PROYECTO DE TP
Expediente 7625-D-2013
Sumario: CODIGO PENAL: MODIFICACION DE LOS ARTICULOS 89 Y 92, SOBRE DELITO DE MALTRATO A MENORES DE 16 AÑOS, PERSONAS CON DISCAPACIDAD Y MAYORES ADULTOS.
Fecha: 26/11/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 180
El Senado y Cámara de Diputados...
INCORPORACION
DEL DELITO DE MALTRATO
A MENORES DE 16
AÑOS, PERSONAS CON DISCAPACIDAD
Y MAYORES
ADULTOS.
Artículo 1°.- Modifícase el
artículo 89 del Código Penal, que quedará redactado de la siguiente manera:
ARTICULO 89. - Se
impondrá prisión de un mes a un año, al que causare a otro, en el cuerpo o en
la salud, un daño que no esté previsto en otra disposición de este código.
La misma pena
recaerá para el que maltratare físicamente a un menor de 16 años, una
persona con discapacidad o un mayor adulto.
Artículo 2°.- Modifícase el
artículo 92 del Código Penal, que quedará redactado de la siguiente manera:
ARTICULO 92. - Si
concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en el artículo 80, la pena
será: en el caso del artículo 89, así como también toda persona encargada del
cuidado, tratamiento, educación o vigilancia de un menor de 16 años, una
persona con discapacidad o un mayor adulto; de seis meses a dos años, en el
caso del artículo 90, de tres a diez años; y en el caso del artículo 91, de tres a
quince años.
Artículo 3°.- De
forma.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Los datos de la
realidad social argentina demuestran la necesidad de actuar de manera
urgente, contra las situaciones de maltrato que día a día van in crecendo, en
nuestra sociedad. Uno de los obstáculos con el que nos encontramos para
poner fin a la violencia contra la infancia es que está, aceptada socialmente.
Un concepto clásico de maltrato infantil ha generado la idea de que sólo las
formas más intensas de agresión son violencia, pero la violencia va más allá de
los casos extremos.
Promover formas de disciplinas
positivas, participativas y no violentas, que sean alternativas al castigo físico y
otras formas de trato humillante. Eliminar mitos al respecto y analizar las
consecuencias que la violencia causa en el menor agredido, es deber de toda
la comunidad.
Innumerable legislación
internacional en este sentido, condena los malos tratos como violatorios de los
derechos humanos, destacando entre ellas la Convención sobre los Derechos
del Niño, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer - "Convención de Belem do
Pará". En los casos de personas de edad avanzada y/ o con discapacidad, si
bien no hay referencia concreta a la temática, La Declaración Universal de
Derechos Humanos, La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, El Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo,
valorando y subrayando el concepto de Dignidad de la persona, dejan traslucir
la importancia de desbaratar y reprimir las actitudes que atentan contra esa
mencionada Dignidad.
Muchos países de la Comunidad
Económica Europea, han tipificado el referido delito. Seguido en nuestra
América Latina por Perú, México, Paraguay. Dentro de nuestro territorio
podemos mencionar como antecedente un proyecto de ley presentado en el
año 1999, por el Diputado mandato cumplido, por la Provincia de Catamarca,
Simón Hernández.
Tanto se ha dicho sobre la
problemática de la violencia, opino que dentro de ese campo, nadie tan
importante como las enseñanzas de la doctora Alice Miller, que luego de
trabajar en psicoanálisis durante veinte años, volcó sus revolucionarios
conocimientos, en más de diez libros. El más influyente y famoso de ellos
titulado POR TU PROPIO BIEN- La Crueldad Oculta en la Crianza de los Niños y
las Raíces de la Violencia. Subtítulo significativo, muestra que el daño hecho a
los niños continua sin ser identificado. En el mencionado libro resalta
claramente como la violencia infligida en los primeros años de vida de una
persona, marca de tal manera el carácter y la personalidad de ésta, dañando
profundamente su ser. Esta violencia, más tarde se replica en la sociedad y en
las sucesivas generaciones. Entre sus enseñanzas más importantes
destacamos:
a) El castigo físico en la niñez es la
causa principal de tendencias violentas, golpear, cachetear y maltratar a
niños es claramente algo moralmente negativo, al igual que un abuso. El
maltrato infantil esta autorizado y permitido socialmente. Muchos creen que es
la manera de criar a los niños. Nadie y especialmente ningún niño debe
aceptar la opinión de que merece sufrir. Recordemos la frase de los
movimientos feministas: NADIE MERECE SER GOLPEADO, NADIE.
b) Un niño que ha padecido
abusos y o maltratos de sus mayores, carece en su adultez de testigos y
permanece aislado, de los demás y de sí mismo. Reprime la verdad y la
sociedad se pone de parte de los padres. La depresión es el precio que el
adulto paga por renunciar a sí mismo, no sólo descuida sus sentimientos y
necesidades más profundas, sino que ni siquiera es capaz de reconocerlas. Pero
su cuerpo las reconoce e insiste en que experimente sus sentimientos reales y
auténticos y los exprese. Esto que es básico, no lo es para aquellas personas a
quienes sus padres utilizaron cuando eran niños para satisfacer sus propias
necesidades. [...] La depresión es el escape de todos los sentimientos que nos
harían revivir las heridas de la infancia. Así, se desarrolla un vacío interior.
Cuando es necesario evitar a cualquier precio el sufrimiento emocional, en el
fondo no queda mucho más con lo que sostener las ganas de vivir. Uno puede
sobresalir en la vida intelectual, pero en el plano emocional estará simplemente
sobreviviendo.
c) Este sufrimiento se instala y
encierra en lo más oscuro del alma. Las depresiones, adicciones etc., son
utilizadas como distracciones y evasiones para no recordar su dolor. De esta
manera, la persona etiqueta el maltrato recibido con el nombre: "educación",
de tal forma que anestesia sus recuerdos. Mientras no reconozcan que de niños
fueron víctimas, estas personas no serán capaces de reconocerse a sí mismas,
consideran la suya una educación normal y mantiene una estrecha relación,
como todas las personas que sufrieron maltrato en la infancia, con sus padres,
a los que defiende de todo reproche. El psiquiatra, que lo está interrogando,
rara vez pone en duda su criterio (probablemente porque tampoco él nunca ha
cuestionado a sus propios padres) y llega a la conclusión de que el asesino en
serie sentado frente a él llegó al mundo provisto de genes destructivos que lo
empujaron a cometer sus crímenes.
d) En la mayoría de los casos no
conocemos los orígenes de nuestro sufrimiento, porque una completa amnesia
oculta desde hace tiempo el recuerdo de las palizas recibidas, en primer lugar
como mecanismo de defensa del niño, que ama a sus padres y no puede
entender ese doble mensaje , que la persona que él ama lo maltrate. Pero esta
amnesia es nefasta porque se convierte en crónica y nubla nuestra orientación.
A pesar de que nos protege de los recuerdos no puede defendernos de los
síntomas más graves. El peligro se esconde en la historia de la infancia, pero
todas las puertas que nos permitirían acceder a esta perspectiva parecen estar
herméticamente cerradas. Nadie intenta abrirlas, al contrario, hacemos lo
posible para no tener que enfrentarnos a la historia de horrores insoportables
que nos ha acompañado durante tanto tiempo.
Al tratarse de los años de nuestra
vida en los que nos sentíamos más impotentes y vulnerables no queremos
volver a pensar en ellos [...] Sin embargo, justo estos años determinan toda
nuestra vida y sólo enfrentándonos a esta época podremos conseguir la llave
para comprender nuestros ataques de pánico, nuestra presión arterial alta,
nuestras úlceras, nuestro insomnio y -desgraciadamente- también nuestra
rabia, en apariencia inexplicable, ante un pequeño bebé que llora.
¿Por qué echamos culpa a los
genes? Por la sencilla razón de que la mayoría de nosotros fuimos maltratados
siendo niños y tememos que aflore el dolor reprimido por las humillaciones
padecidas entonces. Al mismo tiempo que nos maltrataban nos hacían llegar un
doble mensaje de que todo sucedía por nuestro bien, aprendimos a reprimir el
dolor, pero el recuerdo de las humillaciones permaneció almacenado en nuestro
cerebro y en nuestro cuerpo. Como amábamos a nuestros padres, creímos
cuando nos decían que las palizas eran por nuestro bien. La mayoría lo sigue
creyendo hoy en día y afirman que los niños no pueden ser educados sin un
cachetazo, es decir, sin humillaciones. Y así permanecen en el círculo vicioso de
la violencia y de la negación del desprecio vivido y experimentan de esta forma
la necesidad de vengarse, de resarcirse, de castigar. Los sentimientos de odio
reprimidos en la infancia se convierten con la edad en un odio asesino, que los
grupos religiosos y las etnias disfrazan de ideología. [Alice Miller "El saber
proscrito"]
e) Sería urgente concebir un plan para instruir a todas las capas de la
población. Desgraciadamente casi nadie estaría interesado, porque casi todo el
mundo sufrió agresiones durante su niñez y tuvo que aprender a creer que
eran por su bien. La mayoría de las personas defienden toda su vida tales
creencias y educan a sus hijos como ellos fueron educados. Así se protegen de
conocer la verdad, de saber que, cuando eran niños indefensos, fueron
maltratados. No quieren en ningún caso ser conscientes de que con cada golpe
maltratan a su hijo y lo perjudican para el resto de su vida, aunque sólo sea
porque anulan su capacidad para sentir empatía y para reflexionar con
lógica.
f) Tendría que haber un primer
mandamiento que proclamara: "Honra a tus hijos para que, más adelante, no
tengan que construir muros internos para protegerse del dolor pasado y no
tengan que defenderse de enemigos fantasma con armas espantosas que
podrían destruir el mundo." [Alice Miller "Salvar tu vida"]
Por supuesto que todos
repudiamos cualquier forma de maltrato, hacia cualquier persona, aunque
debo confesar que toca muy sensiblemente mi esencia, aquellos llevados a
cabo contra ancianos, personas con discapacidad y hacia los niños. La gente
disfraza al maltrato vistiéndolo de disciplina, cuando por todos los motivos
comentados anteriormente es ya sabido que este disfraz es sólo el ropaje
donde se camuflan los padres de hoy que fueron los niños maltratados de ayer.
Por todo lo expuesto, solicito a mis
pares me acompañen en la aprobación del presente proyec to.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
GUZMAN, OLGA ELIZABETH | NEUQUEN | MOV POP NEUQUINO |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
LEGISLACION PENAL (Primera Competencia) |
DISCAPACIDAD |
DE LAS PERSONAS MAYORES |