La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional a fin de requerirle la agilización de los trámites de pedido de refugio político, centralizados en la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) dependiente del Ministerio del Interior y Transporte, dotándosela de facultades decisorias y estableciendo un término razonable de noventa (90) días para conceder o denegar las solicitudes de protección internacional.

Señor presidente:

Las guerras civiles, el avance del islamismo integrista, el peligro del narcotráfico, el terrorismo o las debacles económicas son algunas de las variables por las que muchos ciudadanos extranjeros llegan a la Argentina para pedir refugio político. Sus países devienen en fallidos o se desestabilizan peligrosamente.

Así, senegaleses, sirios, ghaneses, cubanos, colombianos, nigerianos o haitianos son los referentes de las nuevas olas de refugiados que crecieron sustancialmente en los últimos años en el país.

Las personas que migran, salen de sus países de origen por diferentes razones y necesidades. El reconocimiento de la condición de refugiado está dirigido sólo a brindar protección internacional a aquellas que no puede encontrar en su país efectivo amparo de sus derechos, que por sus opiniones políticas, raza, pobreza extrema u otros motivos es perseguido y/o que se encuentran amenazados por conflictos armados o guerras que los obligan a dejar sus terruños.

Según el informe de la Dirección Nacional de Migraciones al que accedió el diario La Nación, en la última década se sumaron un total de 992 refugiados reconocidos en la Argentina. Ese número resulta significativo si se compara con los 136 refugiados totales que pedían asilo en 2007.

No obstante, la cifra de pedidos de refugio político denegado en el país se mantiene alta. Desde 2007 hasta ahora hubo un total de 2390 pedidos de refugio rechazados por las autoridades argentinas. Entre 2008 y 2010, el número de extranjeros que no lograron refugio en la Argentina variaba de 440 a 470. Así, la tasa de reconocimiento de un refugiado fue fluctuando del 33 al 37% en los últimos años.

Más recientemente, los refugiados sirios son los que más pedidos de refugio solicitaron a raíz de la guerra civil que se desató en ese país. Así, mientras que en 2012 hubo sólo 52 pedidos de aprobaciones de refugiados sirios, el año pasado pasaron a ser 122. Los colombianos con pedido de asilo eran 172 en 2008 y el año pasado fueron 88. Los haitianos con pedido de refugio en 2007 eran apenas 34 y en 2013 fueron 52. En 2009 hubo tan sólo cinco pedidos de refugiados ghaneses y el año pasado, 17. Los cubanos con pedido de refugio en la Argentina eran 39 en 2007 y el año pasado, 109. En tanto, 169 senegaleses habían pedido refugio en 2007 en la Argentina y el año pasado lo hicieron 78.

"La variación de refugiados depende de la situación política y económica que se vive en los países en cuestión", expresó el director de Migraciones, Martín Arias Duval.

Claro que no resulta ser un trámite sencillo el pedido de un refugio político. Se requiere de la aprobación de la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. La parte nacional está conformada por varios ministerios y la resolución final del pedido lleva su tiempo en ejecutarse.

Según el informe al que accedió LA NACION, el 68,4% de los que piden refugio en la Argentina son hombres, mientras que el 31,6%, mujeres. Y el mayor porcentaje del total combinado (87%) proviene de personas que van de los 18 a los 59 años.

En los últimos 12 años, las solicitudes de refugio político fueron creciendo sustancialmente en la Argentina. La nacionalidad de quienes piden asilo político también tiene que ver en muchos casos con la cercanía de los países de quienes lo requieren o de las comunidades asentadas en el país como, por ejemplo, los sirios. Aunque la aparición de olas de refugiados de Senegal, Ghana, Nigeria e incluso Bangladesh constituyen toda una novedad en la Argentina.

La Conare realizó hace unos días una charla para empresas y entidades con compromiso social a fin de dar a conocer y sensibilizar sobre los derechos en materia laboral de la población solicitante de la condición de refugiado en la Argentina.

Allí, Eva Demant, representante regional del Acnur; Federico Agusti, titular de la Conare, y Albert Vaño Sanchis, oficial asociado de integración local del organismo internacional, explicaron el programa. También resaltaron la necesidad de avalar una política inclusiva con los refugiados.

"Se abrió un espacio de debate y un ronda de preguntas, donde surgieron algunas iniciativas para contribuir a la integración de los refugiados", explicaron en su página web los miembros de la Conare que estuvieron presentes (Fuente: Diario La Nación, 16 de setiembre de 2014).

En la actualidad no existe un plazo legal preestablecido en el que la CONARE deba decidir sobre una solicitud. No obstante, la resolución debería ser en un plazo razonable en atención a las circunstancias de índole humanitaria y de supervivencia del requirente y su grupo familiar.

Que la Argentina se singularice en el planeta como tierra amigable para todos los perseguidos del mundo sería altamente plausible y nos otorgaría un timbre de distinción y prestigio. Además, los refugiados suelen ser personas empeñosas y de trabajo, lo cual enriquecerá nuestra población en todos los planos.

Por todo lo expuesto, a fin de desburocratizar y agilizar la tramitación de los pedidos de refugio en nuestro territorio nacional es que presentamos este proyecto para el cual pedimos el acompañamiento de nuestros pares.