La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

En su carácter de parte del Gobierno Nacional y representante del pueblo de la Nación Argentina, expresa el formal pedido de disculpas a los ciudadanos del municipio de La Matanza, ante los agravios injustificables que recibieran de parte de la Primera Magistratura de la Nación en la conferencia en la Universidad de Harvard, el día 27 de septiembre de 2012.

Señor presidente:

El 27 de Septiembre la Presidenta de la Nación participó de una Conferencia en la Universidad de Harvard, en la cual los estudiantes de distintos países tuvieron la posibilidad de realizarle diversas preguntas.

La Conferencia fue un hecho importante para quienes valoramos el debate respetuoso de ideas y el diálogo, y a la vez penoso, también, para quienes exigimos que esa condición propia de toda república se cumpla entre quienes ejercen el poder en la Argentina.

Fue así, que frente a un escenario desconocido, lejos de obsecuentes aplausos y en libertad de expresión, nuestra Mandataria debió enfrentarse con las críticas que los propios argentinos realizamos.

En efecto, "la última conferencia de prensa convocada por la Presidenta Cristina Kirchner fue hace 407 días, tras su triunfo en las elecciones primarias de agosto", como recordó el diario La Nación [1], por eso fue que un estudiante le dijo que se sentía "un privilegiado por poder hacerle preguntas".

Así es, como nuestra Primera Mandataria frente a algunos silbidos del auditorio, llena de prejuicios, impropios fundamentalmente para quien debe representar a todos y cada uno de los argentinos, se rebajó a la altura de un grupo de estudiantes "ricos" según ella (olvidando quizá que muchos están allí becados), que la cuestionaban. Para terminar incluso despreciando a todos los estudiantes y docentes de una universidad nacional: la Universidad Nacional de La Matanza: "Chicos, estamos en Harvard...estas cosas son para La Matanza "[2] dijo.

Estos agravios, vertidos a la educación pública universitaria de la Argentina, nos avergüenzan a los representantes del pueblo argentino. Nos avergüenza que no se respete a nuestros ciudadanos, nos avergüenza que desde la máxima investidura, se descalifique el nivel académico, la capacidad intelectual y la calidad humana del alumnado y de la comunidad de una universidad modelo, a la que concurren miles de estudiantes que son el futuro de nuestro país.

Ante esta vergüenza sólo cabe una actitud, desde lo republicano y desde el sentir la argentinidad: el pedido formal de disculpas, en nuestro carácter de representantes del pueblo de la Nación.