La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Honorable Cámara de Diputados el documental de producción y dirección correntina "Mansión de Invierno: Se busca", dirigido por Mauro Santamaría y Marcel Czombos y producido por Sebastián Toba.

Señor presidente:

"Mansión de Invierno: se busca", persigue "el misterio de un sueño ahogado": el documental nos cuenta sobre la existencia de un gran emprendimiento arquitectónico y turístico que tuvo lugar a principios del siglo XX en la provincia de Corrientes, más precisamente en los alrededores de la localidad de Empedrado, distante a 60 Km. de la capital.

Hoy, sin embargo, pocas noticias se tienen y solo algunos recuerdos se conservan en Empedrado respecto a semejante edificio, reflejo histórico de tiempos de bonanza previos a la crisis del 30: a su búsqueda fueron una serie de realizadores correntinos para hacer una película.

Con la ayuda del concurso "Nosotros", correspondiente a los concursos federales convocados por el INCAA, y del Ministerio de Planificación de la Nación; con el apoyo del Consejo Asesor del Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre, la Televisión Digital Abierta (TDA), El Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (BACUA) y la Universidad Nacional de San Martín, esta producción audiovisual correntina de 26 minutos de duración vio la luz en el año 2012 y se estrenó en la ciudad de Empedrado, Corrientes, el 15 de diciembre de ese año.

¿Cuál es la historia que estos artistas del cine nacional persiguieron? A principios del siglo XX, Empedrado fue elegida por sus temperaturas invernales (comparables a las de Niza y Venecia) para realizar un proyecto turístico de enormes proporciones, solo comparable a Mar del Plata y algunas ciudades europeas. La proyección de la "Ciudad de Invierno" contó con un gran hotel, el Continental (la "Mansión de Invierno"), con capacidad para 150 personas, casino, salones de conferencias y bailes, un teatro para 100 asistentes, un hipódromo, canchas de golf, tenis y criquet, una escuela y un parque de 20 hectáreas diseñado por Carlos Thays. Ciudadanos ilustres de la época adquirieron algunas de las 158 manzanas, 197 quintas y 24 chacras que se lotearon.

Al igual que Mar del Plata, todo este inmenso proyecto fue obra de Don Pedro Luro. Su plan fue que Argentina contará con "la perla del Atlántico" para el verano, y con "la perla del Paraná" para el invierno. Lo que se cumplió en un principio, al inaugurarse el 29 de junio de 1913 el Hotel, el Salón de Fiestas y el Casino. La cristalería se trajo de Murano, las porcelanas de Florencia, el moblaje de Francia, las estatuas de mármol de Carrara y el personal de cocina de otros grandes hoteles.

Sin embargo, toda esta parafernalia lujosa se detuvo en 1914, para proceder a la demolición de la Ciudad en el año 1943. Hay diversas teorías sobre los motivos, y algunas cruzan hacia componentes conspirativos: es la que cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial, los ingleses descubrieron que en las ruinas había una base de información nazi, que alertaba sobre la salida de barcos cargueros hacia Europa (y avisaba a submarinos alemanes), llamando a su pronta demolición (y hay quienes dicen que lo bombardeó). La más realista, detalla que el fallecimiento de dos importantes gestores (Gregorio de Laferre y Andrés Demarchi), y el contexto poco festivo de la Primera Guerra Mundial, contribuyeron a generar desequilibrios insalvables en el plano financiero.

Los cineastas persiguen también la ubicación de los importantísimos insumos de este hotel: algunos elementos se trasladaron al Hotel Bristol (Mar del Plata), la araña cuelga hoy en la Catedral de la misma ciudad y en 1943 se hizo una subasta que depositó un hermoso vitreaux (entre otros) en casas de los vecinos de Empedrado. Y lo que también buscaron y encontraron fueron los imborrables recuerdos de los vecinos, ya grandes, que convivieron con la Mansión de Invierno: cuentan que vieron a un marajá hindú en el hotel, a la exitosísima actriz francesa Sarah Bernhardt, al príncipe de Gales; trabajadores cuentan que sus hijos nacieron mientras trabajaban allí y son por ende "mansioneros", y guardan con orgullo y cuidado hermosos mosaicos, vajilla y picaportes del hotel.

Y también encuentran (aunque con dificultad) los restos del hotel: acceden de forma clandestina por río al predio que alberga los vestigios tangibles de la ex Mansión de Invierno, ya que si bien los terrenos son de dominio público, los estancieros de campos aledaños se han apropiado del predio y no permiten el acceso. A lo largo de muchos metros, las costas correntinas exhiben desperdigados pedazos de escombros y mosaicos, que lentamente los acercan a las paredes y arcadas aún en pie del hotel y el casino, a sus escalones y a árboles impresionantes imponiéndose sobre las ruinas. Lamentablemente, y aunque hay un dictamen favorable de un fiscal del Estado para utilizar esas tierras, aún el Municipio no ha logrado hacerse del control de ellas y permitir así las visitas turísticas y de curiosos a este lugar.

Este proyecto audiovisual logró recuperar y valorizar importantes recuerdos en la Provincia de Corrientes. Con la convicción de que son estos eventos culturales e históricos los que deben extenderse y replicarse por el país, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de este proyecto.