La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su extrema preocupación antes los hechos de violencia, vandalismo e inseguridad que se suceden día a día en los hospitales Públicos de todo el país, lo cual provoca miedo e incertidumbre entre los pacientes de los nosocomios.

Señor presidente:

Corridas, amenazas, heridos, pánico. Todo eso se vivió el domingo a la tarde en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno, donde médicos, enfermeros y pacientes quedaron como rehenes de la violencia . Allí, entre las cinco y las siete de la tarde, confluyeron las víctimas de dos episodios independientes ocurridos en la zona esa misma tarde: un hombre con un balazo en su muslo que había sido atacado en Las Catonas, en medio de una pelea, y otro que a pocas cuadras había sido apuñalado de muerte en el estómago, durante un cumpleaños de quince.

Por lo menos en uno de los casos - el de Las Catonas- la discusión que había empezado en el barrio se transformó en una feroz pelea dentro del hospital. La escena incluyó a una mujer armada, amenazando a todo el mundo, y corridas por los pasillos cuando la Policía que estaba en la guardia intentó poner orden. El descontrol generó el paro total de actividades durante todo el día de ayer (a la mañana ni siquiera se atendieron urgencias) debido al hartazgo del personal médico y de auxiliares que, cada vez con mayor frecuencia, suele quedar en medio de situaciones extremas. El paro seguirá hasta hoy a las 10, por lo menos.

El problema llegó a tal nivel que debió intervenir el ministro de Salud de la provincia, Alejandro Collia. "Desde hoy (por ayer) vamos a incorporar tres policías más al establecimiento, que trabajarán en coordinación permanente con el personal de seguridad privada durante las 24 horas", prometió, tras reunirse con el jefe de la Departamental Moreno, comisario Walter Masdilla, y representantes gremiales de los trabajadores. "Lo ocurrido provocó mucho miedo e incertidumbre entre los pacientes", admitió el funcionario.

Tras la promesa de refuerzos en la seguridad, los ánimos se calmaron un poco y los médicos decidieron comenzar a atender las urgencias que llegaran a la guardia. Collia se comprometió a regresar para volver a reunirse con los trabajadores que, según el propio director del hospital, Rubén Rossi, periódicamente quedan en medio de situaciones violentas, aunque la del domingo superó la media. "La situación es compleja porque viene a atenderse gente alcoholizada o drogada, y es gente que no razona", declaró Rossi, quien detalló que durante el fin de semana "tuvimos un personal policial, más la vigilancia privada, pero este tema ya es de arrastre".

Rossi hizo referencia a un hecho similar ocurrido hace dos meses. "En esa oportunidad tuvimos un compromiso (de las autoridades policiales) para tener dos policías en la guardia, pero se les está complicando por falta de personal. Tenemos seis vigiladores en los turnos (sin armas), más un policía: pero hubo una gresca que no pasa habitualmente.Vinieron cuatro patrulleros y casi no los podían contener. La gente no mide que éste es un lugar donde se tienen que venir a curar... lo vienen a romper en grupos masivos", concluyó.

La Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia pidió una reunión urgente a las autoridades "ante los graves hechos de violencia en los hospitales de la Provincia, que se siguen agravando en número y virulencia".

Lo que ocurrió el domingo, según la versión policial, fue producto de dos episodios no relacionados que, en la confusión del día, se tomaron por uno solo. De ahí surgió la versión errónea de que la batalla había dejado un muerto. En realidad, esta persona ya había llegado fallecida a la guardia. Según el reporte policial, cerca de las 19 del domingo Hugo Ortiz (27) estaba en el cumpleaños de 15 de una sobrina cuando se produjo una pelea. El hombre recibió una puñalada en el estómago y se desangró antes de poder ser atendido. Por ese hecho poco después fueron detenidos dos sospechosos. El segundo episodio -que fue el que generó el caos dentro del hospital de Moreno- arrancó con una pelea entre varios ciudadanos paraguayos en Las Catonas que terminó con uno de ellos baleado.

Hay varias versiones sobre el origen de esta discusión (el principal era el intento de robo de una moto), pero lo cierto es que el herido, Richard Torres (30) fue a atenderse al hospital y hasta allí lo siguieron sus enemigos.

Mientras Torres era atendido en Radiología, un grupo copó el área, entre ellos una mujer armada. Hubo golpes, cuchillos, pánico y corridas. Todos escaparon. En medio del caos, un paciente que estaba esperando para hacerse atender salió corriendo despavorido y se llevó por delante una puerta vaivén, con tanta fuerza que casi la arrancó. Este hombre también desapareció y ayer era buscado por la Policía como testigo de la causa que quedó radicada en la UFI 5 de Moreno como "lesiones, amenazas y daño".

Fuente: Clarín 18-9-2012

Por todo lo expuesto, los invito a mis pares a que me acompañen en la aprobación del presente proyecto.