La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al PODER EJECUTIVO NACIONAL por intermedio del MINISTERIO DE JUSTICIA, SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS; a las GOBERNACIONES PROVINCIALES y a la CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES; arbitren en forma perentoria las medidas que fueren necesarias para asegurar que cada sucursal bancaria del país cuente con custodia policial en sus accesos, desde una hora antes del comienzo del horario de atención al público hasta una hora después de finalizado el mismo.

Señor presidente:

El presente proyecto tiene por objeto contribuir a la seguridad ciudadana protegiendo a los clientes y usuarios de las entidades bancarias de posibles robos o hechos de violencia.

Lamentablemente, la modalidad de las "salideras bancarias" ha ido creciendo durante esta última década alentada por diversos factores entre los que se cuentan la crisis inicial de confianza de la ciudadanía hacia los bancos desatada por el "corralito"; el bajo nivel de bancarización observado; la existencia de impuestos distorsivos y el cobro de altas comisiones por las transferencias electrónicas que estimulan el uso y transporte de dinero en efectivo; la falta de adecuación de las medidas de seguridad por parte de las propias entidades bancarias y la insuficiencia del personal policial necesario para custodiar las sucursales.

Estos son algunos de los factores intervinientes que han transformado a los usuarios en potenciales víctimas de atracos.

Paliar cada uno de estas variables contribuirá a mejorar las condiciones de seguridad. Sin duda, la responsabilidad de impulsar algunas de estas modificaciones le competirán a los bancos (como, por ejemplo, la instalación de inhibidores de celulares o de barreras visuales que resguarden la privacidad de la relación usuario-cajero) y otras deben ser garantizadas por el Estado.

Cuando se trata de preservar el bien supremo de la vida, el Estado no puede estar ausento ni su acción puede ser caratulada como insuficiente.

En la actualidad la mayoría de los bancos cuenta con personal de seguridad perteneciente a agencias privadas ejerciendo funciones de dudosa efectividad dentro de las sucursales en las zonas de atención al público. La mayor parte de este personal, por más buena voluntad que tenga, no está mínimamente entrenado para proveer su servicio con efectividad minimizando los riesgos para los usuarios en caso de una contingencia.

Hay muchas medidas que pueden tomarse por cuenta de las entidades bancarias y hasta se han imaginado algunas -a mi juicio impracticables- para aquellas sucursales donde acuden verdaderas multitudes como, por ejemplo, la de instalar identificadores de huellas digitales para los clientes en las entradas. Pero sin llegar a semejante nivel de burocratización tecnocrático, me parece indispensable tomar medidas más simples tales como garantizar de manera efectiva la presencia policial en las puertas de las entidades bancarias no sólo para actuar en caso de una contingencia sino, fundamentalmente, para que su sola presencia opere en términos disuasivos.

Hoy el apoyo policial a la seguridad bancaria se ha vuelto fundamental para contribuir a la seguridad ciudadana. La tarea es y debe ser de todos: el esfuerzo privado por la seguridad debe ser tutelado, controlado y -también- asistido por el estado a través de sus distintas fuerzas policiales.

Ante el reclamo generalizado de la ciudadanía y el incontrastable déficit de las fuerzas públicas de seguridad interior para coadyuvar a mejorar la seguridad en los bancos y sus inmediaciones, solicito a las autoridades Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos; a las Gobernaciones Provinciales y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que dispongan las medidas que consideren indispensables para, de manera perentoria, asegurar la presencia de personal policial en las puertas cada sucursal bancaria del país. Este servicio debería proveerse desde una hora antes y hasta una hora después del cese de las actividades de atención al público para garantizar la seguridad de los primeros usuarios en llegar y de los últimos al retirarse.

La presencia de personal policial en las sucursales contribuiría en mucho a disminuir el delito de las salideras porque obstaculizaría o dificultaría el accionar de los "marcadores" o "sacadores" y sus cómplices inmediatos que se encuentran en la vía pública.

Por estas razones, solicito a mis pares su voto afirmativo para la aprobación de esta iniciativa que pretende contribuir al mejoramiento de la seguridad ciudadana.