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PROYECTO DE TP


Expediente 7298-D-2014
Sumario: "PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACION SOBRE DEUDA EXTERNA ARGENTINA": CREACION EN EL AMBITO DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS DE GESTION ESTATAL Y PRIVADOS DE LAS JURISDICCIONES NACIONAL, PROVINCIAL Y MUNICIPAL.
Fecha: 16/09/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 125
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Programa Nacional de Educación sobre Deuda Externa Argentina
Artículo 1º: Creación del Programa Nacional de Educación sobre Deuda Externa Argentina en el ámbito de los establecimientos educativos de ges- tión estatal y privados de las jurisdicciones nacional, provincial y municipal.
Artículo 2º: El presente programa tiene el siguiente objetivo:
a) Concientizar a los alumnos acerca de las consecuencias económicas producidas en los distintos gobiernos a causa del endeudamiento externo, es- pecialmente el llevado a cabo por el gobierno militar de facto que ejerció el poder en Argentina entre los años 1976 a 1983, haciendo especial énfasis en los siguientes aspectos:
-los móviles económi- cos y sociales que propiciaron el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976;
-el contexto internacio- nal existente;
-las consecuencias so- cio-económicas de las políticas implementadas por el Gobierno de facto y sus proyecciones en las décadas siguientes.
-el rol adoptado por los distintos actores sociales durante la vigencia de la dictadura mili- tar.
b) Afianzar va- lores en docentes y alumnos que permitan fortalecer el sistema de- mocrático.
c) Incentivar la participación de los docentes y alumnos en lo referente a investiga- ciones sobre la temática.
Artículo 3º: El Programa está destinado a los alumnos que concurran a:
- los alumnos de los dos últimos años del nivel primario;
- los alumnos del nivel secundario;
- los alumnos del nivel superior de formación docente.
Artículo 4º: Programa Nacional de Educación sobre Deuda Externa Argentina se desarrollará anualmente, acorde al calendario escolar de cada ciclo lectivo.
En el mes de marzo del año subsiguiente se expondrá las producciones realizadas y se pre- miara al mejor trabajo procediendo asimismo a su publicación para formar parte de las bibliotecas populares de cada jurisdicción del país.
Artículo 5º: El Ministerio de Educación definirá, conjuntamente con el Consejo Fe- deral de Educación, los lineamientos curriculares básicos Programa Nacional Educación sobre Deuda Externa Argentina; buscando arti- cularlos con los contenidos, talleres y seminarios que tengan ya im- plementados con las mismas temáticas en las distintas jurisdicciones provinciales, municipales y nacionales.
Artículo 6º: El dictado de los contenidos curriculares del Programa estará a cargo de un docente de historia y uno de economía, como mínimo. Del mismo modo, teniendo en cuenta la modalidad que posea el esta- blecimiento educativo se integrará con docentes de otras áreas rela- cionadas con la temática.
Artículo 7º: La implementación del Programa Nacional Educación sobre Deuda Ex- terna Argentina estará a cargo de una Comisión integrada por un (1) representante del Ministerio de Educación; un (1) representante del Ministerio de Economía y un (1) representante de la Secretaría de Medios de Comunicación de la Nación. La Comisión tendrá a su cargo las siguientes funciones:
a) Diseñar las estrategias para la implementación del presente Programa.
b) Fijar los me- canismos de control que garanticen una evaluación permanente del nivel de cobertura del Programa y de sus resultados.
c) Propiciar la difusión de los objetivos del Programa en los distintos niveles del sistema educativo formal.
d) Diseñar, producir y seleccionar los materiales didácticos.
Artículo 8º: El programa creado por la presente ley se desarrollará a través de las siguientes acciones:
a) La realiza- ción de publicaciones, talleres y seminarios.
b) La realiza- ción de trabajos de investigación, producciones audiovisuales y pro- ducciones artísticas que versen sobre la temática del programa, y que cuenten con la participación de docentes y alumnos.
c) La organiza- ción de concursos que estimulen la participación de docentes y alumnos de los distintos niveles educativos. Los trabajos selecciona- dos se difundirán a través del Sistema de Medios Públicos de la Na- ción.
d) Implementa- ción de programas de capacitación permanente y gratuita de los educadores en el marco de su formación.
e) Se procederá asimismo a invitar para exponer sobre el desarrollo de la Deuda Ar- gentina a las ONG, especialistas en la materia y personalidades destacadas.
Artículo 9°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Es nuestra intención profundizar desde la educación lo relacionado con la deuda externa desde una perspectiva histórica, social y económica, donde se pue- da desarrollar un ámbito de discusión constructiva, y poder com- prender mejor nuestra historia.
El origen del problema de la deuda
La deuda ex- terna argentina
Dentro de este proceso global de endeudamiento, la cifra más contundente respecto de la Argentina es la del incremento del monto de su deuda externa. La misma era de 7.256 millones de dólares en 1975. Diez años más tarde se había multiplicado casi siete veces, alcanzando los 48.312 millones de dólares, mientras que el Producto Bruto Nacional había tenido un crecimiento nulo, por lo cual la deuda pasó de representar un 20% del producto bruto en 1975 a más de un 50% del mismo en 1985 (1).
Más allá del monto, su incidencia negativa sobre la economía se veía reforzada por el hecho de que su incremento no estuvo ligado a un proceso de desarrollo y crecimiento sino, por el contrario, al pago de importaciones super- fluas y/o sustitutivas de la producción nacional (ya de por sí perjudi- cada por una apertura comercial indiscriminada), al sostén de las pautas cambiarias implementadas por el régimen militar, al finan- ciamiento de la fuga de capitales que se dio sobre el final del mismo y a la atención de los servicios que la misma deuda iba generando (2).
En efecto, la política económica aplicada entre 1976 y 1981 atravesó dos etapas bien di- ferenciadas. En el período 1976-1978, las medidas implementadas seguían, en líneas generales, las recomendaciones más ortodoxas del Fondo Monetario Internacional. El resultado fue una relativa es- tabilización de las cuentas externas. Las variables económicas do- mésticas (e.g., la inflación, el nivel de actividad), en cambio, siguie- ron un curso inestable. En el período 1978-1981 el equipo económi- co del último gobierno militar se apartó de dicha ortodoxia y se abo- có a la lucha contra la inflación. Además, en ambos períodos se lle- varon a cabo políticas de reforma estructural destinadas a liberalizar los mercados como, por ejemplo, la reforma del sistema financiero (1977). Esta última tendía a la libre determinación por el mercado de la tasa de interés y de la asignación del crédito. Paulatinamente se fue liberando el mercado de cambio, a fin de permitir la libre en- trada y salida de capitales. Los resultados fueron dispares: del logro de una situación externa desahogada en 1977-1978, se pasó a una de absoluto estrangulamiento en 1981.
Como ya se menciona- ra, el programa lanzado en diciembre de 1978 tuvo como principal objetivo reducir drásticamente la inflación. Para ello utilizó como ins- trumento el atraso del tipo de cambio, apostando a que la inflación interna terminaría por adaptarse al ritmo de devaluación del tipo de cambio fijado. Además, dicho programa también se proponía pro- fundizar el proceso de apertura y liberalización de los mercados do- mésticos. Para lograrlo se redujeron en forma significativa los aran- celes sobre el comercio exterior y se eliminaron casi todas las res- tricciones sobre el mercado cambiario. El supuesto en el que se ba- saban estas medidas era que en una economía abierta los precios de los bienes y los rendimientos de los activos financieros en el mercado interno estarían determinados por el comportamiento de esas variables en los mercados internacionales, dadas las expectati- vas de devaluación. De allí el establecimiento anticipado de tasas de devaluación y aumento de tarifas públicas.
Sin embargo, debido a la escasa sustitubilidad de los bienes comerciables y no comercia- bles y al factor de riesgo e incertidumbre en los mercados financiero y cambiario, no se produjo la esperada convergencia entre la infla- ción interna y la internacional. Por el contrario, los mercados de ac- tivos financieros domésticos y externos se desestabilizaron. La mo- neda local se revaluó significativamente y se produjo una importan- te fuga de capitales. El gobierno pudo resistir las presiones devalua- torias debido a la gran acumulación de reservas que había realizado en los años anteriores. Cuando éstas desaparecieron, recurrió al mercado internacional de capitales que en ese momento ofrecía créditos con mucha facilidad.
Para comienzos de la década de 1980 la situación económica era muy inestable y poten- cialmente explosiva. Los bienes importados se abarataban en rela- ción a los productos domésticos provocando, por primera vez desde 1975, un balance comercial deficitario. El Banco Central perdía re- servas en forma acelerada (2.700 millones de dólares en 1980 y otros 2.800 millones tan sólo en el primer trimestre de 1981). A me- dida que el sector externo se deterioraba, los operadores perdían confianza en la capacidad del gobierno de mantener la tasa de de- valuación pre-establecida. Esto dio lugar a una fuerte fuga de capi- tales que se financió, en parte, con las divisas del Banco Central y en medida creciente con nuevo endeudamiento del sector público. De este modo, esos recursos provenientes del exterior se usaban para mantener la sobrevaluación del peso. En consecuencia, la deu- da externa neta aumentó un 127% en 1980 y un 63% en 1981 (3).
Mientas ocurría esto en el sector externo, las empresas industriales perdían rentabilidad por la competencia de los productos importados que se vendían a pre- cios subsidiados por el atraso cambiario, agravado por la rebaja de aranceles proteccionistas. Además, sus compromisos financieros se hacían cada vez más pesados, ya que el mercado financiero libre dejaba que las tasas de interés reflejaran totalmente el incremento de la incertidumbre y del riesgo que provocaba la situación cambia- ria. Cuando se vieron imposibilitadas de devolver los préstamos que habían tomado, se produjo una corrida hacia el dólar, una profunda crisis financiera y la caída de numerosas entidades financieras.
A partir del abandono, en 1981, de las pautas cambiarias fijadas, se inicia un proceso de ajuste del sector externo con consecuencias nefastas para la eco- nomía en general, en términos de reducción del nivel de actividad, aceleración inflacionaria, transferencias de ingreso y riqueza entre los sectores, desbalance en las cuentas fiscales, ineficiencia del sis- tema financiero y fuga de capitales. La deuda aumentó entre 1980 y 1983 en casi 20.000 millones de dólares. Por eso la cuenta corriente fue deficitaria, a pesar del superávit comercial, debido al peso de los intereses devengados por esta deuda creciente (4).
En consecuencia, la deuda externa argentina alcanzaba una cifra exorbitante al momen- to de la recuperación de la democracia. Además, su dimensión rela- tiva se veía realzada por el efecto de las elevadas tasas de interés vigentes en el mercado financiero internacional. Los servicios de in- tereses solamente representaban el 8% del Producto Bruto Nacional en 1984, comparado con magnitudes del orden del 1% o 1,5% de la década del setenta (5).
En otras palabras, pa- gar los intereses de la deuda significaba contar con una caída del ingreso disponible equivalente al 8% del producto, con sus lógicas consecuencias sobre la distribución de la riqueza y la inversión. En el corto plazo, esto traería aparejado una acentuación de la puja dis- tributiva debido a la merma de la riqueza disponible. En el mediano plazo, el problema se agudizaría por la disminución del ritmo de cre- cimiento debido a la caída de la inversión.
Por otra parte, como señala un documento publicado por la Secretaría de Planificación del Ministerio de Economía en enero de 1985, el pro- blema se veía agravado por los diez años de estancamiento de la economía argentina ocurridos entre 1974 y 1984. Debido a ese es- tancamiento, el producto por habitante había caído en algo más del 10% y había adoptado una distribución mucho menos equitativa. La Secretaría estimaba que el crecimiento previsible, dadas las restric- ciones que imponía la deuda externa, no permitiría recuperar el pro- ducto per capita alcanzado en 1974 hasta 1989, es decir, en un pla- zo de quince años, mientras que la atención del pago de intereses de la deuda no permitiría recuperar el ingreso per capita de 1974 hasta bien entrada la década del noventa (6).
Por otra parte, la tasa anual de crecimiento de la deuda externa pública fue mucho más elevada -excepto en 1979 (7)- a la del sector privado. En conjunto, la mayor parte de la deuda externa fue contraída por empresas pú- blicas y por las diez empresas privadas más grandes. No obstante, la de estas últimas fue nacionalizada en 1982 por iniciativa del en- tonces presidente del Banco Central, Domingo Cavallo.
De este modo, es evi- dente que la deuda tuvo y tiene una elevada incidencia sobre el presupuesto nacional. En el momento de la asunción del gobierno radical, la deuda era casi totalmente pública y sus servicios forma- ban parte del presupuesto oficial, con el consiguiente efecto sobre el desequilibrio de sus finanzas (8).
Como bien señala Schvarzer: "Estos argumentos resultan imprescindibles para refutar a quienes plantean la deuda como un problema de balanza comer- cial. Si las exportaciones crecen lo suficiente, dicen, los servicios de la deuda se pueden atender, ignorando que ya no se trata solamen- te de generar divisas -como en cualquier crisis del sector externo- sino de una transferencia de ingresos de dimensiones tales que re- percuten profundamente en todos los órdenes de la vida nacional" (9).
Como es bien sabido, el problema de la deuda externa argentina devino cada vez más dramático a medida que la década del ochenta avan- zaba. La combinación de la recesión a nivel global, la caída de los precios de las commodities y el fin de la ayuda financiera externa colocó a las finanzas nacionales al borde del colapso.
Por eso el problema de la deuda externa, y su constante incremento, ha sido -y es hasta el día de hoy- un serio condicionante de la política económica.
La iniciativa que inten- tamos propiciar es el estudio y debate de las consecuencias que tra- jo aparejada la Deuda Externa Argentina desde el ámbito educati- vo.
Es por ello, que debe- mos afianzar las instituciones democráticas mediante el conoci- miento de nuestra historia, es a través de la educación que com- prenderemos mejor nuestra realidad, y como país soberano debe- mos asumir un rol protagónico en la lucha contra los intereses que afectan nuestro desarrollo político, económico y social.
Señor Presidente, por los motivos expuestos, es solicito a mis pares la aprobación del pre- sente proyecto de ley.
Véase Frenkel, Fanelli y Sommer, 1988, p. 9.
1. Sobre el tema de la deuda externa argentina, puede consultarse Basualdo, 1987; Diamand y Naszewski, 1985; Dornbusch y de Pablo, 1988.
2. Cf. Frenkel, Fan- elli y Sommer, 1988, pp. 6-7.
3. Cf. Frenkel, Fa- nelli y Sommer, 1988, p. 8.
4. Cf. Schvarzer, 1985, p. 3.
5. Véase Secretaría de Planificación, 1985.
6. En 1979 el sec- tor privado fue el principal ingresante de fondos del exterior, con una tasa de incremento de su endeudamiento externo del orden del 119,2%, mientras que en dicho año la del área estatal fue de 52,3%.
7. Sobre el impacto fiscal del pago de la deuda externa, véase Bekerman, 1990.
8. Schvarzer, 1985, p. 4
9. Véase Frenkel, Fanelli y Sommer, 1988, p. 9.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
SOTO, GLADYS BEATRIZ CHACO FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
EDUCACION (Primera Competencia)
PRESUPUESTO Y HACIENDA