La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar preocupación por la situación desfavorable en que se encuentran actualmente las Economías Regionales de nuestro país, ante la importación indiscriminada de productos extranjeros.

Señor presidente:

Sin duda que el ingreso indiscriminado de productos importados especialmente la de alimentos, causa serios problemas a las economías regionales y en establecimientos de mediano, pequeño y micro productores (PyMES y Mipymes).

Un informe que realizó recientemente la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), dice que los precios del agro se multiplicaron por 5,4 veces en mayo de este año, aunque en algunos productos superó las 12 veces; según el índice IPOD (patrón de referencia el costo de un equipo IPOD), que mide la diferencia promedio entre el precio de góndola y origen para una canasta de 20 alimentos agrícolas.

La avalancha importadora que se está implementado en esta gestión de gobierno, muestra fortísimos incrementos en cantidad y variedad de productos importados en sectores como en alimentos y bebidas (45 por ciento en mayo). Según informa el INDEC, en los últimos meses aumentaron en forma notable las importaciones de frutas y hortalizas, carne porcina y pollo, en mercados cuyas ventas están en baja. En el primer semestre, la importación de naranjas y pomelos provenientes de España, México, Chile e Israel, llegó a las 3.542 toneladas, cuando en el mismo período del año pasado no se registraban compras al exterior. En el caso de la mandarina, fueron 45 toneladas desde Uruguay, una operación que tampoco se había registrado durante el mismo período de 2015. A los productores de naranjas se les paga 2,50 pesos el kilo y están fundidos como los pequeños o medianos productores de manzanas de Río Negro, por lo que importar naranjas significa la desaparición de esos sectores. Una naranja que no se produce en el país es un productor, un recolector y un camionero menos en las rutas llevando nuestra producción.

La importación de frutillas congeladas provenientes de China y de Polonia fue en el primer semestre de 70 toneladas, mientras que a esta altura del año pasado no se registraban compras al exterior, en el segundo semestre de 2015 solo se importaron 69 toneladas. En el caso de las ciruelas, las compras a Chile sumaron 863 toneladas entre enero y junio, diez veces más que en el mismo período de 2015.

En relación a la quinoa, cultivo autóctono de la toda la región andina que se produce a gran escala en los países de Perú, Bolivia y Chile especialmente; y en Argentina en las provincias del Norte (Salta y Jujuy), sorprende que actualmente se la esté importando desde Indonesia, llegando en el primer semestre del año a quintuplicarse su ingreso al país. Según los registros que lleva el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en los primeros seis meses del año ingresaron al país 192 toneladas de quinoa, un 501% más respecto de las 32 toneladas importadas en igual lapso de 2015. Ese volumen duplica la oferta nacional de un cultivo que cada vez es más requerido y cotizado en los circuitos gastronómicos.

En relación a la carne de cerdo se la está importando desde España, Brasil y Dinamarca; así como quesos, pastas e incluso bebidas alcohólicas, éstas últimas ya llevan acumulado un 70 por ciento de incremento en 5 meses, incluyendo vino y cerveza, productos emblemáticos para Argentina. Otro segmento con importante producción nacional es el de química de consumo (higiene personal y limpieza) para el cual los flujos de importación han trepado al 31 por ciento en el mes de mayo, y acumulan para el año un 13 por ciento.

Señor Presidente, nuestras economías regionales, como así también la subsistencia de miles de empresas y familias, están en riesgo dadas las importaciones indiscriminadas. Estamos transitando un camino que nos llevará a la destrucción de un capital social que fuera acumulado con gran esfuerzo durante muchos años en nuestro país, y es por todo esto que solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto de Declaración.