La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de los organismos que resulten competentes, informe cuáles son las políticas que está implementando el Estado Nacional para controlar el tránsito vehicular en los Corredores Viales Nacionales.

Señor presidente:

La seguridad vial fue instalada en la agenda pública como política de Estado, de aquí que el Estado Nacional haya establecido ejes fundamentales en materia vial: las tareas de concientización, prevención, control y sanción. Para ello se creó la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que es el organismo responsable de la coordinación y seguimiento del Plan Nacional de Seguridad Vial. El mismo está contemplado en el Convenio Federal sobre Acciones en materia de Tránsito y Seguridad Vial.

Los accidentes en las rutas nacionales son causados por tres factores preponderantes que confluyen para desencadenarlos: el factor humano, la máquina y la infraestructura; sin embargo, existe un aspecto que funciona como sostenedor de esta tríada: la ausencia de control del Estado sobre los mismos.

El control sobre los vehículos y sobre las licencias es deficitario y hace falta impulsar mayores y mejores estrategias de vigilancia en esta materia, en los diferentes niveles del Estado que intervienen. Las estadísticas indican que muchos vehículos transitan por las rutas sin tener sus papeles en regla, mientras que otros presentan un estado deplorable, otros circulan sin tener las señales lumínicas adecuadas, y muchos otros presentan atributos prohibidos, como vidrios polarizados y/o modificaciones de carrocería de configuración cuestionable.

Según datos aportados por el Instituto de Seguridad y educación Vial (ISEV) en el período 2005/2007, el Índice de morbilidad vial se incrementó un 6,77%, el Índice de siniestralidad vial grave un 29%, y el Índice de morbilidad vial grave aumentó un 31,71%. La totalidad de accidentes graves registrados en todo el territorio llegó a cifras que superaron los 14.000 siniestros y las 10.000 víctimas fatales. En ese período, Argentina se ubicó primera en el ranking mundial de naciones con mayor tasa de mortalidad en accidentes de tránsito, con un número cercano a las 30 víctimas, además de pérdidas económicas anuales aproximadas de 4700 millones de dólares. Estas cifras continúan hoy en niveles muy preocupantes.

Hay que considerar, además de los factores preponderantes antes mencionados, otros factores participantes de esta problemática y que no siempre se tienen en cuenta: el aumento del tránsito en temporada alta para el turismo, la mayor circulación de camiones en tiempo de cosechas, que producen modificaciones en el flujo del tránsito, y la circulación de la maquinaria agrícola por las rutas nacionales.

El Estado debe garantizar el buen estado de las rutas nacionales, realizando todas las obras que sean necesarias y aquellas que corresponda para mantener la infraestructura carretera del país en perfecto estado. Además es primordial realizar campañas de educación vial, ya que solamente mejorando y manteniendo los corredores viales nacionales si los conductores no cumplen con la ley ni adquieren conciencia vial no basta.

Se debe establecer una eficaz vigilancia para que se cumpla con las normas establecidas en materia de seguridad. Un efectivo control vial permanente no solamente ayudaría a evitar accidentes, sino que también combatiría otras problemáticas como el narcotráfico, el contrabando y otras actividades delictivas. El accionar de la Nación en lo que respecta al control de los vehículos que transitan por los corredores nacionales debe adquirir una dimensión más estricta y acorde a su importancia y necesidad.

Es por todo lo expuesto que solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto.