PROYECTO DE TP
Expediente 7521-D-2010
Sumario: RENDIR HOMENAJE AL PADRE MANUEL ALBERTI, EN EL MARCO DE LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO DE LA REVOLUCION DE MAYO, A TRAVES DE LA COLOCACION DE UNA PLACA EN LA "PLAZA DE LA REPUBLICA", CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES.
Fecha: 13/10/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 153
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Rendir homenaje al Padre Manuel
Alberti, en el marco de los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, a
través de la colocación de una placa en la "Plaza de la República" - sita en la
intersección de las Avenidas Corrientes y 9 de Julio, de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires - en la que se leerá el siguiente texto:
"Cámara de
Diputados de la Nación
Homenaje al
Padre Manuel
Alberti
Clérigo,
Revolucionario de Mayo
y Vocal de la Primera
Junta de Gobierno Patrio
25 de mayo de 2010
Bicentenario de la
Revolución"
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Manuel Máximo Alberti, sacerdote,
notable patriota y revolucionario, padeció la cárcel durante las invasiones inglesas
y fue vocal de la Primera Junta de Gobierno de nuestra Nación.
Nació un 28 de mayo de 1763 en
Buenos Aires. Sus padres fueron Antonio Alberti y Juana Agustina Marín. Estudió
en el Real Colegio de San Carlos y, posteriormente, cursó estudios de teología en
la Universidad de Córdoba, llegando a obtener el doctorado en Teología y
Cánones, el 16 de julio de 1785. Un año después fue ungido como sacerdote.
Durante sus primeros tiempos como
capellán ostentó el cargo de teniente cura en la Ciudad de Concepción del
Uruguay y en 1790 accedió al cargo de cura y vicario del Partido de la Magdalena.
Según fuentes de la época, Alberti era
descripto por sus superiores como una persona de profundos sentimientos
religiosos, propensa a otorgar caridad desinteresadamente.
Esas actitudes no sólo fueron
valoradas por las altas jerarquías eclesiásticas sino también por las clases
desfavorecidas, entre las que gozó de gran popularidad, fruto de su profunda
vocación de trabajo hacia los más humildes.
Volvió a Buenos Aires en 1808 para
hacerse cargo de la recientemente creada Parroquia de San Benito de Palermo, el
12 de noviembre de ese mismo año.
Su residencia en la Ciudad, le permitió
trabar contacto con Nicolás Rodríguez Peña y Miguel de Azcuénaga,
comprometiéndose con los ideales revolucionarios.
Así, adhirió a los movimientos políticos
que desembocaron en la Revolución de Mayo y participó en el Cabildo abierto del
22 de mayo de 1810, donde votó por el inmediato cese en sus funciones del virrey
Baltasar Hidalgo de Cisneros.
Fue elegido vocal de la "Junta
Provisional Gubernativa de las Provincias Unidas del Río de la Plata a nombre del
Señor Don Fernando VII", que nuestra historia reconoce como la Primera Junta de
Gobierno Patrio.
Aunque originalmente estuvo en
sintonía con las ideas de Cornelio Saavedra, desde ese lugar apoyó, en especial,
las propuestas reformistas de Mariano Moreno.
No obstante, atento a su condición de
sacerdote cristiano y en consecuencia con sus ideas, fue el único voto en contra
del fusilamiento de Santiago de Liniers, que fuera dispuesto por la Primera Junta
tras la captura del ex virrey ocurrida en el marco de la caída de la
contrarrevolución en Córdoba.
También fue redactor de la Gazeta de
Buenos Ayres, aún con posterioridad al alejamiento de Moreno. Desde ese lugar,
avaló todas las resoluciones de la Junta, con excepción del citado fusilamiento.
En su labor de escritor, se destacan
brillantes artículos sobre la defensa de la libertad y los derechos del hombre.
Distanciándose de la posición de
Moreno, Alberti votó por la incorporación de los diputados del interior del país, en
un debate que terminó por desencadenar la transformación de la Primera Junta en
la Junta Grande.
Fue el primer integrante de la Junta en
morir. Falleció el 31 de enero de 1811, como consecuencia de un ataque
cardíaco, a la edad de cuarenta y siete años.
Su cuerpo recibió cristiana sepultura en
la Iglesia de San Nicolás, cuyo templo fue demolido entre 1931 y 1936 para el
ensanche de la Avda. Corrientes y la construcción de la Plaza de la República
donde se emplazó el Obelisco porteño.
En el año 1822, en su honor, el
Gobierno de Buenos Aires dispuso llamar con su nombre a una calle porteña. En
el mes de junio de 1910, se descubrió una estatua en su homenaje en la Plaza
Alberti, que había sido bautizada de esa manera, tres años antes.
En esta oportunidad, en el marco del
Bicentenario de la Revolución de Mayo, venimos a proponer un nuevo homenaje a
este hombre ilustre, a través de la colocación de una placa en el espacio físico
donde fueron enterrados sus restos; un lugar emblemático de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
Por todo lo expuesto y abonando a la
necesidad de traer a la memoria colectiva el recuerdo de los grandes hombres de
nuestra historia es, Señor Presidente, que solicitamos la aprobación del presente
proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
CORTINA, ROY | CIUDAD de BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
FERRA DE BARTOL, MARGARITA | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
CULTURA (Primera Competencia) |
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
10/11/2010 | ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA | Aprobado por unanimidad en la parte de su competencia sin modificaciones |