PROYECTO DE TP
Expediente 7358-D-2010
Sumario: RENDIR HOMENAJE A ALICIA MOREAU DE JUSTO, AL CUMPLIRSE EL 11 DE OCTUBRE EL 125 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO.
Fecha: 06/10/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 149
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Rendir homenaje a Alicia Moreau
de Justo, quien fuera una de las mujeres más influyentes de la historia
argentina en la lucha por los derechos de los trabajadores, los oprimidos y las
mujeres; militante incansable por la paz, la democracia y los derechos
humanos; al cumplirse el próximo 11 de octubre el 125º aniversario de su
nacimiento.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Repasar la vida y la obra de una
de las mujeres más prolíferas e influyentes de de nuestra historia, significa
adentrarse en la realidad político-social del siglo XX.
Nacida en Inglaterra el 11 de
octubre de 1885 se dirige a nuestro país, con su familia, a raíz de las cruentas
guerras y represiones en que se encontraba la convulsionada Europa en
1890.
Su padre, Armando Moreau,
revolucionario francés, que había participado en la Comuna de París en 1871,
llegado a nuestro país, milita en la organización de los primeros grupos obreros,
donde Alicia lo acompaña y comienza a tomar contacto con la realidad que
vivían las clases más oprimidas.
Desde muy joven se muestra
inquieta y comienza su participación en distintos ámbitos, que no abandonará
hasta el final de sus días.
En la escuela secundaria, tiene
como profesor a Hipólito Yrigoyen, con quien mantiene diversas discusiones
políticas.
En un país profundamente
machista, en el año 1907, se inscribe en la Facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires, convirtiéndose en una de las seis primeras
mujeres que se inscriben y una de las tres de su promoción que obtienen su
título en 1913, con diploma de honor, lo que la ubica entre las primeras
médicas de Latinoamérica. Se especializa en enfermedades femeninas, única
rama en la que podía desempeñarse en un país que no veía con buenos ojos
que las mujeres realizaran tareas profesionales.
Alicia Moreau de Justo fue una
militante de tiempo completo por la defensa de los derechos de los
trabajadores, de las mujeres, por la paz, por la educación libre y laica. Cada
opresión a los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, la encontró dando
batalla para superar las injusticias de una sociedad que intentó modificar y a la
que aportó un compromiso de vida sin vacilaciones.
En 1906 fundó el Centro Feminista
Argentino y el Comité pro sufragio Femenino, junto a otras mujeres como Sara
Justo, la Dra. Rawson Dellepiane, la Dra. Lantieri, luego de haber participado en
el Congreso Internacional del Libre Pensamiento que se realizó en Buenos
Aires.
Escribió varios artículos sobre
educación en la Revista Socialista Internacional que dirigía Enrique del Valle
Iberlucea, quien fuera el primer Senador Socialista de América.
Fue docente universitaria de la
materia Fisiología, en la Universidad Nacional de La Plata; aportó a la formación
de bibliotecas populares; escribió libros y artículos; participó como delegada
argentina en el Congreso Internacional de Obreras celebrado en Washington,
vinculándose con el Movimiento pro sufragio femenino que venían reclamando
las mujeres de ese país.
Fue parte de la Asociación Pro
Educación Laica, que se funda en Morón con el convencimiento de la
importancia de la educación en el desarrollo de las personas.
Expuso en una tesis cuestionando
la educación pública, sosteniendo que los niños sólo se pertenecen a sí mismos,
y que ni los padres, ni la iglesia, ni el estado, tienen derecho a imponerles sus
dogmas.
Con ese mismo sentido, fundó en
1910 el Ateneo Popular, a fin de promover la educación secundaria y
universitaria, fundamentalmente en los sectores populares, funcionando en
sindicatos, mutuales y en el Partido Socialista, haciéndose cargo además de la
redacción de la Revista Nueva Humanidad.
Desde diversos lugares luchó por
aportar a contribuir una sociedad más justa e igualitaria, defendiendo
fervientemente a la democracia y la paz en el mundo.
Fue fundadora de la Unión
Feminista Argentina, con el objetivo de obtener igualdad de derechos para las
mujeres; colaboró con la redacción de las leyes de voto femenino, trata de
blancas, reglamentación de trabajo de mujeres y niños, ley de divorcio,
jornadas de ocho horas y sábado inglés, entre tantas otras iniciativas que son
llevadas al congreso de la mano de los diputados y senadores del Partido
Socialista.
En 1921, luego de participar en
diversas actividades de los centros femeninos del socialismo, se afilia y un año
después se casa con Juan B. Justo, fundador del Partido Socialista en
Argentina.
Esto expresaba Alicia, respecto de
su afiliación al Partido Socialista: "El conocimiento de lo que es la vida obrera y
de lo desguarnecido que estaba entonces el hombre fue lo que me impulsó a
ingresar al partido... No existía legislación obrera y el verdadero creador fue
Alfredo Palacios (...). Es necesario reconocer, por otra parte, que es el primer
partido político que admitió a la mujer en absoluta igualdad de derechos y
obligaciones."
En el Partido Socialista ocupó
distintos cargos, integró el Comité Ejecutivo Nacional, fue directora de La
Vanguardia y candidata a Diputada Nacional. Recorrió el país realizando
campaña y organizando grupos de mujeres.
Desde la década del '70 y hasta su
muerte fue una impulsora incansable de la unidad de las distintas fracciones en
que se encontraba disperso el socialismo en Argentina, entendiendo la
necesidad de contar con una herramienta política para superar las injusticias de
nuestro país, impulsando la Unidad Socialista en 1981, cuya Mesa de
Conducción integró desde 1981 hasta su muerte. En este sentido es que en
1985, como parte de un Mensaje a las compañeras de la Reunión Nacional de
Mujeres socialistas, sostuvo: "Reverdecerá y dará flores el viejo tronco socialista
y con él al mismo tiempo florecerá la Nación Argentina en la medida en que el
pueblo en su conjunto, la clase trabajadora, nosotras las mujeres sepamos
luchar por la democracia por la justicia social, pero también por la paz, paz en
la Argentina, paz en el mundo".
Alicia era entonces una militante
por la paz en el mundo. "Quien se arma se prepara para la guerra: despierta
temor en los vecinos, que a la vez se arman, y en un juego de acciones y
reacciones, unas abiertas, otras ocultas, se conduce a los pueblos al desastre.
Por eso la gente más esclarecida y consciente quiere la diplomacia abierta,
libertad de información y de publicación, supresión de barreras económicas
artificiales. Todo lo demás son palabras, palabras, palabras. Lo dicho sobre la
necesidad de una verdadera democracia como base para organizar la paz
explica mi punto de vista sobre la política internacional argentina: no basta un
discurso para afianzar la paz, lo necesario son hechos. El aumento del
presupuesto de guerra, de los efectivos, de las construcciones y fábricas
militares, no puede traducirse internacionalmente como afirmaciones de paz.
Tampoco la apoyan la preconscripción desde los 12 a los 20 años y la post
conscripción femenina. Los hechos valen más que las palabras, y aquéllos
despiertan angustiosa duda." En un reportaje de la revista Que, Nº 56, del 26
de Agosto de 1947, antes que partiera a participar en el Congreso Internacional
de Mujeres que se celebrara en París, en una Europa convulsionada por la
postguerra.
Durante la última dictadura militar
fue cofundadora de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, junto
a Raúl Alfonsín, Oscar Alende y Alfredo Bravo, entre otros, reclamando la
libertad de éste último, cuando estuvo detenido por la dictadura. Asimismo,
acompañó a las Madres de Plaza de Mayo, marchando en más de una
oportunidad junto a ellas en sus rondas de los jueves, siendo también en el año
1980, una de las encargadas de recibir a la Organización Interamericana de
Derechos Humanos de la O.E.A. y de denunciar las violaciones de los derechos
humanos en nuestro país.
Falleció el 12 de mayo de 1986, en
Buenos Aires. Durante el sepelio, el entonces Secretario General del Partido
Socialista Popular, el Dr. Guillermo Estévez Boero, pronunció las siguientes
palabras: "El camino se hace al andar, pero el andar está condicionado por el
espacio y por el tiempo. Su clara comprensión de esta estructura de la realidad
la transformó en la mujer más plena de nuestra historia y en la revolucionaria
más coherente de nuestra existencia. Luchó por las reivindicaciones sociales en
las etapas de máxima expoliación; luchó por los derechos de la mujer en las
épocas de mayor denigración; luchó por los derechos humanos en el tiempo de
su mayor vejación; siempre en la superación concreta de una realidad concreta.
Frente a su muerte, reivindiquemos los valores de la vida por la cual luchó. Ella
se va, no muere, vivirá siempre en cada manifestación, en cada ronda, en cada
protesta, en todas las esperanzas, en todo niño, en todo joven, en todo
trabajador y en todo jubilado".
Fue sin dudas una de las mujeres
más influyentes del siglo XX en nuestro país, muchas veces olvidada por la
historia oficial. Mujer íntegra, que no tuvo en sus manos resortes de decisión
como tampoco el beneplácito de los medios de comunicación ni de los sectores
que manejaron el poder en nuestro país; desde joven y a través de la vocación,
el estudio, la comprensión del tiempo y el espacio que le tocó vivir, asumió que
debía poner sus esfuerzos en la lucha por la igualdad y la solidaridad y que no
había sociedad justa posible sin educación y con oprimidos. Fue una
revolucionaria que siempre creyó que los cambios debían realizarse en
democracia. Es por ello que solicito a mis pares la aprobación del presente
Proyecto de Resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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VIALE, LISANDRO ALFREDO | ENTRE RIOS | PARTIDO SOCIALISTA |
FEIN, MONICA HAYDE | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
PARADA, LILIANA BEATRIZ | CIUDAD de BUENOS AIRES | MOVIMIENTO PROYECTO SUR |
MILMAN, GERARDO | BUENOS AIRES | GEN |
BARRIOS, MIGUEL ANGEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
ALCUAZ, HORACIO ALBERTO | BUENOS AIRES | GEN |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |