La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar pesar por el fallecimiento de Octavio Getino, ocurrido el 1º de octubre de 2012.

Señor presidente:

El primer lunes de octubre amaneció con la triste noticia de la muerte de Octavio Getino, quien había nacido en la Ciudad de León, España, el 6 agosto de 1935.

Innumerables recuerdos se hicieron presentes, acerca de quién acompañó y contribuyó con sus películas, documentales, entrevistas y libros al arduo proceso de concientización de los sectores populares. En un contexto de proscripción y de conculcación de libertades que se extendían desde la prohibición de pronunciar o escribir un nombre -el de Perón- hasta el encarcelamiento, la tortura y la desaparición de militantes y luchadores sociales, la contribución de Getino fue un aire fresco, fue el oxígeno especial requerido para el esfuerzo de sostener la resistencia de los años 60 y 70, luego del golpe genocida de 1955.

Tal vez el recuerdo más inmediato que aparece es la inolvidable película "La hora de los hornos", que dirigió junto a Pino Solanas. La memoria nos retrotrae a las casas, a los clubes y a todo lugar cerrado que pudiese albergar a los militantes que con admiración seguían el desarrollo de la película, que mostraba el paisaje de la realidad histórica, la denuncia de los factores de poder y convocaba a la heroicidad de la lucha colectiva del pueblo, depositario histórico de la conciencia nacional.

En el año 1971, mientras las luchas sociales y políticas se intensificaban en pos de retorno del General Perón, Getino participó de la entrevista con Perón en Puerta de Hierro, España, de la que surgieron "Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder" y "Perón, la revolución justicialista", documentos audiovisuales donde Perón expone lo esencial de su pensamiento.

Participó del cine político y social de ese momento y junto a Pino Solanas y Gerardo Vallejos, fundó el "Grupo Cine Liberación" que integró el movimiento del Tercer Cine, del que formaron parte también el "Cine de la Base" de Raymundo Gleyzer, el Cine Revolucionario Cubano" y el "Cine Novo". La propuesta era el uso del arte cinematográfico como herramienta política comprometida con la militancia y los conflictos sociales.

Se destacó como director de cine, narrador e investigador de medios de comunicación y cultura. Obtuvo en 1964 el premio Casa de las Américas, de Cuba, y el del Fondo Nacional de las Artes, con Chulleca, en el género libro de cuento.

Realizó en 1969 el guión de "Argentina, mayo de 1969: los caminos de la liberación" y en 1971 el de "El camino hacia la muerte del viejo Reales" de Gerardo Vallejos. También fue el guionista y director de "El Familiar" en 1975.

Es importante recordar que el gobierno de Héctor J. Cámpora lo designó Interventor del Ente de Calificación Cinematográfica y en 1989 asumió como Director del Instituto Nacional del Cine.

Desde hacía más de veinte años era asesor de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL) de La Habana, presidida por Gabriel García Márquez y dirigida por la cubana Alquimia Peña, y era coordinador del proyecto del "Observatorio del Cine y el Audiovisual Latinoamericano (OCAL)" de dicha Fundación. Además fue docente del curso de posgrado de FLACSO y de la Universidad Nacional Tres de Febrero y consultor de organismos internacionales

Su reloj biológico dejó de funcionar, pero seguirá estando en todos los que lo seguimos y admiramos. Las nuevas generaciones habrán de conocerlo por sus obras. Será recordado con la admiración de quienes se ganaron un lugar de honor en la lucha por la conciencia nacional.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación de este Proyecto de Resolución.