El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1°: Incorpórase como inciso w) del artículo 11 de la ley 26.206 el siguiente texto:

"w) Fomentar la educación en mate- ria de nutrición, promoviendo hábitos alimentarios saludables como forma de contribuir en la prevención del sobrepeso y la obesidad, hipertensión arterial y así en las enfermedades crónicas no trasmisibles vinculadas a los mismos.

Artículo 2°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

El presente proyecto tiene como objeto fomentar la educación en materia de nutrición, tendientes a promover una alimentación saludable en el ámbito educativo como forma de contribuir, actuando sobre este factor de riesgo, en la prevención del sobrepeso y la obesidad, hipertensión arterial y así en las enfermedades crónicas no tras- misibles vinculadas a los mismos.

Es necesario tratar la Educación para la Salud como un proceso de formación, de responsabilidad del individuo a fin de que adquiera los conocimientos, las actitudes y los hábitos básicos pa- ra la defensa y la promoción de la salud individual y colectiva. Es decir, res- ponsabilizar al alumno y de prepararlo para que, poco a poco, adopte un estilo de vida lo más sano posible y unas conductas positivas de salud. (La alimenta- ción infantil. Importancia de una educación alimentaria. Desde la escuela en los primeros años de vida. Beatriz Carrillo Siles, Febrero 2009).

Sostiene la mencionada autora que el "consumo ha de ser suficiente, natural y equilibrado ya que la calidad de vida dependerá en gran medida de los nutrientes que se aportan al organismo me- diante la alimentación, la cual permitirá el crecimiento y la realización de las funciones biológicas y psicológicas".

Así la Ley Nacional N° 25.724 del 17 de Enero del año 2003, crea el "Programa de Nutrición y Alimentación Nacional", en cuyo artículo 4 inc. f) indica que la Autoridad de Aplicación debe implementar un Programa de educación alimentaria nutricional como herra- mienta imprescindible para estimular el desarrollo de conductas permanentes que permitan a la población decidir sobre una alimentación saludable desde la producción, selección, compra, manipulación y utilización biológica de los ali- mentos.

En cuyo sentido, el Ministerio de Educación de la Nación en el año 2008, crea el Programa de Educación Ali- mentaria y Nutricional, Libro para los docentes, donde en sus fundamentos sostiene que ¨esta situación plantea la necesidad de desarrollar y proponer un enfoque pedagógico y didáctico para abordar la educación alimentaria, que ar- ticule conceptos provenientes de distintos campos de conocimiento y que inte- gre, en alguna medida, los saberes cotidianos, para dar lugar a un nuevo mo- delo que pueda ajustarse a los problemas y a los contextos educativos especí- ficos, sin renunciar al pensamiento teórico. En este sentido, Astolfi (1998) pro- pone el desarrollo de un currículo multi-referenciado para hacer frente a la complejidad de estos aprendizajes. Se trata de un nuevo "recorte" curricular que nos obliga a "tomar prestados" de una forma selectiva y subjetiva, concep- tos e ideas provenientes de campos disciplinares diferentes, que normalmente no tienen relaciones entre sí y a recombinarlos, en función de los objetivos de un proyecto educativos específicos (...)

Otra de las acciones de este pro- yecto es el diseño y la puesta en marcha de un modelo de capacitación que facilite a los docentes el abordaje de la educación alimentaria a la hora depo- nerla en marcha en las escuelas".

Por otra parte, según la Fundación InterAmericana del Corazón Argentina (FIC) sostiene que "la alimentación in- adecuada (junto con el consumo de tabaco y la actividad física insuficiente) es una de las principales causas de las enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT). Estas enfermedades (entre las que se incluyen las enfermedades car- dio y cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer y la enfermedad respiratoria, entre otras) constituyen la causa de muerte de 35 millones de personas cada año a nivel global, el 80% de las cuales se producen en países de bajos y me- dianos ingresos. La Argentina no es ajena a este problema. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2009 (ENFR 2009, Ministerio de Sa- lud de la Nación), el 53,4% de la población adulta de nuestro país tiene exceso de peso, el 34,8% tiene presión arterial elevada y sólo el 4,8% ingiere diaria- mente la cantidad recomendada de frutas y verduras. A esto se suma el hecho de que mientras la Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de sal de 5 gramos diarios, en el país la ingesta promedio por habitante es de entre 11 y 12 gramos, de los cuales el 70% proviene de los alimentos industria- lizados (...) Otro aspecto relevante es que hubo un aumento de las brechas en los indicadores de salud. Por ejemplo, la obesidad creció un 3,7% en el sector de menores ingresos (pasó de 16,3% a 20%) entre 2005 y 2009, mientras que creció sólo un 1% en el sector de ingresos altos (13% a 14%). La inactividad pasó de 44% en 2005 a 56% en 2009 en el sector de menor ingreso, cuando en el grupo de mayor nivel socioeconómico sólo aumento un 4% en el mismo periodo.

Al igual que en el resto del mundo, en Argentina, los sectores sociales más pobres muestran mayores tasas de obesidad, diabetes y una peor calidad alimentaria.

Por último, "la escuela ha de ser tan responsable en la enseñanza del cuidado de la salud por medio de la alimenta- ción, como lo es la enseñanza en todo otra asignatura". (Pablo Sessano, espe- cialista en gestión de políticas públicas ambientales).

En razón de lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la presente iniciativa.