La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional en los términos del art. 100 inciso 11 de la C.N. para que por intermedio de la Jefatura de Gabinete de Ministros, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Ministerio de Defensa, Ministerio de Seguridad, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, Secretaría General de la Presidencia, Secretaría de Inteligencia y demás organismos competentes en la materia, informen a esta H. Cámara de Diputados de la Nación acerca de los siguientes puntos vinculados a las expresiones públicas de la señora Presidente de la Nación en el sentido que habría sido amenazada por el grupo terrorista denominado Estado Islámico (ISIS), que su vida corre peligro responsabilizando por su integridad al gobierno de Estados Unidos y que existen sectores internos que conspiran para voltear al gobierno que disponen de ayuda extranjera.

1.- Precisar con qué elementos de prueba cuenta el Poder Ejecutivo para denunciar la existencia de amenazas de la banda terrorista fundamentalista autodenominada Estado Islámico (ISIS), que supuestamente pretendería atentar contra la señora presidente de la Nación. Certificar las acciones emprendidas al respecto a nivel judicial y de los órganos de la Defensa Nacional, del Sistema de Seguridad Interior y del Sistema de Inteligencia Nacional.

2.- Indicar si existen evidencias ciertas y concretas de alguna clase de interferencia conspirativa o amenazas ciertas a la integridad de la Dra Cristina Fernández de Kirchner por parte del gobierno del presidente Barack Obama. Al hacerlo, demostrar cuáles son las decisiones adoptadas por el Poder Ejecutivo, si se ha formulado denuncia en sede judicial y en los organismos internacionales, qué instrucciones se han dado a la embajadora argentina en Washington señora Cecilia Nahón y a los representantes nacionales ante la ONU y la OEA embajadoras María Perceval y Nilda Garré, respectivamente. También indicar que medidas en el ámbito de la diplomacia se han adoptado respecto a la legación norteamericana en Buenos Aires, encabezada por el encargado de negocios señor Kevin K. Sullivan.

3.- Especificar cuáles son las evidencias con que cuenta el gobierno nacional para sostener la existencia de un complot internacional o conspiración desestabilizadora que junto con entidades ruralistas y empresarias, exportadores, bancos y financieras argentinos o extranjeros pergeñan alguna clase de golpe de estado, maniobra "destituyente" o confabulación económica para destruir el Estado de Derecho y deponer a las autoridades legítimas. Acreditar cuáles son las acciones judiciales emprendidas al respecto.

Señor presidente:

La señora presidente de la Nación Dra. Cristina Fernández de Kirchner en la noche del 30 de setiembre volvió a reunir a la militancia y a los consabidos asistentes oficiales de sus actos en los patios y salones de la Casa Rosada. Lo hizo con el objetivo de llevar sus denuncias conspirativas a la máxima expresión, hablando sobre supuestas "maniobras de pinzas" e intentos desestabilizadores.

Eso no fue todo. La primera mandataria se encargó de negar que haya problemas en la economía. Y luego pasó a remarcar: "hay sectores que pretenden voltear al gobierno y hacerlo con ayuda extranjera". ¿Qué pruebas mostró ante semejante afirmación? Solamente menciones abstractas, metiendo a todos los acusados en una misma bolsa, desde sectores exportadores, ruralistas, bancos (que se olvidó decir, constituyen el sector que más ganó en la década K) pasando por las sociedades que operan con el dólar bolsa, los operadores del dólar blue, entre otros.

En esa dirección, luego de que hace una semana la primera mandataria dijo que supuestamente había sido amenazada de muerte por el grupo Isis (los fundamentalistas islámicos que decapitan periodistas en Medio Oriente), cambió de enemigo y puso la lupa sobre Estados Unidos.

"Si me pasa algo, no miren hacia el Oriente, miren hacia el norte", sostuvo Cristina. Esa fue la respuesta a una declaración del gobierno de Estados Unidos que ayer informó que "monitorea de cerca" la decisión judicial de desacato de la Argentina.

A ello se le agregó una notificación donde alerta, a sus ciudadanos, sobre la ola de inseguridad que se vive en nuestro país. Si alertar por el principal flagelo que afecta a los argentinos es "una maniobra destituyente", deberíamos redefinir lo que significa un golpe de Estado.

"No me sorprendió la medida de Griesa y tampoco me sorprendería que dicte sanciones. A lo mejor me van a mandar presa la próxima vez que vaya a Nueva York... voy a ir igual, les aclaro", agregó la Presidenta, visiblemente ofuscada. A esta altura, estas declaraciones sólo pueden ser interpretadas como una suerte compulsión conspirativa o maniobra de distracción.

En verdad, la presidente Cristina Fernández no simboliza absolutamente ningún peligro para el país del norte, ni tampoco representa ningún escollo serio para el mantenimiento del statu quo de ese país.

Lejos de la proclama antiimperialista que denotan sus arengas, la realidad muestra que la presidente, a cambio de unos pocos yuanes, en un intento de fortalecer las alicaídas arcas del Banco Central, acaba de entregarle importante territorio a los chinos para que instalen una base espacial en Neuquén.

Lejos de lo que sucedía durante la guerra fría, China es aliada de los norteamericanos en el sistema financiero mundial al ser el principal acreedor de su deuda pública. A su vez, el principal mercado que tiene China, el sostén de su crecimiento, son los Estados Unidos. Es decir, es una relación de conveniencia mutua.

Otra muestra del doble discurso es que, el año pasado, el gobierno nacional le otorgó-mediante la firma de un contrato secreto- la explotación de Vaca Muerta, el principal yacimiento hidrocarburífero no convencional de nuestro país, a Chevron que es una de las principales multinacionales norteamericanas.

Cabe destacar que la presidente de la Nación es constitucionalmente la comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, tiene a su disposición todas las fuerzas de seguridad de alcance federal y los servicios de inteligencia.

Por eso no puede ni debe realizar denuncias sin sustento, con total ligereza, con el sólo objetivo de victimizarse. Las reales victimas de toda esta situación son los millones de ciudadanos que están sufriendo las consecuencias de las políticas económicas, con una inflación desenfrenada que pulveriza salarios, con una recesión que está destruyendo el trabajo genuino y todo dentro de un marco de híper inseguridad.

Echarle la culpa de todos los males a los cueveros, a los fondos buitres y al gobierno norteamericano, a esta altura solamente puede ser considerado como una estrategia de la Casa Rosada para seguir sin instrumentar ningún tipo de plan en la economía. Es la única respuesta, al parecer, que tiene el P.E.N. ante los notables y preocupantes desequilibrios macroeconómicos que conmueven a nuestra economía.

Por lo expuesto, solicito el acompañamiento de mis pares a fin de clarificar este asunto de notoria repercusión y trascendencia institucional e internacional