PROYECTO DE TP
Expediente 6604-D-2006
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA NORMALIZAR LA ENTREGA DE MEDICAMENTOS DESTINADOS A NIÑOS QUE SUFREN EL SINDROME DE DEFICIT DE ATENCION CON Y SIN HIPERACTIVIDAD ADD/ADHD.
Fecha: 03/11/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 166
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Solicitar al Poder Ejecutivo de la Nación
que, a través del organismo que corresponda, arbitre los medios necesarios para
controlar y regular la provisión de medicamentos a menores de edad, destinados al
tratamiento del denominado síndrome de Déficit de Atención con y sin Hiperactividad
ADD / ADHD, y contemple disponer como condición para su diagnóstico y evaluación
la intervención consensuada de varios profesionales especializados, de manera
previa a la administración de medicación con psicofármacos a niños.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto nace por la inquietud que
genera la situación actual en nuestro país provocada por la venta de psicofármacos
que se recetan a niños en edad temprana, caracterizados como inquietos o
desatentos, en ámbitos escolares o familiares.
La problemática es compleja ya que
presenta varias aristas que van desde las dificultades y dudas existentes alrededor
del diagnóstico de este Síndrome de Déficit de Atención con y sin Hiperactividad
ADD / ADHD, hasta los controles sobre la venta de psicofármacos destinados a niños
en edad temprana, pasando por las responsabilidades de docentes y colegios, como
así también de los profesionales de la salud y laboratorios.
Se trata de una
“enfermedad” nueva, que comienza a detectarse en nuestro país durante los años
noventa, cuando el diagnóstico de chicos inquietos y desatentos con ADD y ADHD
se extendió como una epidemia en sectores medios y altos del país, siguiendo la
misma tendencia que en Estados Unidos, de la mano de fundaciones y profesionales
que promovieron la difusión de esta supuesta enfermedad y su tratamiento con una
pildorita mágica: el metilfenidato (MFD), cuya marca comercial más conocida es
Ritalina
El MFD es en la actualidad el psicotrópico
bajo fiscalización internacional con mayor distribución en el circuito legal, que sólo en
Estados Unidos reditúa ingresos a los laboratorios por 3.100 millones de dólares.
En nuestro país el crecimiento de la
cantidad de diagnósticos a niños a los que se adjudica ADD o ADHD, conjuntamente
con la venta de psicofármacos para su tratamiento, a sido exponencial.
La industria farmacéutica
facturó en 2005 alrededor de 150 millones de pesos en ese rubro, un 50 por ciento
más que en 2004, en tanto que por el crecimiento del mercado, para el 2007, los
laboratorios locales pidieron al Gobierno ampliar la cuota establecida para la
importación de la droga, en casi un 40 por ciento.
Cada país tiene un cupo
de importación de MFD acordado con la ONU. El de Argentina es de 60 kilogramos
por año. El MFD sólo se vende para tratar el ADD y ADHD. En 2005, los laboratorios
importaron 49,5 kilogramos de MFD, según informó a Página/12 Raquel Méndez, jefa
de Psicotrópicos y Estupefacientes de la Anmat, la agencia nacional de control de
medicamentos. En 2004, 40,4 kilogramos; en 2003, 23,7 kilogramos. (1)
Frente a este panorama han surgido
criticas y voces disidentes con respecto al diagnóstico y tratamiento del Síndrome de
Déficit de Atención con y sin Hiperactividad ADD / ADHD, que con fundamentos
están denunciando que el resultado de esta tendencia es que los niños son
medicados desde edades muy tempranas, con una medicación que no cura (se les
administra de acuerdo a la situación, por ejemplo, para ir a la escuela) y que en
muchos casos disimula sintomatología grave la cual hace eclosión a posteriori o
encubre deterioros que se profundizan a lo largo de la vida. En otros casos, ejerce
una pseudo regulación de la conducta dejando a su vez librado al niño a posteriores
impulsiones adolescentes en razón de que no ejerce modificaciones de fondo sobre
las motivaciones que podrían regularlas, dado que tanto la medicación como la
"modificación conductual" tienden a acallar los síntomas, sin preguntarse qué es lo
que los determina ni en qué contexto se dan.
Según señala Beatriz
Janin, reconocida psicoanalista de niños, profesora de posgrado de la UBA y
directora de la Carrera de Especialización en Psicoanálisis con Niños de la UCES en
convenio con la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, “Nos encontramos con
niños que son rotulados y medicados por presentar dificultades en la escuela o en el
ámbito familiar de un modo inmediato, sin que nadie los haya escuchado; sin
referencias a su contexto y a su historia, sin que se haya realizado ningún intento de
comprender sus conflictos ni de ayudarlo de otros modos. Estamos en un momento
crítico, porque los laboratorios avanzan en su intento de que todo sea medicado. Lo
que está pasando con este tema es atroz. Se medica a chicos chiquitos como si se
les diera agua, con una medicación que trae problemas de crecimiento, trastornos
cardíacos, aparición de síntomas psicóticos” (2)
El llamado CONSENSO
DE EXPERTOS DEL ÁREA DE LA SALUD SOBRE EL LLAMADO "TRASTORNO
POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN HIPERACTIVIDAD", que nuclea a
muchos de los principales especialistas del país, explican que el crecimiento de las
ventas de psicofármacos para niños es producto de la simplificación de los
diagnósticos psicopatológicos en trastornos infantiles que promueven una
concepción reduccionista de las problemáticas psicopatológicas y de su tratamiento,
sin tener en cuenta los procesos subjetivos del ser humano, que centra sus
procedimientos a partir de observaciones y agrupaciones arbitrarias que culminan en
la utilización inadecuada de psicofármacos.
Cabe destacar que se han
detectado casos en los cuales los diagnósticos se realizan generalmente en base a
cuestionarios administrados a padres y/o maestros, e inclusive en ocasiones son
instituciones educativas o docentes los encargados de “diagnosticar”, por medio de
cuestionarios con preguntas cerradas el llamado síndrome de “Déficit de atención
con y sin hiperactividad” (ADD/ADHD). De este modo, se advierte que la evaluación y
diagnóstico en general se concentran en observaciones esquemáticas y arbitrarias
de rasgos, a menudo basadas en nociones anbiguas y confusas, que carecen
totalmente de rigor científico cuyo tratamiento siempre suele indicar: medicación y
modificación conductual
En este sentido, se unifica en un mismo
diagnóstico problemas muy diferentes, que reflejan situaciones complejas de distinta
naturaleza que pueden estar ligadas a diferentes patologías, agrupándose con ese
nombre múltiples expresiones del sufrimiento infantil que merecen ser consideradas
y tratadas teniendo en cuenta su multideterminación.
Más aún se plantea como problemática
esta situación, debido a los efectos adversos y secundarios que se le atribuyen a
todas las drogas que se utilizan en el tratamiento de los niños que presentan
dificultades para concentrarse o que se mueven más de lo que el medio tolera. Al
respecto, diferentes estudios desaconsejan el metilfenidato por los siguientes
motivos:
- En caso de niños con tics algunos
pueden agravarse (lo que puede llevar a se origine el Síndrome Gilles de la
Tourette).
- Es riesgoso en caso de niños
psicóticos porque incrementa la sintomatología.
- Deriva con el tiempo en retardo del
crecimiento.
- Puede provocar insomnio y
anorexia.
En este sentido, potencialmente se puede
decir que la droga tiene el mismo efecto abusivo que las anfetaminas, y
potencialmente abre el camino hacia las adicciones. (3)
Por esto motivos consideramos
indispensable, que ante la situación expuesta, el Estado adopte medidas para
controlar y regular la venta de psicofármacos considerando la tendencia a
medicalizar a niños en edad temprana, sin que se conozcan de manera certera las
consecuencias y efectos que puede tener esta medicación en el largo plazo.
Por otro lado, los medios de
comunicación hablan del tema casi como si se tratara de una suerte de epidemia,
divulgando sus características y los modos de detección y tratamiento. Se banaliza
así tanto el modo de diagnosticar como el recurso de la medicación.
Los principales especialistas en la materia
alertan que cualquier niño, por el mero hecho de ser niño y por tanto inquieto,
explorador y movedizo, se vuelve sospechoso de padecer un déficit de atención, y
por lo tanto de estar sujeto a medicación con psicofármacos que tienen demostrados
efectos adversos, sin una adecuada evaluación, que en general no toma en cuenta
su historia y su entorno, y que pasa por alto la alta incidencia del contexto en tipo de
tratamiento.
Debemos reflexionar acerca de que
modelo de sociedad queremos, tanto desde la función del Estado, como desde las
instituciones educativas y de la familia. En este sentido, en una época en la que los
adultos están en crisis debemos pensar en lo que implica medicar con psicofármacos
de forma indiscriminada a niños en edad temprana.
Este es el planteo que queremos plasmar
a lo largo de dicho proyecto, proponiendo una reflexión mas profunda, alertando
sobre una tendencia que apunta a que los niños desde sus primeros años estén
medicados por su “falta de atención o por ser inquieto”, sin profundizar en sus
situaciones particulares.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares
acompañen el presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CANEVAROLO, DANTE OMAR | SANTA CRUZ | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |