PROYECTO DE TP
Expediente 6901-D-2006
Sumario: VIOLENCIA DEPORTIVA; CREACION DEL REGISTRO SIMPLIFICADO DE SIMPATIZANTES VIOLENTOS EN EL AMBITO DE LA AFA; RESPONSABILIDAD DE LAS INSTITUCIONES DEPORTIVAS; MULTAS; CREACION DE LA POLICIA DEPORTIVA EN EL AMBITO DEL MINISTERIO DEL INTERIOR.
Fecha: 16/11/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 175
El Senado y Cámara de Diputados...
VIOLENCIA EN EL FUTBOL REGISTROS DE
SIMPATIZANTES VIOLENTOS. ANTECEDENTES PENALES. REINCIDENCIA.
RESPONSABILIDAD DE LAS INSTITUCIONES DEPORTIVAS. CREACION DE LA
POLICIA DEPORTIVA
Capitulo I. AMBITO DE
APLICACION
Artículo 1º .- El ámbito de
aplicación de la presente ley es el territorio de la República Argentina.
Artículo 2º .- Están sujeta a
cumplimiento de la presente ley todos los clubes de todas las categorías del fútbol
profesional afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino A.F.A.
Capitulo II. REGISTRO
SIMPLIFICADO DE SIMPATIZANTES VIOLENTOS
Artículo 3º .- Crease el
Registro Simplificado de Simpatizantes Violentos en el ámbito de la Asociación del
Fútbol Argentino, que extraerá datos sobre antecedentes penales del Registro Nacional
de Reincidentes (Ministerio de Justicia de la Nación), los datos filiatorios deportivos de
los Registros de Socios de las diferentes instituciones deportivas participantes de los
torneos, y, datos suministrados por las autoridades directivas de los clubes acerca de
los simpatizantes más significativos y violentos.
Artículo 4º .- Todas las
instituciones deportivas que no cumplan con suministrar la información necesaria para
la conformación del Registro, o, los datos fueran falsos o incompletos, serán pasibles de
apercibimiento, multa deportiva y multas pecuniarias según la categoría.
Articulo 5º .- Los
simpatizantes violentos que se encontrare debidamente identificados en el Registro
creado en el Artículo 4º , y, tuvieren proceso penal abierto o condena , solo podrá
ingresar a los estadios bajo exclusiva responsabilidad de los Directivos del Club al cual
representan sin perjuicio de que se la aplique el derecho de admisión.
Capitulo III.
RESPONSABILIDAD DE LAS INSTITUCIONES DEPORTIVAS.
Artículo 6º .- Las instituciones
deportivas serán solidariamente responsables con la A.F.A. conforme al articulo 1113
del Código Civil de la Nación (responsabilidad extracontractual) por los danos
personales, físicos, psíquicos y materiales que produjeren los simpatizantes violentos
durante la celebración de un espectáculo deportivo para con los espectadores o fuerzas
de seguridad, con mas las multas deportivas y pecuniarias que se regulasen según cada
caso.
Capitulo IV. DE LAS MULTAS.
Artículo 7º .-
Apercibimiento: Consiste en enviar un documento escrito por parte de la autoridad de
aplicación haciendo constar los incumplimientos que registrare una institución deportiva
respecto de la letra, el espíritu o la aplicación de la ley, dejando constancia de las
multas por reincidencia.
Artículo 8º .- Multa
Pecuniaria: Consiste en un porcentaje de la recaudación de entradas del o de los
espectáculo/s deportivo/s cuestionados que se le descontaran, sin exclusión de la
responsabilidad civil que tuviere en caso de danos según manda él articulo 5to de la
presente ley.
Artículo 9º .- Multa
Deportiva: Consiste en la reducción de puntos en disputa, la clausura temporaria o
definitiva del estadio donde hace las veces de local la institución deportiva hasta la
exclusión de la participación del equipo del torneo en cuestión según sea el caso.
Capitulo V. POLICIA
DEPORTIVA.
Articulo 10º .- Crease en el
ámbito del Ministerio del Interior de la Nación la POLICIA DEPORTIVA, que tendrá como
única función el control y la inspección de los espectáculos futbolísticos antes, durante y
después de su acontecimiento dentro del Estadio deportivo.
Artículo 11º .-La POLICIA
DEPORTIVA actuara únicamente dentro del ámbito correspondiente al Estadio
deportivo, quedando para la policía local (cuando sea en las provincias), y, policía
federal (cuando sea en la Ciudad de Buenos Aires) el control de las inmediaciones.
Artículo 12º .-Las erogaciones
que sean necesarias para la puesta en funcionamiento del sistema que implanta la
presente ley se descontaran de la partida presupuestarias correspondientes del Estado
Nacional.
Artículo 13º .- Comuníquese
al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
LOS NUMEROS DE LA VIOLENCIA EN
EL FUTBOL
La nada pasional estadística no para de
actualizar datos escalofriantes. Que el fútbol argentino y su entorno ya se cobraron 138
muertos (hoy, justamente, se cumplen 61 años de las dos primeras víctimas fatales, en
un Lanús-Boca de 1939).
Que, ante tamaña cantidad de crímenes, la
Justicia apenas en 16 casos llegó a condenas, que recayeron sobre 33 personas. Que la
gran mayoría de las canchas de la AFA son inseguras y propensas a incidentes. Que, en
lo que va del 2000, al menos cuatro protagonistas —Luis Artime (ex Tigre), Julio
Zamora (ex Platense), Adrián Barrionuevo (Comunicaciones) y Jorge López (ex DT de
San Martín de Tucumán)— debieron cambiar de club o anunciar el retiro definitivo por
amenazas o agresiones. Y que la perfecta ligazón de la trama barras bravas-políticos-
dirigentes de clubes salta rápidamente a la vista y cada vez con mayor fuerza.
Los números, que no son otra cosa que las
consecuencias de esta cada vez más trágica violencia, son irrefutables. El verdadero
problema radica en profundizar en las estructuras para descubrir las causas que
desencadenaron la locura actual del fútbol, donde la pelota está eximida de culpa y
cargo.
Un juez, un fiscal o cualquier otro
personaje "extraño" que quiera investigar el mundo y los submundos del fútbol va a
chocar con el mismo problema que halló Clarín para realizar esta investigación especial:
un círculo prácticamente inaccesible y lleno de "códigos" que se respetan a
ultranza.
Así como la gente del fútbol sufre en carne
propia el drama de la violencia, casi nadie se anima a hablar a micrófono abierto de las
barras bravas, de los dirigentes que las mantienen, de ciertos políticos y gremialistas
que las usan como fuerza de choque y de autoridades que no hacen nada de nada.
Algunas veces no hablan por temor a que la ira de un poder violento recaiga sobre
ellos. En otros casos, el silencio es aún más obligado: no tienen autoridad moral para
tirar la primera piedra.
No hay primicia al decir que los
barrabravas no son los únicos malos de la película: de ninguna manera ellos están solos
contra el mundo. Al contrario, se codean con cada uno de los sectores que —
paradójicamente— le dan vida al fútbol.
El jugador conoce al barrabrava, aunque
jamás lo señala con el dedo. Sin sentirse cómplices, varios futbolistas confesaron darles
plata a los barras.
Ultimamente, lo reconocieron
públicamente Roberto Trotta (River), Leonardo Mas (Estudiantes) y Walter Cáceres
(Racing).
El dirigente, quizá porque allá por los años
60 empezó a cobijar al violento y después ya no supo bien qué hacer con él, tampoco lo
acusa. Y como Judas a Jesús, es hasta capaz de negarlo tres veces. Entre otros
presidentes, Mauricio Macri (Boca), Fernando Miele (San Lorenzo) y Camilo Scorpanitti
(Excursionistas) repitieron: "En mi club no existen los barrabravas".
Cabría preguntarse, entonces, quiénes
agredieron a hinchas de Chacarita en un amistoso en la Bombonera, quiénes mataron al
hincha de Huracán Ulises Fernández y quiénes ingresaron a la cancha de Excursionistas
hace veinte días para atacar a los jugadores de Comunicaciones.
La Policía suele mirar para otro lado
cuando los barras pasan cerca. La Justicia se ampara en que no tiene los elementos
necesarios —llámense leyes o pruebas— para evitar la violencia en el fútbol.
"Basta, es hora de hacer algo" reza el
discurso político cada vez que el tema se reinstala en la tapa de los diarios. En los
últimos tiempos hubo algunas medidas, pero es evidente que resultaron insuficientes.
En 1985, tras la muerte del chico Adrián
Scaserra (hincha de Boca), se dictó la ley De la Rúa. En 1992, ante otro pico de
violencia, se la endureció con la reforma de Ricardo Levene (h). En 1998, el juez Víctor
Perrotta paró los torneos en reclamo de seguridad. Pero el fútbol y la violencia siguieron
andando, cambiaron los gobiernos y todo continuó a medio hacer.
Hoy por hoy, es raro que un partido de
cualquier divisional no aporte heridos o detenidos al largo listado de incidentes.
¿Quiénes, cómo y por qué provocan los disturbios? Para investigar en serio, muchas
veces no queda más remedio que apagar el grabador y jurar reserva eterna de
identidad. Recién ahí se empieza a penetrar en el hermético círculo del fútbol. Y
empiezan a ser notorias cosas increíbles.
Sólo que el fútbol, como deporte en sí, ya
no les importa demasiado. Y ante la pasividad y la complicidad generalizada,
probablemente sigan dándoles de comer a las estadísticas.
LA IMPUNIDAD DE LA VIOLENCIA
EN EL FUTBOL
No es sólo el horror que provoca cada
muerte. El otro drama es la impunidad: a las 138 víctimas del fútbol argentino, la
Justicia respondió con condenas -recayeron en 33 personas- en apenas 16 casos.
Los otros expedientes se cerraron como
accidentes, terminaron con sobreseimientos o fracasaron a poco de abrirse.
Adrián Scaserra recibió un tiro mortal en la
cancha de Independiente, en 1985, pero nunca nadie terminó de identificar al policía
que le disparó. El único acusado por el crimen de Wally Rodríguez, doce años después,
fue absuelto porque -entre otras razones- se tuvieron que anular parte de las pruebas.
En la causa por la muerte de Ulises Fernández, el hincha de Huracán que se convirtió
en la última víctima del siglo, hubo 101 imputados e idéntica cantidad de
sobreseídos.
Un funcionario judicial a cargo de una de
las investigaciones por muertes en las canchas ofreció una posible explicación. "Nos
encontramos con una barrera de silencio. La gente que realmente vio lo que pasó, los
compañeros de los hinchas involucrados, los dirigentes que conocen a los
sospechosos... Nadie quiere aportar datos ciertos", dijo.
La Justicia empezó a hablar de barras
bravas a fines de los años 60, al condenar por homicidio a los asesinos de un hincha de
Racing llamado Héctor Souto. El juez porteño Jorge Moras Mom describió entonces con
pelos y señales el funcionamiento aceitado del grupo.
Pasaron 25 años para que ese accionar se
encuadrara en una figura más grave: la asociación ilícita, que no es otra cosa que un
conjunto de personas que se dedica a cometer delitos. Eso dijeron de la barra de Boca
las camaristas Isabel Poerio, Silvia Arauz y Elsa Moral. Y metieron presos a José Barritta
-El Abuelo- y compañía, en el juicio por el homicidio de Walter Vallejos y Angel Delgado
(de River).
En los 16 casos que la Justicia llegó a
condenas también estuvieron comprendidos otros delitos. A los hinchas de Boca que
lanzaron la bengala que atravesó la garganta de Roberto Basile (de Racing) los
encontraron responsables del delito de homicidio culposo.
Es decir que, para la Justicia, no tuvieron
intención de matar.
El total de personas condenadas en esos
16 casos, como quedó dicho, es de 33. La sentencia que incluyó a más gente, además
de la de Barritta, fue una de 1997 contra otros seis hinchas de Boca que habían matado
a patadas a Osvaldo Bértolo, de Independiente. La Sala II de la Cámara del Crimen de
Lomas de Zamora les impuso 8 años de cárcel por homicidio en riña.
El promedio de edad de todas las víctimas
es de 25 años. Son 137 hombres y una mujer: Margarita Gaude, rosarina, de 66 años.
En setiembre de 1991 viajaba en un colectivo de la línea 107, a metros de la cancha de
Central, justo en medio de una pelea. Recibió una pedrada letal.
Las armas más usadas por los asesinos del
fútbol son las de fuego. Sin contar a los muertos de la Puerta 12, el 46 por ciento murió
a tiros. Esto incluye a las víctimas de la represión policial.
De esa manera se produjeron las dos
primeras muertes, hace seis décadas, en la tribuna que la hinchada de Boca ocupaba
en la cancha de Lanús.
El último caso fatal de represión fue el de
Sergio Filipello, un chico de Brown de Adrogué que recibió un balazo dentro de un tren.
En el juicio oral por su muerte, el principal acusado es un guardia de una empresa de
seguridad.
LA LLAMADA BARRA BRAVA DEL
FUTBOL
Los barrabravas modernos han convertido
lo que alguna vez fue pasión por un club en una verdadera profesión. Que no requiere
títulos oficiales, que tiene un alto grado de riesgo y que —en muchos casos— está bien
remunerada.
Lo declarado por Julio Grondona a la
Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados no suena ilógico: "¿Cuántos
empleados hay en esta casa (por el Congreso) que pertenecen a las barras bravas?", se
preguntó hace unos días el titular de la AFA. Tal vez se refería a barras de Defensores
de Belgrano, Racing, Quilmes y Argentinos, entre otros equipos, que figurarían como
empleados de la biblioteca o de la imprenta del Congreso, un edificio histórico al que
sólo van los días 29...
LA SEGURIDAD
Si todos los hinchas fuesen
buenitos; si cada uno alentara a su equipo sin provocar ni agredir a los demás; si
llegaran y se fueran de las canchas ordenados y en paz; si nadie se metiera en
problemas ni en disturbios... Si todo esto pasara —cosa que jamás va a ocurrir—
muchos actores secundarios del fútbol perderían millones de pesos. La violencia en el
fútbol les da de comer, entre otros, a policías, empresas de seguridad privada y
fabricantes de alambrados, vallas de contención, techos de acrílico o mangas inflables.
La seguridad, entonces, es un gran negocio para muchos.
Más allá de tener que reparar baños
destrozados o reponer butacas que fueron arrojadas, a los clubes se les va muchísimo
dinero en pagar operativos policiales. Para un partido de cualquier categoría de AFA,
aproximadamente un 30 % de los efectivos los pone la Policía, o sea, el Estado: el
restante 70 % lo debe pagar el club local.
¿Cuánto dinero mueve la seguridad del
fútbol? La Policía Federal recibe 4.000.000 de pesos por año. La de la provincia de
Buenos Aires recolecta casi 3.000.000. "Después de cuidar los bancos, el fútbol es el
mejor negocio para la Policía", opina el ex presidente de Racing Daniel Lalín.
¿Cuánto "cuesta" cada policía? Depende de
las horas que dure el operativo, pero habitualmente un agente de la Federal recibe 50
pesos por partido. Y uno de la Policía de la provincia, 25.
Para el policía de la esquina, ¿es negocio ir
a trabajar a la cancha? Depende. Si el operativo dura muchas horas, si él es de la
Bonaerense y encima trabaja lejos de la jurisdicción de la cancha, cobrar 25 pesos no le
hace gracia. Para uno de la Federal, en cambio, es más negocio. "El fútbol es una bolsa
de trabajo", confió un agente de Capital, aunque aclaró que "sólo me conviene yendo a
la cancha como adicional, no como recargo de servicio. Me pagan —por cajero
automático— si voy en calidad de adicional: si no, tengo que ir igual sin cobrar
nada".
¿La Policía conoce a los hinchas violentos?
Sí. Muchinga y otros barras de Chacarita metieron su auto —vidrios polarizados y sirena
policial en el techo— entre los patrulleros y los micros de la hinchada y así, "en
caravana de amigos", fueron hasta la Boca. Otro caso: apenas asumió, un comisario de
la 24 fue "visitado" por los barras de Boca.
¿Están capacitados los policías para los
espectáculos deportivos? La mayoría, no. Algunos van sin ganas, vienen de una guardia
nocturna o están sin dormir. A veces no conocen ni la cancha. Ejemplo: uno de Azul
que deba custodiar en Lanús.
¿Los clubes están conformes con el
servicio? No. Y se quejan de que a veces van menos policías de los que figuran por
planilla. Mientras la Policía recalca que los operativos son baratos y que "extras" como
los helicópteros no se facturan, Fernando Miele (San Lorenzo) es uno de los presidentes
que sostiene que "son caros e ineficaces". Hay partidos, incluso, que recaudan menos
de lo que se lleva la Policía. Vélez recaudó 14.290 pesos ante Unión y pagó 17.000.
Ante Tristán Suárez, Alem pagó 1.860 pesos el operativo y vendió en boleterías apenas
249 (en estos casos, la AFA les tira un salvavidas a los clubes).
¿Se usan más policías acá que en Europa?
Quizá por la violencia de las barras argentinas, mientras un Barcelona-Real tiene 300
policías y un Inter-Milan, 600, acá un River-Boca "necesita" 1.000.
Allá, los gastos son absorbidos por el
Estado.
Por todo lo expuesto, por los argumentos
vertidos ut supra, por la importancia y por la necesidad de actualizar y actuar sobre la
situación inmediatamente es que pongo a consideración de mi pares para su aprobación
el presente proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
VARGAS AIGNASSE, GERONIMO | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
HEREDIA, ARTURO MIGUEL | CORDOBA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
ROJKES DE ALPEROVICH, BEATRIZ LILIANA | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
HERRERA, ALBERTO | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
LEGISLACION PENAL (Primera Competencia) |
SEGURIDAD INTERIOR |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |