PROYECTO DE TP
Expediente 7255-D-2014
Sumario: DECLARAR DE INTERES DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION LA PRESERVACION INTEGRAL DE LA BIBLIOTECA QUE FUERA PROPIEDAD DE ADOLFO BIOY CASARES Y DE SU ESPOSA SILVINA OCAMPO.
Fecha: 15/09/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 124
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
1.- Declarar de interés de la H.
Cámara la preservación integral de la biblioteca que fuera propiedad de Adolfo
Bioy Casares y su esposa Silvina Ocampo.
2.- Efectuar una oferta para adquirir
la totalidad de los libros que pertenecieron a los afamados escritores argentinos y
destinar la colección al patrimonio de la Biblioteca del Congreso de la Nación.
3.- Delegar en la Secretaría
Administrativa la realización de inventario y tasaciones de la biblioteca Bioy
Casares-Ocampo y establecer las negociaciones pertinentes con los herederos de
Fabián Bioy Demaría.
4.- Promover una colecta pública para
sufragar total o parcialmente el costo de la adquisición de modo de no sobrecargar
las cuentas del erario estatal y simultáneamente comprometer a la sociedad en el
objetivo de conservar un patrimonio de todos.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Dicen que era impactante. Que
ocupaba las paredes de varios ambientes del enorme piso de la calle Posadas, de
697 metros cuadrados y dos plantas, donde Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares
pasaron 45 años juntos viviendo en el corazón caliente de una biblioteca. Hoy esos
libros no parecen tener destino en esta tierra. Fueron infructuosas las serias
tratativas de la Biblioteca Nacional y otras entidades por comprarlos. Esta, con
certeza la mayor biblioteca argentina del siglo XX, está guardada en 400
cajas.
Habría que oír con atención lo que
dijo el propio Boy en 1996, cuando afrontaba un juicio penoso del segundo ex
esposo de su hija Marta, ya fallecida, y su casa y sus pertenencias peligraban: "Si
él gana el juicio, yo debería pagarle una suma cercana a los dos millones
quinientos mil pesos. Eso para mí sería la ruina. Tendría que vender mi casa y todo
lo que tengo incluida mi biblioteca, que es mi vida y que pensaba donar al país".
Uno de quienes solía visitar la
residencia en vida de la pareja era Alberto Casares, dueño de una preciosa librería
de anticuario sobre la calle Suipacha. Cuenta que esa biblioteca-río se había
formado a partir de caudales de diversa procedencia, familiares y propios, y que en
su totalidad, era lo que se conoce como una "biblioteca de trabajo" de tres
maestros, con un gran sector sólo de libros de Borges. Contenía entonces cientos
de primeras ediciones de ellos y aún del cuarto y el quinto amigo, ejemplares de
Bustos Domecq y Suárez Lynch, como Borges y Bioy firmaban sus obras en
colaboración.
Muchos ejemplares llevan anotaciones
al margen, pequeños regueros de tinta azul o negra que Borges estampó con su
letra microscópica (una primera edición del Ulises de Joyce en inglés anotada por
él).
Cuando Bioy murió, Fabián Bioy
Demaría, su hijo y principal heredero, llamó al librero para que hiciera una
valuación del acervo. Pero no pagó por un inventario serio, de modo que Casares
optó por filmar los lomos en los estantes continuos, a fin de transcribir los títulos
luego. Así lo cuenta: "Tuve que hacer una suerte de valuación preliminar. Cuando
llegué había 16 mil libros pero ya había huecos. La familia tenía el apuro de vender
el piso, de manera que la cotización fue muy rápida. Saqué el material de las
estanterías y lo puse en cajas. Se guardaron en un depósito hasta que el juez
ordenó que se repartieran en diez lotes equitativos en calidad y precio". El
patrimonio circuló por varios depósitos: en la Biblioteca Nacional, según un
entendido estaba apilado bajo un techo de chapa en un cuarto sin ventanas; otro
librero los encontró en jaulones con candado. Hoy los libros siguen deteriorándose
en 400 cajas, en un depósito de alquiler en los subsuelos del edificio del Banco
Central. Casares opina que los libros deben permanecer juntos: "Sería lindísimo
que la comprara la Biblioteca Nacional".
Y allí coinciden. En 2007 Carlos
Bernatek y un grupo de expertos de la BN empezaron los trámites para la compra.
Abrieron cajas, pero no pudieron hacer un inventario. Bernatek calcula que les
habría llevado seis meses hacerlo pero los herederos no se decidían a costearlo. La
Biblioteca ofreció una suma que a los herederos les pareció baja. Bernatek expresa
su deseo de que los libros estén allí. Para que este feliz destino aconteciera,
debería haber una tasación, un inventario sólido y consenso entre los herederos.
Ojalá estos caminos se crucen más temprano que tarde (Fuente: Mauro Libertella
en Diario Clarín, 14/09/2014 p.44).
Se propone en esta iniciativa la
promoción de una colecta popular para sufragar total o parcialmente la
adquisición. Se inserta en el concepto que no todo tiene que salir del erario público
porque no es admisible que se sigan sobrecargando las cuentas fiscales. Hay que
lograr combinar la conservación del patrimonio que significa la biblioteca de Bioy
con el compromiso de todos.
Por lo expuesto, ante el valor cultural
incalculable de los 20 mil tomos con notas de Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo
y Jorge Luis Borges es que propicio que la colección sea adquirida para la
Biblioteca del Congreso de la Nación.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
CULTURA (Primera Competencia) |
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |