La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacio- nal para que a través del Ministerio de Planificación, Inversión Pública y Servi- cios y de los organismos que corresponda-entre ellos Vialidad Nacional - im- plementen las medidas necesarias tendientes a evitar los accidentes fatales que ocurren en la Ruta Nacional Nº 3, en el tramo Comodoro Rivadavia - pro- vincia de Chubut - y Río Gallegos - provincia de Santa Cruz - principalmente en la zona comprendida entre el paraje Lemarchand y la entrada a la ciudad de Puerto San Julián, y en la Ruta Nacional N° 40 en toda la extensión como consecuencia de la presencia de guanacos y choiques sueltos que cruzan la calzada.-

Señor presidente:

La Ruta Nacional 3 nace en la Ciudad de Buenos Aires y termina en Tierra del Fuego, recorriendo la Argentina a través de la costa Atlántica por más de 3600 Km. En la provincia de Santa Cruz, el recorrido es de 818 km, la mayoría son largos tramos despobla- dos resultando la misma de suma importancia para las comunicaciones, porque mientras la ruta 40 recorre la cordillera, la 3 comunica la mayoría de las locali- dades de la provincia. La ruta 3 en Santa Cruz es una vértebra interminable que funde una recta cansadora y eterna entre lomas con algunas vueltas de vez en cuando como para distraer la vista adormecida del conductor. Pedirle a alguien que transita por esta ruta, donde las poblaciones están a más de 300 o 500 kms una de las otras, circule a 80Kms/h es una insensatez porque aquel que lo sostiene y lo pregona no lo cumple. No se trata de volar con los autos y exce- der todo parámetro de seguridad en las rutas, pero convengamos que una ve- locidad de entre 120 y 130 kms es la normal para los vehículos de hoy como para la infraestructura de caminos y distancias que tenemos. Frenar imprevis- tamente circulando a 80 como a 120kms, para esquivar un cuerpo en la ruta y más aún de noche, es muy factible que termine en catástrofe o muerte.

Los accidentes causados por estos animales son cada vez más frecuentes en las rutas santacruceñas, pese a ello se demoran las soluciones claras.

Los guanacos se presentan en manadas de 10 a 20 ejemplares como mínimo, siendo que el color caramelo del pelaje haga que se confunda fácilmente con la estepa. Verlos con el debido tiempo es un desafío a la vista y un choque con uno de ellos sabemos en qué puede terminar. Teniendo en cuenta estos datos agregamos que de movida encontramos varios factores en contra de un automovilista: enormes distancias, monotonía del paisaje, condiciones climáticas adversas, vientos, caminos des- trozados, asfaltos interrumpidos, pozos y como si todo fuera poco: animales salvajes que se cruzan en cualquier momento transformando a la ruta en una ruleta rusa para familias enteras. Sin ningún tipo de control ni previsión por parte de las autoridades de fauna de la provincia, produciéndose periódicamen- te varios accidentes fatales en las rutas de Santa Cruz. Los funcionarios provin- ciales permiten que los animales sigan sueltos, sin control, ni medidas preventi- vas, mientras una ley provincial - la 3039 - sancionada en el 2008 aún no ha sido Reglamentada.

La Ley mencionada anteriormente, referida a la creación del Programa Provincial de Manejo del Guanaco sustenta la implementación de procedimientos técnicos productivos del guanaco como recurso económico viable, como forma de brindar una alternativa a los produc- tores tradicionales de la provincia. Como dijimos aún no fue reglamentada por lo tanto no es de aplicación efectiva.

Mientras tanto desde el oficialismo como desde la oposición provincial se han presentado proyectos reclamando la reglamentación de la ley y que se arbitren los medios para salvaguardar la vida de las personas en las rutas, debido al incremento exponencial de animales que vagan por la vera del camino, se cruzan, pastan en las banquinas y son causa- les de vuelcos, choques y anualmente son muchas las víctimas que deben la- mentarse, incluyendo familias enteras que circulan en época de turismo. Solici- tan en esos proyectos que de manera urgente se proceda a la erradicación de todos aquellos animales de la fauna silvestre como guanacos, y otras especies en los sectores de la calzada, banquinas y/o entre los alambrados perimetrales, que separan a los esta- blecimientos rurales con las rutas nacionales y provinciales del territorio santacruceño, ya que representan un peligro real y directo para los automovilistas, que utilizan tales vías de transporte terrestre. Esto no le quita responsabilidad al Poder Ejecutivo Na- cional ya que estamos hablando de una Ruta que depende de él.

Estimativamente hay una pobla- ción de unos 250 mil guanacos en la provincia de Santa Cruz superando el nú- mero de habitantes y se cree que en la misma proporción hay choiques, estan- do prohibida la caza y comercialización de estas especies en toda la provin- cia.

Surge ante esto la iniciativa de qué medida tomar respecto a la superpoblación de estos animales, ya que desde los sectores conservacionistas aseguran que matarlo es una herejía y del otro lado algunos fundamentan razones económicas serias para explicar que el guanaco es una nueva fuente de recursos, que hasta inclusive, reconvertiría el campo, como lo hace Chile, a través de la explotación de la lana y las carnes. Y ambos tienen razón. Pero no es lo que está en discusión. Lo que pretendemos es que se toman las medidas para evitar el libre tránsito por las rutas de los guanacos y choiques en salvaguarda de la seguridad de las personas.

Por su parte Vialidad y Parques tendrán que administrar sus tiempos y recursos para controlar la existencia de guanacos a la vera de las rutas, llegar a realizar convenios con los propietarios de los campos linderos al camino para elevar la altura de los alambrados o bus- car en forma conjunta solución a este problema. De no ser así los accidentes serán muy importantes en cantidad y correrá por cuenta del gobierno de la na- ción y en parte de la provincia la no adopción de las medidas adecuadas y tem- pranas para no tener que seguir lamentando las consecuencias nefastas de la imprevisión. Esto, por si no se advierte, debe ser una prioridad más dentro de las políticas turísticas que se dice desarrollar.

Por lo expuesto solicito el pronto despacho del presente proyecto de resolución.