PROYECTO DE TP
Expediente 6865-D-2006
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE EL GRADO DE AVANCE EN LA EJECUCION DEL PROGRAMA DE CONSTRUCCION DE ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS FEDERALES, COMPROMETIDO EN EL MARCO DEL "PLAN NACIONAL DE SEGURIDAD 2004".
Fecha: 15/11/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 174
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo que, a
través de la autoridad competente informe a esta Honorable Cámara:
1. ¿Cuál es el grado de
avance en la ejecución del Programa de Construcción de Establecimientos
Penitenciarios Federales, comprometido en el marco del Plan Nacional de
Seguridad 2004?
2. ¿Cuál es el estado
procesal de las denuncias penales presentadas ante la Oficina
Anticorrupción, a causa de los sobreprecios detectados en la construcción
de 3 cárceles federales (Salta, Mercedes y Coronda)?
3. Teniendo en cuenta la
finalidad de la pena, que es la resocialización de los detenidos, ¿cuáles son
los resultados obtenidos y cuál es el grado de desarrollo que presenta el
programa Trabajo en Cárceles?
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El problema carcelario en
Argentina ha sido objeto de estudio en inumerables ocasiones, y desde hace
tiempo, por parte de instituciones públicas y privadas. Los informes que se
han realizado han arribado siempre a similares conclusiones: el Sistema
Carcelario Argentino resulta ineficiente para cumplir con el mandato
constitucional que sostiene que “…las cárceles de la Nación serán sanas y
limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…”, y
con el fin de resocialización, previsto para la pena.
En la actualidad es difícil que el
sistema penitenciario pueda dar respuestas pues todo el régimen acarrea
fallas estructurales, tornándolo incapaz de introducir pautas que tiendan a la
integración y capacitación de los detenidos. Como consecuencia de ello se
observan cada vez más, manifestaciones de violencia dentro de los distintos
establecimientos que en muchos casos culminan con la muerte tanto de
reclusos como de guardia cárceles.
Esto pone en evidencia la falta
de políticas por parte del Estado que tiendan a dar una solución efectiva al
problema que se arrastra desde hace décadas.
Esta realidad se observa
claramente a través de los índices carcelarios que nos indican el
hacinamiento, la sobrepoblación, la incertidumbre en la que viven la mayoría
de estas personas (el 64% de la población penitenciaria se encuentra
procesada) y las malas condiciones de vida en general, que se dan en todas
las cárceles del país.
En la Argentina existen alrededor
de 64.000 personas privadas de su libertad, de las cuales algo más de
10.052 se encuentran alojadas en el Servicio Penitenciario Federal. El
promedio de sobrepoblación en el SPF es del 10%, es prioritario entonces
comenzar la construcción de nuevas plazas, para mejorar las condiciones
de vida de los detenidos, para cumplir con principios internacionales que
tienen que ver con derechos humanos y para hacer frente al porcentaje
anual de crecimiento de población penal.
En virtud de este conflicto, los
sucesivos gobiernos se han embanderado con planes de seguridad en los
que se preveía la construcción de numerosas cárceles federales en distintas
partes del país; sin embargo, ninguno de los proyectos está concluido (y
algunos ni siquiera fueron iniciados) y lo que es peor aún, ahora se suman
denuncias penales, problemas presupuestarios e irregularidades
administrativas en los procesos de licitación. Esta situación nos obliga a
exigir, a aquellos responsables de estas anormalidades, las explicaciones
necesarias, que permitan conocer el verdadero estado del asunto.
Sin embargo, la cuestión
carcelaria no se limita a la construcción de nuevos establecimientos. Bien
sabemos que la finalidad de la pena es la reinserción social del condenado,
pues así lo dice la ley de ejecución penal.
Ahora bien, el problema se
plantea cuando observamos que nuestro sistema de ejecución penal se
concentra sólo en el encierro de los detenidos. Pocas son las actividades
que pueden realizar los reclusos que tiendan a su resocialización. Además
se debe tener en cuenta que los beneficios laborales sólo son accesibles
para los condenados, por lo que los procesados carecen de incentivo
alguno, dentro del marco normativo, para acceder a determinados
regímenes. Esto comprueba que aquellos internos que esperan la
resolución de sus juicios en prisión, (que como dijimos es el 64% de
población penal) no se vea generalmente motivada al emprendimiento de
actividades de preeducación. Otra situación a tener en cuenta, y que refleja
la carencia del sistema en cuanto a la resocialización, es el porcentaje de
reingreso. Según estudios realizados por la Asociación Civil, Unidos por la
Justicia, según cifras analizadas hasta el año 2004, el 21,1% de los
detenidos que fueron liberados tras cumplir su condena volvió a ingresar al
sistema.
De la situación carcelaria, hemos
decidido destacar determinados puntos, que sostenemos constituyen la
base del sistema de ejecución penal, y es por ello que si queremos respetar
el mandato constitucional al que se hizo referencia al inicio, debemos
comenzar por analizar las efectivas políticas que se están llevando a cabo
en la materia, para corregir irregularidades y cambiar este escenario que
nos mantiene en deuda tanto nacional como internacionalmente.
Por las razones expuestas,
pongo a consideración de mis pares el presente proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
DE NARVAEZ, FRANCISCO | BUENOS AIRES | JUSTICIALISTA NACIONAL |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LEGISLACION PENAL (Primera Competencia) |