La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más profundo reconocimiento a los Deportistas Argentinos Clasificados para competir en los Juegos Olímpicos de Moscú, entre el 19 de julio y el 3 de agosto de 1980, quienes quedaron imposibilitados de competir por decisión de la Dictadura Militar.

Señor presidente:

Los Juegos Olímpicos fueron celebrados en Moscú capital de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, oficialmente conocidos como los Juegos de la XXII Olimpiada, tuvieron lugar entre el 19 de julio y el 3 de agosto de 1980. La candidatura fue presentada a último momento y Moscú le ganó la elección a Los Ángeles (EEUU) por 39 votos contra 20, en la Sesión celebrada en Viena por el Comité Olímpico Internacional.

Estos Juegos dividieron al mundo olímpico ya que varios países le declararon el boicot dejando así sin posibilidades de participar a aquellos deportistas que habían clasificado o tenían chances de hacerlo.

Influyó en la adopción de esta medida la situación política del momento, ya que Moscú era la capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en ese entonces el país más grande del mundo y una de las mayores potencias mundiales. El socialismo que la caracterizaba era la oposición al capitalismo, y los estados socialistas y capitalistas llevaban enfrentados varias décadas en la denominada Guerra Fría, enfrentamiento político, económico, social, militar, informativo e incluso deportivo que tuvo lugar desde 1945 (al finalizar la segunda guerra mundial) hasta el fin de la URSS (que ocurrió entre 1989 con la caída del muro de Berlín y 1991 con el golpe de Estado en la URSS) entre el bloque occidental-capitalista liderado por los EEUU y el oriental comunista liderado por la URSS.

Los Estados Unidos de Norteamérica, bastión más importante del capitalismo, decidió no concurrir a los Juegos sólo seis meses antes de que comenzaran, argumentando que la presencia militar soviética en Afganistán, que se encontraba en guerra civil, constituía una invasión y violaba el derecho internacional, sumándose a esta decisión varios de sus aliados como Alemania Occidental, Canadá, Argentina, Chile, Japón, Turquía, Noruega, en tanto que algunos países aliados dejaron en libertad de acción a sus deportistas, quienes compitieron bajo la bandera olímpica, este fue el caso del Reino Unido de Gran Bretaña y Australia.

Tampoco concurrió la República Popular China enemistada políticamente con la URSS. Se abstuvieron de participar 65 estados de los cuales el Comité Olímpico Internacional estima que entre 45 y 50 lo hicieron por plegarse a la iniciativa estadounidense.

Los países que boicotearon los juegos fueron, por orden alfabético: Albania, Alemania Occidental, Antigua y Barbuda, Antillas Holandesas, Arabia Saudita, Argentina, Bahamas, Bahréin, Bangladesh, Barbados, Belice, Bermudas, Bolivia, Canadá, Chad, Chile, China, China Taipei, Corea del Sur, Costa de Marfil, Egipto, Emiratos Árabes, EEUU, Fijy, Filipinas, Gabón, Gambia, Ghana, Haití, Honduras, Hong Kong, Indonesia, Irán, Islas Caimán, Islas Vírgenes, Israel, Japón, Kenia, Liberia, Liechtenstein, Malasia, Maui, Marruecos, Mauricio, Mónaco, Níger, Noruega, Pakistán, Panamá, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, Puerto Rico, República Centroafricana Catar, Singapur, Somalia, Suazilandia, Sudán, Surinam, Tailandia, Togo, Túnez, Turquía, Uruguay y Zaire.

Sólo participaron de los Juegos 80 países, la cifra más baja registrada desde los Juegos Olímpicos (JJOO) de Melbourne, 1956, no obstante se batieron numerosos récords en distintas disciplinas deportivas.

Los países participantes fueron; Afganistán, Alemania Oriental, Andorra, Angola, Argelia, Australia, Austria, Bélgica, Benín, Birmania, Botsuana, Brasil, Bulgaria, Camerún, Checoslovaquia, Chipre, Colombia, Congo, Corea del Norte, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, Ecuador, España, Etiopía, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Guatemala, Guinea, Guyana, Hungría, India, Irak, Irlanda, Islandia, Italia, Jamaica, Jordania, Kuwait, Laos, Lesoto, Líbano, Liberia que se unió al boicot luego de la ceremonia inaugural, Libia, Luxemburgo, Madagascar, Mali, Malta, México, Mongolia, Mozambique, Nepal, Nicaragua, Nigeria, Nueva Zelanda, Países Bajos, Perú, Polonia, Portugal, República Dominicana, Rumania, San Marino, Senegal, Seychelles, Sierra Leona, Siria, Sri Lanka, Suecia, Tanzania, Trinidad y Tobago, Uganda, URSS, Venezuela, Vietnam, Yugoslavia, Zambia y Zimbabue.

Cabe señalar que: Andorra, Australia, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Puerto Rico, San Marino y Suiza apoyaron el boicot pero aun así estuvieron en los juegos, aunque bajo la bandera olímpica o la bandera de su respectivo Comité Olímpico.

Las olimpiadas de Moscú se recuerdan por la lamentable división del mundo olímpico. Participaron 5.217 atletas (4.043 hombres y 1.124 mujeres) de 81 países, compitiendo en 21 deportes y 204 especialidades.

Para entender los motivos que llevaron a Argentina a apoyar el boicot es necesario destacar que la intervención estadounidense en la guerra fría se fraguó a través de apoyo político y económico a gobiernos militares de muchos países centro y sudamericanos, y que eran en materia económica y política contrarios a los procesos revolucionarios que apuntaban hacia el socialismo.

El alzamiento militar perpetrado el miércoles 24 de marzo de 1976, comenzó su preparación con mucha antelación, la Argentina era el único país del Cono Sur que mantenía un régimen democrático, en tanto que todos los países vecinos estaban gobernados por dictaduras militares sostenidas por los EEUU en el contexto de la Doctrina de Seguridad Nacional. No obstante la represión política comenzó antes del golpe en la llamada Guerra Sucia, con el Operativo Independencia, pero se extendió e intensificó durante la dictadura de Videla, resultando en las desapariciones forzadas de un número de víctimas aproximado a las 30.000.

La doctrina de la seguridad nacional es un concepto que fue utilizado para definir ciertas acciones de política exterior de EEUU tendientes a que las fuerzas armadas de los países latinoamericanos modificaran su misión para dedicarse con exclusividad a garantizar el orden interno, con el fin de combatir aquellas ideologías, organizaciones o movimientos que, dentro de cada país, pudieran favorecer o apoyar al comunismo en el contexto de la Guerra Fría, legitimando la toma del poder por parte de las fuerzas armadas y la violación sistemática de los derechos humanos, estas doctrinas se dieron en Uruguay, Argentina y Chile.

Dentro de este marco se produjo la adhesión de la Argentina al boicot contra la URSS, medida que sorprendió al mundo deportivo pues se esperaba su concurrencia debido a las sólidas relaciones que Argentina mantenía con ese país, que por entonces constituía el principal mercado de sus exportaciones.

La no concurrencia de la Argentina a Moscú dejó vacantes las plazas que habían obtenido las selecciones de básquetbol y fútbol, en los torneos preolímpicos de Puerto Rico y Colombia. En tanto que en natación habían sido designados: Alicia Boscatto, Roxana Juncos, Conrado Porta, Alejandro Blanco y Alejandro Lecot. En otros deportes es imposible determinar o cuantificar cuántos deportistas fueron damnificados, por no existir registros de esa época donde se puedan extraer datos fehacientes. No obstante, es probable que estuviera Tito Steiner (atletismo) y algún otro atleta que cumpliera con la marca mínima exigida, como así también representantes de otros deportes como por ejemplo remo.

Fue la única vez que el país faltó a los Juegos Olímpicos desde la creación del Comité Olímpico Argentino (COA) en 1923. La decisión de no concurrir a los JJOO de Moscú puede ser considerada el desperdicio de toda una generación deportiva y lo más frustrante fue no poder quejarse por la injusticia ya que en esa época no se podía protestar, había que acatar órdenes.

Ante la imposibilidad de los atletas de competir debido al boicot, el Comité Olímpico Argentino resolvió entregar una medalla y un diploma recordatorios a los deportistas incluidos en las categorías de "seguros" y "probables", en referencia a las chances estimadas de medalla para cada uno. Pero los diplomas nunca fueron confeccionados y las medallas fueron entregadas arbitrariamente, sin que queden constancias documentadas de ello, ni difusión a la prensa.

Los deportistas argentinos que se habían clasificado para competir en Moscú no fueron consultados sobre el boicot y vieron sus esfuerzos olímpicos desvanecerse y quizás es aún más penoso que dichos esfuerzos no fueron reconocidos adecuadamente y se los haya mayormente confinado al olvido.

El único deportista argentino que logró competir en Moscú fue el ciclista Octavio Dazzan, quien apelando a su doble nacionalidad argentina-italiana, integró la delegación de este último país obteniendo el 8º lugar en la prueba de velocidad en 1000 metros.

El COA había encarado la participación en los Juegos con suficiente antelación ya que desde noviembre de 1979 la Comisión Técnica Deportiva creada a tal efecto, se abocó a la conformación de la delegación nacional. El 25 de enero de 1980, un mes después de la invasión soviética a Afganistán, convocó a una conferencia de prensa anunciando que compartía las declaraciones públicas de los presidentes del COI y del COE, quienes se oponían al boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú, y a la interferencia de la política en el desarrollo del deporte internacional, considerando asimismo que "una generación de deportistas que hace años se está preparando con grandes sacrificios para participar en los Juegos Olímpicos de Moscú, se puede ver defraudada por motivos totalmente ajenos al quehacer deportivo". Pero también advirtió que "por sobre el interés deportivo, prevalecerá el interés nacional".

En los meses subsiguientes a la conferencia de prensa, el fútbol y el básquetbol se clasificaron para los Juegos en torneos realizados en Colombia y en Puerto Rico en febrero y en abril respectivamente. El caso del básquetbol era especialmente significativo, ya que representaba la primera clasificación olímpica en 28 años. Otros deportistas nacionales se entrenaban ya sea para clasificar o para competir en Moscú. El 8 de mayo el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto anunció en un comunicado, que el gobierno argentino "decidió no participar en los Juegos" y el 21 de mayo, el COA, "considerando atendible dicha recomendación debidamente fundada en el interés nacional", resolvió formalmente no participar en los Juegos. Como resulta obvio, dicha decisión ya había sido tomada por la dictadura militar.

Por lo expuesto, es que se solicita el voto favorable para la aprobación de este Proyecto de Resolución.