PROYECTO DE TP
Expediente 6574-D-2010
Sumario: DECLARAR DE INTERES NACIONAL LAS INVESTIGACIONES PARA ELIMINAR O REDUCIR LAS CONSECUENCIAS CONTAMINANTES EN LA FABRICACION DE PAPEL PARA DIARIOS, LIBROS Y PUBLICACIONES CULTURALES Y EDUCATIVOS.
Fecha: 08/09/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 129
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º.- Declárase de interés nacional y
asígnase carácter prioritario, dentro de las políticas públicas nacionales en las áreas
que correspondan, a la investigación científico-tecnológica destinada a eliminar o
reducir las consecuencias contaminantes de la producción de insumos o a su
sustitución por otros ambientalmente aceptables, para la fabricación de papel para
diarios, libros y publicaciones culturales y educativas.
Artículo 2º - A los fines de la presente ley,
el Poder Ejecutivo Nacional deberá arbitrar las acciones necesarias para:
- favorecer la utilización de materia prima
nacional y de condiciones de producción ambientalmente aceptables en las industrias
actualmente existentes.
- establecer como requisito obligatorio el
uso de tecnología ambientalmente aceptable para las nuevas industrias.
- coordinar acciones con el Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET), el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología
(COFECYT) y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a los
efectos de elaborar un programa de investigación en cumplimiento del Artículo 1 la
presente ley, en un plazo que no deberá superar los 120 (ciento veinte) días.
Artículo 3º. Los gastos que demande el
cumplimiento de las disposiciones de la presente ley serán atendidos con los recursos
que destine, a tal efecto, la ley de presupuesto general de la administración pública.
Autorícese al Poder Ejecutivo Nacional a realizar las adecuaciones presupuestarias
necesarias para el cumplimiento de la presente ley, durante el ejercicio de entrada en
vigencia de la misma.
Artículo 4º. Será autoridad de aplicación de
la presente ley la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Artículo 5º. El Poder Ejecutivo Nacional
deberá transferir anualmente los fondos necesarios a las provincias y Ciudad
Autónoma de Buenos Aires que adhieran a la presente ley, con el objeto de ejecutar
las acciones preventivas y de control en el marco de los programas que disponga la
autoridad de aplicación.
Artículo 6º. Se invita a las provincias y a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la presente ley.
Artículo 7º. Vigencia. La presente ley
entrará en vigencia a los sesenta (60) días de su publicación en el Boletín Oficial,
plazo dentro del cual el Poder Ejecutivo Nacional procederá a reglamentarla.
Artículo 8º. Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El día 27 de agosto del corriente año, llegó
al Congreso de la Nación un proyecto enviado desde el Poder Ejecutivo en el que se
prevé, en su Artículo 1, la declaración de interés público de la fabricación,
comercialización y distribución de la pasta celulosa y de papel para diarios.
Ahora bien, no deja de llamar la atención la
iniciativa: declarar de interés público un proceso que, realizado en un país vecino, ha
significado que el entonces Gobierno del Sr. Néstor Kirchner lleve a nuestro país a
litigio internacional.
Nos resulta imprescindible recordar que
desde el año 2002, año en el que comenzaron las primeras denuncias de los vecinos
de Gualeguaychú por un proyecto de la firma española ENCE de construir una planta
de celulosa en Fray Bentos (proyecto que fue abandonado en 2006, quedando en pie
sólo el de la entonces finlandesa Botnia), comenzó un pleito transnacional que llevó a
que la Argentina demandara a Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia
argumentando, entre otras cosas, que la instalación de las plantas de celulosa es
contaminante.
Así fue como el 20 de abril la Corte de La
Haya dictó el fallo definitivo, resolviendo que Uruguay no violó sus obligaciones para
evitar la contaminación ambiental, por lo que consideró que resultaba
desproporcionado ordenar el cierre de la planta de Botnia, pero que ambos países
debían monitorear conjuntamente el río, a través de la Comisión Administradora del
Río Uruguay (CARU) y aplicando el Estatuto del Río Uruguay.
Centenares de argentinos, muchos de ellos
agrupados en la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú (ACAG), se
manifestaron el 25 de abril para protestar por el fallo sosteniendo que se mantendría el
corte, hasta tanto la empresa fuera cerrada definitivamente.
Luego de años de alentar, promover e
incluso asistir con distintas medidas el accionar de los vecinos de Gualeguaychú, al
que la máxima autoridad nacional presentó en 2005 públicamente como cuestión
nacional, "que la República Argentina toda asume como un problema propio", y
calificando la lucha de esa ciudad, incluido el corte como "lucha gloriosa", la respuesta
del actual gobierno nacional fue criminalizar la protesta social de la ACAG,
denunciando a varios de sus líderes.[]
Mientras tanto el día 29 de abril se sucedió
una reunión bilateral entre los presidentes de Argentina y Uruguay para tratar de
destrabar el conflicto, luego de la cual, en una conferencia de prensa, anunciaron que
se llevaría a cabo "un proceso de reencauzamiento definitivo".
A las claras, puede verse la improvisación
e irresponsabilidad, con la que actúa el gobierno para enfrentar temas coyunturales y
estructurales que hacen a la vida nacional.
En este marco debe analizarse el conflicto
por el "Papel Prensa".
La denuncia realizada por el Poder
Ejecutivo Nacional y el informe presentado se enmarcan en una irracional disputa
desatada entre el Ejecutivo y un grupo económico de posición dominante en el
mercado comunicacional de la Argentina. Es harto sabido que dicha disputa no existía
poco tiempo atrás, al punto que ese mismo grupo fue favorecido ampliamente -con
escasas voces que se alzaron para denunciar ese favoritismo- hasta comienzos de
2008, es decir por parte del Gobierno encabezado por Néstor Kirchner e integrado por
la actual titular del Poder Ejecutivo Nacional.
Con absoluta responsabilidad, el socialismo
aspira a salir del ring en el que el Gobierno encabezado por la Dra. Cristina Fernández
pretende insertar a la sociedad argentina.
Convencidos de que es necesario y
conveniente regular la actividad del papel, precisamente para garantizar y no para
restringir la libertad de prensa, convencidos de que el Estado Nacional debe bregar
por el cumplimiento de la Ley Antimonopolios; y convencidos también de que las
políticas públicas deben ser coherentes, es que presentamos esta iniciativa, porque no
podemos sostener que aquello que consideramos riesgoso o contaminante cuando lo
hacen otros, deja de serlo cuando somos nosotros quienes lo realizamos.
En este sentido es importante mencionar
que el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Enrique
Martínez, advirtió que, además de la pastera ubicada en Fray Bentos, "hay otras
ciudades, otras industrias que contaminan". "El efecto de los efluentes cloacales de las
ciudades argentinas hoy es mayor que el de Botnia".[]
Por eso nuestra iniciativa apunta a declarar
prioritaria la investigación científico-tecnológica destinada a eliminar o reducir las
consecuencias contaminantes de la producción de insumos o a su sustitución por otros
ambientalmente aceptables, y avanzar en las mejores condiciones posibles para que
la Argentina modifique el panorama actual, consecuencia de la producción papelera en
condiciones que nuestro país ha objetado en la orilla de enfrente pero parece no
querer someter a estudio cuando se trata de nuestra propia casa.
Argentina no se queda atrás en lo que a
contaminación se refiere. Salvo pocas excepciones, todas las plantas de celulosa de la
Argentina utilizan cloro elemental, la tecnología de blanqueo más contaminante. La
mayoría de ellas provocan mal olor, emiten sustancias contaminantes al ambiente, no
tratan debidamente los residuos que generan y son cuestionadas por vecinos y
organizaciones ambientalistas por su mal desempeño ambiental.
Casos a mencionar son Celulosa Argentina
SA, en Capitán Bermúdez, que tiene su principal planta desde 1929, donde produce
pasta de celulosa que exporta en su mayoría, ciudad en la cual los casos de alergia,
enfermedades del sistema respiratorio e irritación en los ojos son comunes.
Papelera del Tucumán, cuyos directivos
fueron condenados en 2005 por contaminar el arroyo Calimayo que desemboca en el
río Colorado, a través del derrame de efluentes industriales sin previo tratamiento.
Así también Papelera Ledesma (Jujuy), que
es conocida por la contaminación ambiental producida por el bagazo de la caña de
azúcar, que utilizan como materia prima de la papelera Ledesma y estiban a la
intemperie.
Y, por último, y caso paradigmático, la
misma empresa Papel Prensa S.A, fundada en 1972, cuya planta, inaugurada el 27 de
septiembre de 1978, ubicada en la localidad bonaerense de San Pedro, sigue
vertiendo sus desechos en un afluente del Paraná de las Palmas, sin contar con
autorización de la policía ecológica bonaerense, ni certificado de aptitud
ambiental.
Lo paradójico es que fueron técnicos
enviados por funcionarios del gobierno (por el jefe de gabinete de entonces, Alberto
Ángel Fernández, y por su secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina
Picolotti), quienes, en marzo de 2007, comprobaron el vertido de efluentes líquidos
contaminantes de la planta y fijaron un plazo de 180 días para eliminar esa
contaminación. Como consecuencia de dicha comprobación, la empresa Papel Prensa
demandó al Estado Nacional, su socio, argumentando que la Secretaría de Ambiente
de la Nación no tenía jurisdicción. El dictamen del fiscal Juan Patricio Murray señala
con precisión que la empresa papelera propiedad del Grupo Clarín, el diario La Nación
y el Estado nacional "no cuenta con certificado de aptitud ambiental vigente", "no tiene
permiso de vuelco de efluentes líquidos industriales al río Baradero" y "no utiliza las
instalaciones de su planta de tratamiento por encontrarse saturadas".
Es evidente que la industria de la celulosa y
el papel en nuestro país no ha tenido un desempeño responsable y deben ser objeto
de una regulación moderna y eficaz, que prevea la implementación de de tecnologías
superadoras que permitan reducir los impactos nocivos.
Desde el Bloque de diputados y diputadas
del socialismo, entendemos que no se puede soslayar la historia reciente de la
Argentina. No se puede obviar que el Estado Nacional denunció ante la Corte
Internacional de Justicia a un país vecino por pretender producir pasta de celulosa.
Tampoco puede omitirse que ese Estado solicitó y efectuó el análisis a los efluentes
de la planta de Papel Prensa S.A, sosteniendo posteriormente su carácter de líquidos
contaminantes. Resulta entonces altamente inconsistente que ahora se quiera declarar
"de interés público" y por ley a una actividad previamente denunciada como riesgosa y
contaminante.
Por todo lo expuesto solicito a los
señores/as diputados/as apoyen este proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
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VIALE, LISANDRO ALFREDO | ENTRE RIOS | PARTIDO SOCIALISTA |
ITURRASPE, NORA GRACIELA | BUENOS AIRES | SI POR LA UNIDAD POPULAR |
FEIN, MONICA HAYDE | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CORTINA, ROY | CIUDAD de BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
CICILIANI, ALICIA MABEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
BARRIOS, MIGUEL ANGEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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