PROYECTO DE TP
Expediente 6879-D-2006
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA RATIFICAR EL PROPOSITO DE NUESTRO PAIS DE AVANZAR EN LA ADOPCION DE UN TRATADO DE PROHIBICION COMPLETA DE ENSAYOS NUCLEARES QUE ALCANCE A TODOS LOS PAISES SIN EXCEPCION, Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS.
Fecha: 15/11/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 174
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que la República Argentina ha sido
desde siempre un enérgico promotor del uso responsable de la energía nuclear, ha
ratificado el Tratado de No Proliferación, (TNP) y mantiene una plena participación
en diversas Convenciones y Conferencias a favor del desarme.
Que comparte plenamente los
objetivos de la inmensa mayoría de los países de la Comunidad Internacional en
materia de no proliferación nuclear, tal como lo demostró en su firme posición con
respecto a las sanciones a Corea del Norte.
Que en tal carácter, vería con agrado
que el Poder Ejecutivo ratifique el propósito de nuestro país de avanzar en la
adopción de un Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares que alcance
a todos los países sin excepción, en especial a aquellos que han alcanzado mayor
desarrollo en la materia.
Que también vería con agrado el
inicio de negociaciones en el ámbito de la Conferencia de Desarme en pos de
establecer una Convención para la prohibición de material fisible destinado a armas
nucleares, así como la creación de un órgano de Naciones Unidas con el mandato
de tratar del desarme nuclear con igual alcance a todos los países del mundo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
A fines de 2001, la denominada ‘Revisión
de la Posición Nuclear de los Estados Unidos’ llevada a cabo anualmente por el
Gobierno de Estados Unidos determinó que la República Democrática de Corea del
Norte era un posible blanco enemigo, al haberse detectado que estaba violando las
pautas convenidas en 1994. En esa fecha, ambos países habían firmado un acuerdo
que establecía el congelamiento del programa nuclear que el país asiático había estado
llevando a cabo, a cambio de que Corea del Norte permitiera el frecuente ingreso de
una misión de control de inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica
(IAEA, por sus siglas en inglés), el suministro de combustibles y ayuda para la
construcción de dos plantas nucleares, que únicamente podían ser utilizadas para fines
pacíficos; conocido como ‘Acuerdo Marco entre EE.UU. y la República Democrática
Popular de Corea del Norte’.
En consecuencia, en enero de 2002, el
Presidente George W. Bush incluyó a Corea del Norte como uno de los integrantes del
“eje del mal”, hecho que podría determinarse como el comienzo de una nueva crisis
entre ambos países. En octubre de ese año, Estados Unidos acusó a Corea del Norte de
estar desarrollando, de manera secreta, un programa de enriquecimiento de uranio
para ser utilizado en armas nucleares, en clara violación con el Acuerdo firmado; y en
noviembre, se llevó a cabo la suspensión de los embarques de combustible a ese país.
La reacción de Corea fue la inmediata expulsión de los inspectores de la IAEA y la
reactivación del Programa Nuclear llevando dicha confrontación a una crisis real.
En enero de 2003, Corea del Norte
decidió retirarse del Tratado de No proliferación Nuclear (NPT), ratificado por Corea del
Norte en 1985, mediante el cual se declaraba como un Estado libre de armas
nucleares. Ante esta situación, Estados Unidos decidió que las conversaciones
bilaterales con ese país no resultaban factibles y prefirió llevar el caso a un ámbito
multilateral de negociaciones, lo cual dio lugar a la creación del foro de Conversaciones
de Seis Partes (Six-Party Talks) integrado por China, Japón, Corea del Sur, Rusia,
Corea del Norte y Estados Unidos, en el cual, a lo largo de varias rondas, se discutieron
posibles salidas alternativas al conflicto nuclear. En febrero de 2005, Corea del Norte
declaró haber alcanzado la capacidad de desarrollar armas nucleares, aunque pocos
meses después, en la Cuarta Ronda de Conversaciones, en Septiembre de ese año,
Pyongyang sorpresivamente acordó un “Estatuto de Principios” en el que se
comprometía a abandonar la totalidad de sus programas nucleares y el retorno al
Tratado de No Proliferación en una fecha cercana a cambio de concesiones. Sin
embargo, tres meses más tarde (septiembre de 2005), cuando se estaba a punto de
firmar el ‘Estatuto’, las negociaciones se detuvieron a partir de una ‘diferencia de
interpretación’ de los puntos convenidos en el mismo. En particular, si la reanudación
de los embarques de combustible y la construcción de un reactor de agua liviana de
parte de los países a Corea del Norte sería anterior o posterior a la suspensión del
Programa Nuclear. Además del reclamo del gobierno coreano respecto al levantamiento
de las restricciones financieras impuestas por Estados Unidos en septiembre de ese
año, a través de la cual, basándose en su ‘Iniciativa de Actividades Ilícitas’ y el ‘Acta
Patriótica’, llevó a cabo la suspensión de actividades financieras con el Banco Delta
Asia en Macao, dado que según EE.UU. este era utilizado como un canal de lavado de
dólares por parte de Corea del Norte.
Como una supuesta muestra de fortaleza,
en julio de 2006, la República Democrática de Corea llevó a cabo un test misilístico que
sufrió la inmediata condena del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y
recientemente en octubre de este año, realizó un Test Nuclear lo cual dio a lugar a
sanciones económicas aprobadas por el Consejo de Seguridad, incluyendo a China y
Rusia, aliados de Corea del Norte. Un dato que debe ser tenido en cuenta, respecto a la
oportunidad del test nuclear, es que fue llevado a cabo apenas un día antes de la
designación del nuevo Secretario General de Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki
Moon, que entrará en funciones en enero de 2007. La simultaneidad de ambos
acontecimientos no parecería ser casual, sino que resulta posible captar algún mensaje
al respecto: Tal vez, orientada a evaluar una primera reacción de Ki Moon, como
Secretario General del organismo, dado su conocimiento de la problemática y de la
región: Actualmente, se desempeña como Canciller de Corea del Sur.
Las sanciones fueron impuestas a través
de la Resolución 1718, bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, lo cual
implica una acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos
de agresión, pero haciendo especial mención a su Art. 41 en el cual se determina que
se ‘podrá decidir qué medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada han de
emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y podrá instar a los Miembros de las
Naciones Unidas a que apliquen dichas medidas, que podrán comprender la
interrupción total o parcial de las relaciones económicas”. En particular, a través de la
Resolución se le niega a Corea del Norte el acceso a cualquier material que pueda
favorecer su programa nuclear o de desarrollo de mísiles, y se contempla la inspección
de todos los productos que entren o salgan de Corea del Norte; además del ingreso de
productos de lujo.
La inmediata respuesta de Corea del
Norte fue el rechazo a las medidas, a las cuales llamó un ‘acto de guerra’. Además, un
General de ese país sugirió la posibilidad de que pudiera llevarse a cabo un nuevo test
nuclear. Actualmente, los países integrantes del Consejo de Seguridad están acordando
los modos en que las medidas dispuestas por la Res. 1718 serán implementadas.
Asimismo, China a través de un enviado de su gobierno a Corea del Norte dio muestra
del enojo de su país hacia la actitud de su aliado, y luego de conversaciones se aseguró
de que un segundo test no sería llevado a cabo.
La gravedad que podría alcanzar la
situación planteada, nos pone ante la necesidad como país de insistir en la adopción de
un Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares que alcance a todos los
países sin excepción, en especial a aquellos que han adquirido mayor desarrollo en la
materia, y no tan sólo los denominados “estados canallas”, como los designa la
administración Bush.
Para alcanzar un mundo más seguro, los
países de América latina deberían además reclamar el inicio de negociaciones en el
ámbito de la Conferencia de Desarme en pos de establecer una Convención para la
prohibición de material fisible destinado a armas nucleares, así como la creación de un
órgano de Naciones Unidas con el mandato de tratar del desarme nuclear de manera
amplia y sin excepciones.
Por todo ello, es que pongo el presente
proyecto a disposición de mis pares para ser aprobado.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
RAIMUNDI, CARLOS | BUENOS AIRES | ARI |
BISUTTI, DELIA BEATRIZ | CIUDAD de BUENOS AIRES | ARI |
GORBACZ, LEONARDO ARIEL | TIERRA DEL FUEGO | ARI |
GARCIA, SUSANA ROSA | SANTA FE | ARI |
GONZALEZ, MARIA AMERICA | CIUDAD de BUENOS AIRES | ARI |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia) |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | SOLICITUD DE REPRODUCCION DEL PROYECTO PARA EL PERIODO 125 (2007), SEGUN LOS TERMINOS DEL ARTICULO 7 DE LA RESOLUCION DE LA HCD DEL 05/06/1996 | 14/03/2007 |