PROYECTO DE TP
Expediente 7816-D-2010
Sumario: "DIA DEL EMPRESARIO NACIONAL". SE DECLARA COMO TAL EL 16 DE AGOSTO DE CADA AÑO.
Fecha: 25/10/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 161
El Senado y Cámara de Diputados...
16 DE AGOSTO, DÍA
DEL EMPRESARIO NACIONAL
Artículo 1º.- Declárase
como "Día del Empresario Nacional" al 16 de agosto de cada año.-
Artículo 2º.-
Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El 16 de agosto de 1953 se formó
la Confederación General Económica (CGE), trasformándose en una
organización empresarial de gran densidad histórica. Bajo sus muros, hombres y
organizaciones abrieron las puertas de la revolución industrial, potenciaron el
progreso y crearon riqueza trayendo el desarrollo del campo, de la industria
propia, el comercio y los servicios, llegando con sus productos a cualquier rincón
del mundo.
A lo largo de su trayectoria y a
través de momentos difíciles, la CGE ha dado siempre ejemplo de objetividad y
acierto en la orientación de las políticas económicas y sociales que convenían al
país. Aportando siempre sus análisis y reflexiones, facilitando las tareas de
decidir y contrastando sus propuestas con la realidad más cruda de cada
situación del empresario PyME.
Procuró siempre, controlar la
extranjerización de la economía argentina y desarrollar más el mercado de
producción y consumos nacionales; e impulsó como ideas básicas: un país
productivo, un mercado interno pujante, un compre nacional para los productos
y el desarrollo de industrias estratégicas entre otras. Además, a través de su
primer presidente, creó el Instituto de Estudios Económicos y Financieros
(IEEF), para la formación moderna de empresarios y seguimiento y
conocimiento de la realidad nacional.
José Ber Gelbard,
cofundador y primer presidente de la Confederación General de Economía,
definió así su concepción de la relación entre obreros y empresarios: "Nosotros
no hemos de lograr salarios altos si no logramos una alta productividad. La
productividad no debe significar en ningún modo volver al cañaveral o a la
fazenda donde trabajaban con el látigo, ni tampoco debe significar uno tortura
moral o física para el obrero. Debe significar una producción concordante con lo
que se le paga y adecuada a su propio esfuerzo".
La CGE es portavoz de gran parte
del empresariado del país y reúne a la totalidad de las provincias a través de
una estructura federal. Fruto de su constante y permanente interés por
profundizar en la realidad y actualidad de los distintos sectores del país, una de
las características de la política de la CGE ha sido y es la de acompañar al
empresario PyME en sus aspiraciones y expectativas.
La CGE es la casa de todos los
empresarios y actúa en defensa de los intereses de las empresas asociadas tal
como lo exigen los nuevos tiempos y circunstancias.
El proceso de extranjerización de la
economía en nuestro país comenzó en 1955. Desde ese año en adelante, la
Nación argentina ha perdido una enorme cantidad de empresas, y una parte de
ellas han sido reemplazadas por empresas extranjeras, desbaratando el aparato
industrial, apoderándose de los servicios públicos y desarrollando los sectores
destinados a exportar materias primas y productos primarios, demoliendo
sistemáticamente los principios firmados en 1947 en Tucumán cuando se
declaró la Independencia Económica.
El instrumento principal para este
cambio ha sido siempre el control de la estructura financiera, y las malas artes
utilizadas por Gran Bretaña y Estados Unidos, que incumplieron todos los
tratados firmados para evitar pagar lo que debían, inventar deudas inexistentes
e impedir que se usen las libras obtenidas por la venta de productos primarios a
Inglaterra, mediante la declaración de "inconvertibilidad de la Libra".
La combinación de falta de
financiamiento competitivo, apertura aduanera e encarecimiento de los insumos
dejó a las empresas grandes de argentina al borde de la quiebra, tal fue el caso
del grupo industrial Siam Di Tella, del grupo Salimei, o la otrora fábrica de
máquinas-herramientas Wecheco, para mencionar unas pocas, mientras que
grandes empresas como Terrabusi o Bagley fueron adquiridas por los famosos
"inversores extranjeros", que en realidad no invirtieron nada, sino que se
apoderaron de los activos existentes a precio de remate, y con el financiamiento
barato pusieron de nuevo en marcha lo que ya funcionaba.
Ante tal situación, debemos
fomentar un proceso para des-extranjerizar nuestro sistema económico,
organizando sistemas de protección para la economía patria y alentar al
empresario nacional para que siga invirtiendo en su país.
Este marco no es
sólo actual; ya a mediados del siglo XIX se dirimían estas dos tendencias: país
con predominio colonial o país con desarrollo propio e independiente. Manuel
Belgrano afirmaba: "la importación de mercaderías que impidan el consumo de
las del país o perjudiquen el progreso de sus cultivos y sus manufacturas lleva
tras de sí la ruina de una nación".
En el debate en el Parlamento por
la ley de Aduanas después de la crisis de 1866 Vicente Fidel López defendió el
proteccionismo industrial frente a las posiciones librecambistas.
Carlos Pellegrini afirmó: "somos
una granja del extranjero, un pedazo de territorio extranjero". En otro momento
alegó "no seamos en el porvenir un país de pastores, seamos una nación de
obreros". Sin desconocer la importancia del agro subrayó: "sin industria no hay
nación".
Recordamos estos conceptos
después de haber sufrido los efectos del plan Martínez de Hoz durante la
dictadura. Hoy desde la Sociedad Rural y otros foros similares se alienta aún la
persistencia del modelo agroexportador y la vuelta al neoliberalismo de la
década de los 90. Estos grupos ocultan que ese modelo eliminó a cientos de
miles de pequeños productores agrarios.
Frente a los deseos de los
latifundistas, los grupos concentrados y el capital financiero internacional
siempre hubo resistencias populares, especialmente de los sectores
empresariales pequeños y medianos ligados con el mercado interno y el
quehacer nacional.
Un hecho poco recordado refiere
que en 1896 durante el gobierno del general Roca decenas de miles de
talleristas, microempresarios, con sus obreros y familias se concentraron en
Plaza Lorea para reclamar mediadas que pusieran fin al ahogo de la industria
nacional.
Con las olas migratorias de fines
del siglo XIX y comienzo del XX y la sustitución de importaciones durante las
dos guerras mundiales -en especial la segunda- se generaron en todo el país
multiplicidad de actividades agrarias, industriales, comerciales y de
servicios.
Esa situación dio lugar a que
entidades de la zona del noroeste argentino tuvieran la iniciativa de agruparse
para conformar una central que los representara. El 24 y 26 de mayo de 1950
se reunieron en Catamarca y labraron una declaración fundacional que se
conoce como "Acta de Catamarca" y conformaron la Confederación Argentina de
la Producción, la Industria y el Comercio (CAPIC). Esta entidad continuó
ampliando sus objetivos en todo el país y tras sucesivas etapas se constituyó en
la Capital Federal, el 16 de agosto de 1953, la Confederación General
Económica (CGE) que presidía José B. Gelbard.
Sus primeras medidas pusieron
énfasis en "reactivar las economías locales en forma conjunta y asumir el
progreso general de la Nación". Se creó una Comisión de Zonas cuyas primeras
reuniones se realizaron en Comodoro Rivadavia y La Rioja. La idea era integrar
el país. Después de conformar 3 confederaciones y 40 federaciones se
adhirieron centenares de centros empresariales de la ciudad y el campo.
Por el papel que ha desempeñado
en defensa de los intereses del sector y las instituciones democráticas
consideramos importante que se festeje el Día del Empresariado Nacional el 16
de agosto en conmemoración de la fecha en que se fundó la CGE como entidad
más representativa del sector.
Hoy el empresariado nacional
integrado en su mayoría por las Mipymes no conforma una sola organización
pero expresa la lucha por reivindicaciones comunes.
Las Mipymes integran un
conglomerado social de alrededor 1.500.000 comerciantes, prestatarios de
servicios, industriales y productores agrarios. Aportan alrededor del 45% del PBI
y constituyen la principal fuente de trabajo con casi el 70% del empleo.
El Empresario Nacional apuesta
siempre a su país, reinvirtiendo en el mismo, arriesgando su capital, dando
trabajo y aportando con sus impuestos, para que nuestra sociedad avance en
un sendero de desarrollo. Es quien prefiere producir en nuestra tierra en vez de
recurrir a posibilidades que brindan otros países; que sufre las políticas
económicas erradas y crece con las acertadas; aquel que junto con sus
trabajadores vive el día a día, en su comercio, industria o tierra; que resiste
ante la presión adversa local o extranjera. Es aquel que arriesga su capital en lo
que cree; el que desde cada región del país se convierte en un invalorable
instrumento para la distribución del ingreso y la equidad social.
Para que haya un puesto de
trabajo un empresario debe invertir y confiar en su decisión.
Señor Presidente, por las razones
expuestas es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
HELLER, CARLOS | CIUDAD de BUENOS AIRES | NUEVO ENCUENTRO POPULAR Y SOLIDARIO |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
LEGISLACION GENERAL (Primera Competencia) |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | REPRODUCIDO POR EXPEDIENTE 2062-D-12 |