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PROYECTO DE TP


Expediente 7011-D-2014
Sumario: "CAPITAL NACIONAL DE LA FERIA Y EL SULKY": SE DECLARA COMO TAL A LA CIUDAD DE SIMOCA, PROVINCIA DE TUCUMAN.
Fecha: 08/09/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 118
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


CAPITAL NACIONAL DE LA FERIA Y EL SULKY
Artículo 1°.- Institúyase a la Ciudad de Simoca, Provincia de Tucumán, como la Capital Nacional de la Feria y el Sulky"
Artículo 2°.- De forma.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Julio es mes de fiesta en Simoca. La pequeña ciudad tucumana, 55 kilómetros al sur de la capital provincial, alberga todos los sábados del mes a artesanos y folkloristas en la centenaria feria. Más de 30.000 personas la visitan cada fin de semana.
La Feria de Simoca es una tradición con más de 300 años. Se realiza todos los sábados, pero en los del mes de julio se amplifica, pasando a convertirse en la Fiesta Nacional de la Feria. Alimentos, animales, artesanías y productos de todo tipo se ofrecen en un laberíntico predio ferial donde, además de comprar, se pueden degustar empanadas, tamales y locro, lechón, cabrito, pollo y asado, miel de caña y rosquetes.
Junto al shopping criollo, los sábados de julio se enciende, además, un gran escenario por el que desfilan músicos regionales para animar la fiesta.
Desde San Miguel de Tucumán, a la pintoresca ciudad de Simoca se llega por ruta provincial 38 empalmando por la ruta 308 y luego la 157. Además de su colorida feria, Simoca es conocida como la "Capital Nacional del Sulky", ya que cuenta no sólo con un buen número de estos transportes, sino también con varios talleres dedicados a fabricarlos y repararlos, a cargo de artesanos expertos en esta (actualmente rara) materia. Aseguran en el pago que llegaron a circular por allí hasta 5000 sulkies.
Hoy en Simoca aún se fabrican sulkies totalmente artesanales, en lapacho y cedro, por los que se puede llegar a pagar unos ocho mil pesos. Allí se hizo, por ejemplo, la diligencia de Amaicay, western del cineasta Fernando Spiner, entre otros carruajes para distintas producciones. También es buena plaza para conseguir modelos usados, siempre un poco decorados a gusto del dueño, con detalles, colores y fileteados.
Al amparo de mitos y leyendas, con la vigencia de las costumbres más antiguas y custodiada por cientos de sulkys que recorren sus calles, Simoca nos ofrece cada sábado del año la oportunidad de abrir una puerta al pasado y reencontrarnos con la emoción de sentir las tradiciones criollas a flor de piel.
En la llanura de la Provincia de Tucumán, a 53 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, capital de la provincia, sobre Ruta Nacional Nº 157, se encuentra la Ciudad de Simoca
Conocida como la "Capital Nacional del Sulky" o la "Cuna de Tradición y Folclore", Simoca (11.000 habitantes aproximadamente) atesora para sí y para el patrimonio cultural del país, uno de los acontecimientos más llamativos y atrayentes que puedan existir por estas latitudes: la Feria sabatina.
Por pintoresquismo, por tradición, por historia y por el rico bagaje cultural que atesora en su tres veces centenaria existencia, la Feria de Simoca es un valioso patrimonio cultural que ya no pertenece solo a los simoqueños, sino que es parte de la herencia cultural de la nación, que se proyecta hacia las futuras generaciones.
Y en los últimos años se ha convertido en uno de los puntos obligados del turismo que llega a Tucumán, especialmente en los cálidos julios del Norte Argentino, a vivir las tradiciones de antaño.
Datos históricos.
De acuerdo a la Historia, válidos antecedentes ubican el nacimiento de la Feria de Simoca en la época de la conquista española, en plena vigencia del Virreinato del Río de la Plata, ya que existen documentos que certifican la existencia de la "Villa de Simoca" como lugar de encuentro de viajeros hacia finales del Siglo XVII.
Los escritos históricos registran el vocablo Simoca a partir de 1578, cuando el Teniente Gobernador Albornoz y Padilla llegó a la zona para sofocar un levantamiento aborigen.
La acción de los religiosos, la existencia de una precaria iglesia y la costumbre de reunirse a oír misa los domingos, fue el preludio del nacimiento de la Feria de Simoca, ya que los primeros pobladores llegaban un día antes y traían sus mercancías para intercambiar.
El traslado de San Miguel de Tucumán desde su primitiva ubicación en Ibatín a su emplazamiento actual, provocó una restructuración en los caminos de la región y Simoca se convirtió en una posta, que con el arribo de viajeros hizo más intenso el intercambio de productos y afianzó definitivamente a la Feria de Simoca como lugar de encuentros.
Así, durante los años siguientes, luego de la Independencia, Simoca mantuvo esta costumbre y la Feria siguió su destino de centro económico y social de la región.
A partir del año 1907, ya se proyecta una organización administrativa de la feria y se empieza a cobrar derecho de piso a los feriantes.
Así, al ritmo de los avances, la feria fue ganando en variedad de productos de venta, pero siempre mantuvo lo autóctono y tradicional como estructura básica de la venta y de los intercambios.
Recorrer la Feria de Simoca es sumergirse en un viaje lleno de emociones, donde el bullicio de los feriantes, la música y la algarabía general, se matizan con imágenes de un tiempo lejano, que parecen haberse detenido en Simoca.
La feria es una mezcla de pasado y presente. Porque en sus 400 metros de extensión, se pueden encontrar los artículos más variados. Desde un celular de ultima tecnología hasta un látigo de cuero trenzado a mano. Desde un promotor que vende automóviles hasta los repuestos para un sulky. En los puestos de la feria además es posible encontrar verduras y frutas frescas, ropa, calzados, artesanías (en madera, cuero, en tela, en asta), juguetes, condimentos, tejidos, bordados, y también artículos de última tecnología. Todo en una mezcla vertiginosa, colorida y llena del aroma tentador de las parrillas, de las empanadas, de las ollas de locro y de toda la cocina tradicional que invita desde los más de 50 ranchos de comidas regionales que trabajan en el predio y que desafían a los paladares más exigentes. Todo acompañado por un reparador vino de la amistad. Y a la hora del postre, las empanadillas, las tabletas de miel de caña y los tradicionales pasteles de novios son el deleite obligado.
La feria adquiere hoy múltiples significados. Es una solución económica para los pequeños productores de la zona, es un destino turístico de suma importancia y también es una sagrada costumbre para los simoqueños y los pobladores de zonas aledañas, que el día sábado la visitan por el solo hecho de "ir a la feria" porque allí es el lugar de encuentro con los amigos, allí se detiene el ritmo agotador de la semana y en ese ambiente mágico, se puede hacer una pausa y retomar las energías para seguir con las labores cotidianas.
Y haciendo más pintoresco aún el paisaje, los sulkys (típico vehículo de la zona tirado por un caballo) recorren las calles de la ciudad y los caminos aledaños, mezclándose con los automóviles y los grandes colectivos de turismo.
Los simoqueños suelen decir: "si es sábado, véngase para Simoca", porque la feria se realiza, indefectiblemente, todo los sábados del año, es una cita obligada que se inicia con las primeras luces de la madrugada sabatina y se extiende hasta las 16 ó 17 horas, cuando los últimos puesteros se empiezan a ir, con la esperanza de que el sábado que viene tendrán nuevamente la oportunidad de hacer renacer a este misterioso rito que sobrevive hace ya más de 300 años.
Cada mes de julio, los simoqueños rinden su homenaje a la Feria sabatina y para ello, abren las puertas de su casa y reciben al turismo de todo el país e incluso del extranjero en su Fiesta Nacional de la Feria, una de pocas fiestas populares auténticas que quedan en el norte argentino.
Se realiza en el mismo predio ferial, al aire libre durante los 4 sábados del mes de julio. En el escenario que se encuentra en el extremo sur del predio, se inicia un desfile artístico en el que se les da prioridad a los valores del canto y de la danza de la provincia.
Con justa razón se puede decir que la Fiesta Nacional de la Feria es una de las últimas auténticamente populares que quedan en el Norte Argentino, ya que es todo un pueblo el que se ve involucrado en cada jornada sabatina. Además se realiza al aire libre y otro dato para valorar en estos tiempos actuales es que NO se cobra entrada.
Durante los sábados de Julio, a las 10 de la mañana se abre la fiesta y se prolonga hasta las 22 horas.
En los últimos tiempos el turismo ha crecido en forma notable en Simoca y la administración municipal que encabeza el Intendente Luis Enrique González trabaja en ese sentido, para afianzar a Simoca cada vez más como destino turístico. Los resultados están a la vista ya que la feria se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la provincia en la temporada turística invernal.
Este año 2014, se realizó la 34° edición de la Fiesta Nacional y la Fiesta superó todos los récords de asistencia de su historia. De acuerdo a los cálculos oficiales, más de 40.000 por sábado llegaron a Simoca y en la tercera jornada, el sábado 26, fueron más de 60.000, atraídas también por la presencia de Soledad en Simoca.
OTROS DATOS:
Etimológicamente, la palabra Simoca proviene del quichua "shimukay" y significa "lugar de paz y silencio"
A Simoca se puede arribar desde diversos lugares.
Ubicada sobre Ruta Nacional 157, se puede acceder desde la Capital San Miguel de Tucumán, distante a sólo 53 kilómetros.
También por Ruta 157 desde Córdoba, pasando por Dean Funes y Recreo (Catamarca).
Desde Las Termas de Río Hondo, donde Simoca es una de las opciones que ofrecen las agencias de turismo, por Ruta Nac. Nº 9, pasando por Leales hasta Ruta Nac. 157.
Simoca es la ciudad cabecera del departamento del mismo nombre, que tiene además 11 comunas rurales.
La "Villa de Simoca" existe desde mediados del Siglo XVII, pero recién el 24 de setiembre 1859 se fundó oficialmente con la delimitación de la plaza principal. Se le puso el nombre de "Pueblo de Mercedes" en homenaje a la Virgen y además se inauguró la iglesia.
Alrededor de 1880, llegó el ferrocarril y estableció la "Parada Simoca" en el Pueblo de Mercedes.
Así, el viejo nombre indio resurgió y poco a poco volvió a instalarse en la zona. En diciembre de 1907, al crearse la Comuna Rural de Simoca, volvió a ser el nombre oficial del pueblo.
En 1956 fue elevada al rango de Municipalidad, como segundo distrito del Departamento Monteros.
En el año 1976, por 4.518, se crea el Departamento Simoca y la ciudad pasa a ser cabecera del mismo.
La actividad de rodeo de mulas, feria de mercadeo y fabricación de carretas y carruajes en la zona de Simoca, se remonta a tiempos de la Colonia. La Gobernación del Tucumán Colonial ejercía un lugar importante como nodo central en las comunicaciones y el intercambio de manufacturas en la colonia, entre los Virreynatos del Perú, del Río de la Plata y la Capitanía general de Chile.
De aquí la gran relación entre el intercambio de bienes y los carruajes. Esta memoria histórica ha sobrevivido olvidos y corrimientos, relatos y nuevos intercambios. Eje constante de la manufactura y la comercialización, nuestra provincia, guarda intacta su voluntad de tradición y querencia, como también de pujanza y progreso. Queremos rendirle homenaje a esa tradición y a esa voluntad de superación, a través del reconocimiento a todo el pueblo del norte argentino, reflejado en las ruedas del sulky que siguen fabricándose como hace 300 años, en nuestra Ciudad de Simoca.
Por estas razones, es que solicitamos que acompañen nuestra propuesta.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
SACCA, LUIS FERNANDO TUCUMAN UCR
PASTORI, LUIS MARIO MISIONES UCR
ROGEL, FABIAN DULIO ENTRE RIOS UCR
SANTIN, EDUARDO BUENOS AIRES UCR
CASAÑAS, JUAN FRANCISCO TUCUMAN UCR
GARRIDO, MANUEL CIUDAD de BUENOS AIRES UCR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CULTURA (Primera Competencia)
LEGISLACION GENERAL