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PROYECTO DE TP


Expediente 7461-D-2012
Sumario: "DIA DE LA SOBERANIA ALIMENTARIA": INSTITUIR COMO TAL EL 16 DE OCTUBRE DE CADA AÑO E INCLUSION AL CALENDARIO ESCOLAR.
Fecha: 19/10/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 148
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Artículo 1°.- Institúyese el día 16 de octubre de cada año como "Día de la Soberanía Alimentaria".
Art. 2°.- Durante la jornada establecida en el Art. 1º de la presente, el Poder Ejecutivo -a través de la autoridad de aplicación prevista-, dispondrá la realización de actividades públicas y gratuitas vinculadas a la educación, promoción y concientización sobre la soberanía alimentaria.
Art. 3°.- Incorpórese el "Día de la Soberanía Alimentaria" al Calendario Escolar de todas las escuelas en el ámbito de todo el territorio nacional. La autoridad de aplicación diseñará actividades sobre soberanía alimentaria a desarrollar en el ámbito escolar en los niveles primario y secundario.
Art. 4°.- El Poder Ejecutivo sostendrá y promoverá políticas públicas destinadas al desarrollo de la soberanía alimentaria en todo el territorio nacional.
Art. 5°.- Comuníquese, etc.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


En apoyo al Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD, 1994) en la promoción de los derechos humanos fundamentales es importante recordar que los gobiernos deben redoblar los esfuerzos para aplicar medidas legislativas y administrativas para promover la educación pública, en especial de los jóvenes, acerca de la necesidad de establecer pautas sostenibles de producción y consumo; promover el uso sostenible de los recursos naturales, y actuar concertadamente para impedir la degradación del medio ambiente en sus países.
Y en línea con los objetivos de Desarrollo del Milenio (2015), nos parece importante colaborar con dichas metas desde la promoción y difusión de derechos humanos vinculados con el principio de soberanía alimentaria.
En el año 2000, la mayor concentración de jefes de Estado de la historia aprobó la Declaración del Milenio por la que los países se comprometían a hacer todo lo posible para erradicar la pobreza y avanzar en el desarrollo sostenible fijando el año 2015 como plazo final y unas metas concretas: los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El primero de esos objetivos es erradicar la pobreza extrema y el hambre y una de las metas para conseguir tal objetivo es reducir a la mitad entre 1990 y 2015 el porcentaje de personas que padecen hambre.
Esos derechos se encuentran garantizados de forma genérica en el artículo 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. Y el derecho a la alimentación queda específicamente recogido en el artículo 25, cuando dice que Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.
La existencia de más de 1000 millones de personas hambrientas es un escándalo que hoy no se justifica pues contamos con los medios necesarios para evitarlo. Además, toda persona tiene reconocido su derecho a la alimentación por ser éste uno de los derechos económicos, sociales y culturales determinados por la comunidad internacional.
Así pues, el derecho a la alimentación es un enfoque de la lucha contra el hambre basado en los derechos humanos y, en consecuencia, debe ser respetado, protegido, facilitado y garantizado por los Estados y por la comunidad internacional. Se encuentra contemplado
en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que en su punto 2 dice: Los Estados Partes en el presente Pacto, reconociendo el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre, adoptarán, individualmente y mediante la cooperación internacional, las medidas, incluidos los programas concretos, que se necesitan para:
a) Mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos mediante la plena utilización de los conocimientos técnicos y científicos, la divulgación de principios sobre nutrición y el perfeccionamiento o la reforma de los regímenes agrarios de modo que se logren la explotación y la utilización más eficaces de las riquezas naturales;
b) Asegurar una distribución equitativa de los alimentos mundiales en relación con las necesidades, teniendo en cuenta los problemas que se plantean tanto a los países que importan productos alimenticios como a los que los exportan.
El concepto de soberanía alimentaria es un término que viene trabajándose hace muchos años por la organización Vía Campesina. Es el derecho de los pueblos a una alimentación saludable y culturalmente apropiada producida con métodos ecológicamente legítimos y sustentables. Defiende los intereses y la inclusión de las próximas generaciones. Fue llevado al debate público con ocasión de la Cumbre Mundial de la Alimentación en 1996 y ofrece una alternativa a las políticas neoliberales. Desde entonces, dicho concepto se ha convertido en un tema mayor del debate agrario internacional, inclusive en el seno de las instancias de las Naciones Unidas. Fue el tema principal del foro de organizaciones civiles
no gubernamentales paralelo a la Cumbre Mundial de la Alimentación de la FAO de junio del 2002.
El concepto implica una estrategia para resistir y desmantelar el sistema actual de comercio corporativo y de alimentación, y direcciones hacia sistemas de alimentación, de agricultura y de pesca que estén determinados por productores y usuarios locales. La soberanía alimentaria promueve un comercio transparente que garantice ingresos justos a todos los pueblos así como los derechos de los consumidores a controlar su alimentación y nutrición. Garantiza que los derechos de usar y gestionar tierras, territorios, aguas, semillas, ganado y la biodiversidad estén en manos de aquéllos que prioricen la producción local y regional
frente a la producción pura y exclusivamente diseñada para la exportación sin la debida atención a las características, necesidades e ingreso de quienes dependen del mercado interno.
Hace tiempo que Vía Campesina ha motorizado la necesidad del desarrollo de redes internacionales que agrupen a movimientos sociales, medioambientales, ONGs de desarrollo, consumidores y otras. De Seattle a Génova y a Porto Alegre, estas redes amplían propuestas y estrategias fundamentales para que cesen las políticas neoliberales y para desarrollar unas políticas solidarias.
En la soberanía alimentaria está incluido el derecho a la alimentación, el derecho del pueblo al alimento saludable y culturalmente apropiado producido a través de métodos social y ecológicamente sensibles. Implica el derecho de los pueblos a decidir y definir sus propios sistemas de alimentación, agricultura, ganadería y pesca.
La Soberanía Alimentaria ofrece una estrategia para resistir y desenmascarar estos sistemas desiguales e insostenibles los cuales maliciosamente provocan tanto la desnutrición crónica como el aumento creciente de la obesidad.
La Soberanía Alimentaria se involucra con la Naturaleza: Utiliza las contribuciones de la naturaleza de manera diversa con métodos de producción y cosecha agroecológica, los cuales maximizan las contribuciones de los ecosistemas y mejoran la capacidad de ajuste y
la adaptación, especialmente ante el cambio climático; trata de curar al planeta con el propósito de que el planeta pueda curarnos; y rechaza métodos que dañan las funciones de los ecosistemas beneficiosos, que dependen de los monocultivos de energía intensiva y fabricas de ganado, practicas de pesca destructiva y otros métodos de producción industrializada, los cuales dañan el medio ambiente y contribuyen al calentamiento global.
Algunas de las conclusiones del encuentro realizado en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, del 19 al 22 de Abril del año 2010 en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia, fueron: promover y consolidar la educación integral (espiritual, material y social) para la Soberanía Alimentaria como sustento de las transformaciones necesarias integrando sus propuestas a todos los niveles de educación formal y no formal; desarrollando contenidos surgidos de las realidades locales sobre la base de una visión pluricultural y una plena participación de las comunidades respondiendo a las necesidades de cada región y comunidad. Al mismo tiempo sostenemos que la amplia información y comunicación sobre estos temas es uno de los mayores desafíos que enfrentamos. En su punto 26 declara a las semillas nativas y criollas como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, base fundamental de la Soberanía Alimentaria y de libre circulación en manos de los pueblos indígenas/originarios y campesinos; cuidadas y multiplicadas por los custodios de semillas de acuerdo a las culturas de cada pueblo. En el 27, exigir que los impactos del calentamiento global sobre la Soberanía Alimentaria se inserten dentro del marco de discusiones sobre el cambio climático y se inserten en las legislaciones nacionales."
Raj Patel, en Obesos y famélicos, Globalización, hambre y negocios en el nuevo sistema alimentario mundial, escribe: La humanidad produce actualmente más alimentos que en toda su historia (...) una cifra superior al 10 % de la población padece hambre. El hambre de esos 800 millones de personas ocurre al mismo tiempo que otro récord histórico: mil millones de seres humanos sufren hoy en día de sobrepeso. (...) los obesos y famélicos están vinculados entre sí por las cadenas de producción que llevan los alimentos desde el campo hasta nuestra mesa. (...) Entender qué problemas plantea el modo en que se cultivan los alimentos y cómo se ingieren también ofrece la clave para una mayor libertad y un camino para recuperar el placer de comer (...) el sistema actual de producción de alimentos no es un acuerdo caído del cielo. Es un compromiso entre las corporaciones que quieren mayores ganancias y los gobiernos preocupados por las tensiones sociales y entre
los consumidores urbanos. Las comunidades rurales están completamente ausentes en esta historia y parece que sufren silenciosamente.
En la ciudad nos parece muy importante que podamos como consumidores defender nuestro derecho a la alimentación sana y saludable, como también preservar la producción campesina-indígena y es una de las respuestas para dar soluciones al cambio climático. Es importante brindar esta información a los jóvenes, tanto en el cuidado de la naturaleza, la biodiversidad y sobre todo su salud, pudiéndolos concientizar en todos estos temas; sobre todo para encontrar un camino para el cuidado de nuestra naturaleza y nuestra tierra.
Cabe destacar que el presente proyecto es retomado de la iniciativa presentada conjuntamente por el Diputado Miguel Bonasso (m.c.) el cual giro bajo el número 5765-d-2010.
Señor Presidente, por todo lo expuesto, solicito el pronto tratamiento del presente proyecto de ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
PARADA, LILIANA BEATRIZ CIUDAD de BUENOS AIRES UNIDAD POPULAR
ARGUMEDO, ALCIRA SUSANA CIUDAD de BUENOS AIRES MOVIMIENTO PROYECTO SUR
PERIE, JULIA ARGENTINA MISIONES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
LOZANO, CLAUDIO RAUL CIUDAD de BUENOS AIRES UNIDAD POPULAR
ITURRASPE, NORA GRACIELA BUENOS AIRES UNIDAD POPULAR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia)
LEGISLACION GENERAL
EDUCACION