La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Cámara el XXV Encuentro Nacional de Mujeres, a realizarse en la ciudad de Paraná , Provincia de Entre Ríos, entre los días 9 y 11 de octubre de 2010.

Señor presidente:

Cien años atrás, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, que se realizó en Dinamarca, se declaró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las obreras textiles asesinadas el 8 de marzo de 1908, mientras exigían jornada laboral de 10 horas, descanso dominical, igualdad salarial, tiempo para la lactancia y en rechazo del trabajo infantil. En 1975 la ONU estableció el Día Internacional de la Mujer, y abrió el Decenio de la Mujer. En 1985, en Nairobi, Kenya se realizó la reunión de balance del "Decenio". Y en 1986, por iniciativa de mujeres que participaron en aquella oportunidad, se convocó en nuestro país el primer Encuentro Nacional de Mujeres, que se realizó en la ciudad de Buenos Aires y en el que participaron alrededor de 1000 mujeres.

Así se hizo el segundo en Córdoba, el tercero en Rosario, el cuarto en Mendoza... y progresivamente se fueron convirtiendo en un hecho de interés y necesidad de las mujeres de todas las provincias, llegando a ser multitudinarios. Al punto de que las organizadoras del XXV Encuentro, que se realizará en el mes de octubre en Paraná, esperan que las participantes superen las 25.000. Todas ellas mujeres: trabajadoras, profesionales, estudiantes, campesinas, feministas, de pueblos originarios, amas de casa, sindicalistas, docentes y políticas, activistas de organizaciones sociales, gremiales o culturales, religiosas o no, deportistas, intelectuales, investigadoras, artistas.

Desde hace un cuarto de siglo, cuando se realizó el primero en la ciudad de Córdoba, el Encuentro Nacional de Mujeres convoca a mujeres de todo el país. En esta instancia las voces de miles son escuchadas a través de una modalidad horizontal, abierta, democrática y participativa, que se precia de ser un encuentro autónomo, autosostenido y autoconvocado, ya que sólo deciden las mujeres que allí participan, con independencia económica, estatal, institucional y partidaria, sin autoridad ni jerarquía alguna y con el consenso como método con el cual se elaboran las conclusiones a las que arriban las participantes.

En el encuentro realizado en 2009 en Tucumán, por aclamación se eligió a Paraná como sede del XXV Encuentro Nacional de Mujeres en 2010. Entre las razones que se expusieron al proponerla como sede, se planteó la situación que atraviesa Entre Ríos: "Quinta en el país en materia de femicidios, donde todos los días hay denuncias de violencia sexual y de género que son silenciadas o ignoradas, y en la cual Fernanda Aguirre fue secuestrada hace cinco años y todavía no se conocen ni los responsables ni su destino. Además, no hay un solo procesado por trata de personas en territorio provincial, cuando es conocido que Entre Ríos es parte de la ruta de la trata", afirmaron en declaraciones públicas las organizadoras.

Está claro entonces que la elección del lugar no es un premio sino que constituye una forma de iluminar como un potente faro que crea conciencia sobre temáticas que son de primer orden pero que suelen estar absolutamente alienadas de la agenda pública, de las portadas de los diarios o de los titulares de los noticieros.

En ese sentido, es parte del mérito de esta lucha incesante, que cada año sea mayor la cantidad de mujeres de todo el país que intercambian sus experiencias para buscar juntas los caminos posibles del cambio social.

"Este es un espacio sin dueños ni dueñas porque nos pertenece a todas. Funciona con autonomía de instancias gubernamentales, fundaciones u organizaciones políticas, y recibe ayuda de todos los que acuerdan con estos encuentros pero sin condicionamientos", explican las promotoras entrerrianas del Encuentro.

Estamos convencidos de que este Encuentro, además de ser un importante paso en pos de la igualdad a partir de una lucha incesante por los derechos de las mujeres, tiene otro valor agregado: contribuye a dar un ejemplo empírico de ética democrática en ejercicio, está logrando año a año poner en práctica un conjunto de procedimientos dialógicos que actualizan algunas de las más avanzadas concepciones en materia de democracia comunal o de democracia deliberativa, apostando a que si es posible la comunicación , es posible la incorporación de cada vez más personas en las deliberaciones y en las tomas de decisiones, en un estado de horizontalidad que requiere una actitud colaborativa y comprensiva, y que el Encuentro Nacional de Mujeres muestra que es posible de ser ejercitado exitosamente.

Por todo lo antedicho, y en el entendimiento de que el Congreso de la Nación debe reconocer, estimular y favorecer este tipo de iniciativas, es que interesamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de resolución.