tienen para calcular las brechas. Por un lado, y
ésta suele ser la posición de los organismos financieros internacionales, se adopta el
enfoque donde la brecha es definida como una menor inversión en uno o más sectores
respecto de la que se observa en los países centrales. Si el número de líneas telefónicas
per cápita es 4 en los países centrales y en el nuestro es 2, se sostiene que hay una
brecha en comunicación del 50 por ciento. A continuación se calculan las pérdidas debidas
a la falta de oferta suficiente del servicio a raíz de las complicaciones y mayores costos que
deben asumir los productores y consumidores por la falta del servicio. De igual forma para
el caso de la cantidad de km de rutas, los kwh por habitante, etc. Así se postula una
convergencia de tasas de crecimiento si la acumulación de capital
se dirige en la misma dirección que en los
países avanzados y se permite la adopción de las nuevas tecnologías, las economías
avanzadas muestran su porvenir.
Desafortunadamente, nuestras economías de
herencia colonial no tienen la misma estructura productiva ni la misma dinámica que las
centrales. Hablando en general, las necesidades de infraestructura deben programarse en
función de los obstáculos que se deben remover para alcanzar una dinámica productiva
autosustentable e inclusiva. El talón de Aquiles del funcionamiento económico argentino (y
también de los países latinoamericanos) es su debilidad para sostener una balanza de
pagos equilibrada. Los intentos por aumentar el ritmo de acumulación de capital chocan
contra la disponibilidad de divisas. La dinámica de las exportaciones, sin estímulo, no es
suficiente como para sostener la necesidad de importaciones de bienes que requiere todo
proceso de crecimiento. Si bien puede ayudar la sustitución de importaciones, los
requerimientos de la producción, en especial el industrial, necesitan de un intercambio
externo de mayor cuantía que en la última mitad del siglo pasado.
La propia evolución histórica impone enfrentar
los cambios desde bases bien diferentes a las de los países centrales y aun de los países
asiáticos, cuya única ventaja por largo tiempo y aún hoy en la mayor parte de la población
de la región se basa en salarios inferiores del resto de los países centrales. Por lo tanto, los
ejes que deben tenerse en cuenta para formular la "brecha de infraestructura" en un plan
de inversión pública son: el fortalecimiento del sector externo y la inversión de tipo social
que mejore la capacidad y productividad del trabajo. El primer eje no sólo significa mejorar
la prestación de servicios para el sector productivo apoyando la superación de la estructura
productiva desequilibrada, sino también en el proceso de formulación de los proyectos
para potenciar la capacidad de la propia producción nacional. Es necesario concebir y
sostener la tensión inevitable entre el tiempo político para la resolución de una brecha y la
capacidad productiva nacional. Ese parece ser el camino para ir alcanzando una mayor
"densidad nacional".
Que el transporte no cumple exclusivamente
una función de trasladar personas y bienes, sino que es capaz de crear y condicionar
realidades, constituye un tema conocido. Que se ha ido configurando en relación con la
organización de territorio, obedeciendo a la demanda de los distintos modelos de
acumulación, también es un tema que ha sido debatido ampliamente. Incluidas en el
ordenamiento del territorio, la disposición y las características de las redes de transporte
son parte del proceso de producción del espacio. De esta manera, cuando se diseña un
sistema de transporte o un componente del mismo, se decide qué se busca transportar y
cómo, desde dónde y hacia qué lugar. Se decide qué sectores se pretende poner en
contacto o, en otras palabras, hacia quiénes está dirigida la nueva inversión y, finalmente,
qué territorio se pretende producir.
El ordenamiento territorial constituye un
instrumento estratégico de gestión y planificación que busca el desarrollo de un territorio
en función de metas políticas económicas, sociales, culturales y ambientales. Como tal, no
es un instrumento neutral. Regula uso y ocupación del territorio, incide sobre el
tratamiento de los recursos naturales, opera sobre las actividades productivas, el sistema
de asentamientos y sobre la cohesión social y territorial. Si bien ninguna red por sí misma
garantiza el desarrollo, remite a la puesta en valor de los territorios pero también a las
diferentes modalidades de configuración y apropiación del espacio. Redes que articulan
selectivamente sectores de la población, individuos, regiones y ciudades. Redes que
significan actores que hacen uso de ellas, articulación y facilitación de interrelaciones entre
puntos selectos del territorio.
En los últimos años se han formulado nuevos
planes y proyectos para el territorio argentino, tanto desde niveles provinciales, nacionales
y supranacionales, con coincidencias y divergencias tanto en los proyectos que
comprenden, como en la priorización de las inversiones. Se han materializado numerosos
proyectos, desde la pavimentación de rutas como la 40 que permite mejores conexiones a
lo largo de la cordillera y con ello potencia el turismo y las economías regionales, la
anunciada recuperación de los ferrocarriles interurbanos desguazados en las décadas
anteriores, las recientes inversiones en trenes del AMBA o el avance en la recuperación de
talleres ferroviarios, hasta obras como el dragado de la Hidrovía Paraná-Paraguay, trabajos
en tramos puntuales de ferrocarriles que permiten el acceso a terminales portuarias del
Gran Rosario, o la pavimentación y mejora de rutas en la búsqueda de reducir los costos
del traslado de la producción hacia mercados externos. Estos últimos, a pesar de haber
incluido objetivos de desarrollo local y regional, no consideran las huellas sobre los
territorios, no dan respuestas a demandas locales. Tampoco se plantean la optimización de
las inversiones, ya que no están previstos proyectos articulados de manera de diseminar
los beneficios de accesibilidad hacia áreas mayores. Los beneficios que generan parecen
estar concentrados y los perjuicios dispersos hacia las poblaciones y ambientes más
vulnerables.
No obstante, se incorporaron temas que no
eran incluidos en las discusiones, como la necesidad de definir una política de desarrollo y
de ordenamiento del territorio, el diseño de planes estratégicos no estancos, la discusión
de instrumentos de ordenamiento territorial, de una política de tierras, etc. Por otro lado,
se ha propuesto revisar los subsidios para que se enfoquen en la demanda segmentando a
los usuarios según su poder adquisitivo. Muchas de estas discusiones se están llevando
adelante en el marco de procesos con participación de las jurisdicciones provinciales y de
actores locales. Se espera que el giro en los temas de la agenda trascienda el discurso y
permita revertir situaciones de inequidad y consolidar un enfoque integral del territorio, en
donde la infraestructura de transporte contribuya con lineamentos político-territoriales en
donde la visión del mercado no sea la que defina las inversiones. Las decisiones deberían
tener como protagonistas a la integración del territorio y el
desarrollo de las economías regionales y no a
las demandas de operadores concentrados del sistema productivo.
Sobra decir que resulta indispensable
incrementar la dimensión política y la participación, la planificación y el control del uso de
los recursos en el contexto de una integración más profunda, en la cual la infraestructura y
los proyectos sobre los territorios sean un componente de un programa común. Sólo así
podríamos evitar que la economía global construya el territorio a su medida. Vale cerrar
citando a Scalabrini Ortiz en relación con un medio de transporte que ha sido un "arma"
para garantizar la hegemonía de los ingleses, "o bien el país domina a sus ferrocarriles, o
bien los ferrocarriles dominan a su país", concepto que bien se puede extender al tema
que se presenta.
Fuente: PAGINA 12. 6/10/2014
Por todo lo expuesto es que vengo a solicitar
de mi pares la aprobación del presente proyecto
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | COMPROMISO FEDERAL |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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