La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Un fuerte repudio a y una profunda preocupación por la toma del Palacio Sarmiento - sede del Ministerio de Educación de la Nación, efectuada el día 13 de octubre por un grupo de estudiantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires.

Señor presidente:

El pasado 13 de octubre, un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires tomaron la sede del Ministerio de Educación de la Nación, con el objetivo de obtener una respuesta oficial acerca de la finalización de las obras destinadas a construir el nuevo edificio de la facultad en el barrio de Constitución. Como consecuencia de la toma, y a partir del enfrentamiento de los estudiantes con la policía que se encontraba en el lugar, resultaron numerosas personas heridas así como estudiantes aprehendidos.

Hace años que los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA reclaman por un edificio único. Me tocó hacerlo particularmente cuando cursé mi carrera de grado en esa alta casa de estudios durante la década del noventa. Sin embargo, aquellos reclamos siempre fueron respetuosos de la vida institucional y democrática.

Actualmente el edificio único para la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA es casi una realidad. Se están finalizando obras de refacción y equipamiento. Han pasado casi dos décadas desde que se registran los primeros pedidos.

La toma y la destrucción de un sector del Palacio Sarmiento junto al cercenamiento de la libertad del Ministro de Educación de la Nación y de otros funcionarios y empleados de retirarse del establecimiento, se transforman en un recuerdo lamentable del resabio autoritario que atraviesa nuestra cultura cívica.

Ya con número de expediente 6849-D-2010 se presentó un Proyecto de Declaración expresando una fuerte preocupación por la toma de las tres Sedes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y que tiene por firmantes a los diputados Christian Gribaudo, Gladys Gonzalez y quien suscribe.

Los nuevos hechos acontecidos, no hacen más que profundizar esa preocupación y repudiar la metodología implementada para llevar adelante el reclamo, a través de medidas extremas y antidemocráticas.

No basta con la existencia de instituciones formales de gobierno para vivir en democracia. A eso se deben sumar procedimientos, reglas y normas de conducta que busquen y promuevan el respeto, el consenso y la armonización de los reclamos, posturas y perspectivas diferentes y alternativas. Nuestro sistema institucional prevé una serie de mecanismos para resolver los conflictos. Las respuestas pueden ser más o menos rápidas, es cierto. Sin embargo, la no utilización de los canales institucionales implica una negación del sistema democrático y republicano de gobierno.

Es por todo ello que debemos repudiar profundamente este tipo de situaciones y prácticas antidemocráticas.

Por lo expuesto es que solicito a los señores legisladores y las señoras legisladoras la aprobación del presente Proyecto de Declaración.